-Hassel estaba listo para acatar cada parte del
plan que habría tramado el día anterior con la muchacha, aunque se sentía algo
nervioso, definitivamente no daría su brazo a torcer. Al salir de clases se fue
hasta su casa y se puso algo mucho más cómodo, si quería cumplir con todo el
itinerario… El uniforme sería algo pesado de llevar todo el tiempo. –
+Mamá, voy a llegar tarde esta noche.
-Haz lo que quieras, igual, siempre terminas
haciendo lo que se te venga en gana.
+Sabes que no es así, siempre te pregunto qué
es lo que necesitas de mí, en qué puedo ayudar, pero como es habitual, rechazas
mi ayuda.
-Quizás te puedas lastimar, con eso que eres
delicadito.
+¡Deja de ser tan homofóbica! el hecho de que
me gusten los hombres no significa que deje de ser uno.
-Me importa muy poco Hassel, tengo cosas por
hacer para estar ocupándome de ti.
-¿Ocupándote de mí? Dime una sola vez en la que
te hayas preocupado por mi persona. Ya no falta demasiado para cumplir la
mayoría de edad, cuando lo haga ¡ME IRÉ DE ESTA CASA PARA NO SER UN ESTORBO! –Tras
aquél intercambio de palabras con su madre, el pequeño muchacho salió de aquél
recinto con el corazón en la mano~ Ya sabía que no era del agrado de su madre,
que no era el hijo que ella esperaba pero eso no impedía que sus palabras resultasen
hirientes.- Tranquilo, Hassel, hoy día tiene que ser especial, no dejes que
nadie lo arruine. –Se susurró para sí mismo mientras que sus pasos le guiaron
hasta la casa de Lu-
+Buenos tardes, muchachito. ¿Qué puedo hacer
por usted?
-Señora Roxana, buenas tardes. ¿Se encontrará
Lu?
+Creo que anda en su habitación haciendo unas
manualidades que ni sé para qué, pero pasa.
-Usted siempre es tan amable. ¿No quiere
adoptarme? –Dijo en tonito pícaro el ajeno-
+Me encantaría, cariño. –Repuso de inmediato la
dama-
-Hassel que ya conocía muy bien dónde quedaba
el cuarto de la chica, se aventuró a tocar la puerta, desde afuera se podía
escuchar que estaba oyendo música, como siempre, a todo volumen.-
+Toc toc, soy yo.
-¿Quién yo? –Cuestionó aquella con diversión-
+El chico más papichulo del universo.
-Ah ¿Eduardo? Pasa por favor.
+Oye no, ése no soy.
-Hahahaha lo sé, pasa Hassel.
+Al tener la autorización de la adversa, se
introdujo en el cuarto y cerró la puerta tras de sí- ¿Cómo anda quedando?
-Si puedo presumir… Es la mejor obra de arte
que he hecho.
+Pero si está ¡Hermoso hermoso hermoso! Creo
que nadie lo hubiera podido hacer mejor. Ah, las cajitas te quedaron muy
padres, Lu.
-Pues todo sea por ti, bonito. Ahora ¿Ya fuiste
a comprar lo acordado?
+Bueno… Yo… No… En realidad esperaba a que me
acompañases, no quiero elegir mal y una segunda opinión siempre es buena. ¿Puedes?
Dime que sí. A menos que… ¿Estás ocupada?
-Bueno –Tengo que hacer mi reporte final, mi
ensayo de 3000 palabras, La presentación en Prezzi, y estudiar para el examen
de estadística y… -
+¿Lu?
-Oh no, no, para nada. Sacaré la motocicleta
para que vayamos de una vez. ¿A qué hora te tienes que encontrar con Bastian?
+Quedamos de vernos en la plaza central dentro
del mall como a eso de las 6, dijo que tendría algo bonito para mí.
-La sorpresa que se va a llevar cuando le
entregues sorpresa doble
+¡Calla! Yo… Aún me siento nervioso por eso.
-La menor entre risas se fue en compañía de
Hassel hasta la cochera, le avisó a su mamá que estaría de regreso en un par de
horas y que no se preocupara. Encendió velozmente el motor y salió de allí
hacia una de las tiendas comerciales más grandes de todo el país, allí tendría
variedad y calidad-
+Oye Lu ¿Extrañas mucho a tu novio? No quiero
sonar imprudente pero Bastian me contó que anduviste llorando el otro día.
También puedes confiar en mí ¿Sabes verdad?
-Lo sé, bonito. Aquello sólo fue un
malentendido entre él y yo, ahora las cosas están mucho mejor.
+¡Ah, qué alivio! No me gustaría verte triste~
Tal vez suene muy raro y tal vez no nos conozcamos añotes de añotes pero yo te
quiero mucho.
-Tanto como yo te quiero a ti, Hassel. Eres un
niño muy dulce y tenerte como amigo… Me hace sentir bien. Ya sabes que los
chicos no suelen ser los más educados dentro de la residencial~
+Ni que me lo digas, ésa tira de trogloditas
con poco coeficiente intelectual me llegan al derecho y al izquierdo.
-Lo sé, lo sé –Repitió entre risas- Oye, ya
llegamos. Vamos a encontrar cosas lindas ¿Tienes algo en mente?
+Pues ya que te diste tiempo para hacer dos
cajitas… Entonces creo que será bueno buscar algo bonito a parte de lo que ya
tengo provisto.
-¿Cómo qué?
+Hace poco vi una película donde el chico le
regalaba tazas a su novia.
-¿Tazas?
+Sí, tazas, pero no cualquier tipo de taza. Si no
eran unas grabadas.
-¿Te refieres a esas que tienen impresas la
imagen el uno del otro?
+Algo así, pero no tan así. Quiero que la mía
diga en ambas “MR & MR Voganni”
-Aw, ya entendí, como tazas de pareja ¿Verdad?
+Exactamente, como si ya estuviéramos comprometidos
el uno con el otro. No sé qué pase por la mente de él pero por mi parte es a la
única persona que quiero en mi vida, con la que quiero compartir muchas cosas. Bueno,
ya, me paso de cursi a veces.
-Sí te comprendo, siento lo mismo con respecto
a Eduardo, pequeño. Entonces vamos por
ésas tazas y por lo otro.
-Los minutos realmente se pasaron volando al
entrar en una tienda y otra tienda y luego otra y otra, cómo le gustaba ir de
compras y al parecer Hassel se convertiría en uno de sus predilectos
acompañantes ya que era tan quisquilloso como su persona. Al final terminaron llevando
dos tazas y ambas las metieron dentro una de las cajitas, en la siguiente,
Hassel guardó una pequeña tarjeta que había sido escrita a puño y letra, con un
pequeño cd dentro de ella-
+¿Puedo preguntar qué tipo de contenido tiene
el cd?
-Uhm… Sí~ Hice un vídeo de fotos de nosotros,
le decía cosas bonitas y tantito cursis, no más tantito para no empalagarlo, y
al final me grabé diciéndole otro par de cositas que esperaba hacer con él esta
noche.
+Ya veo, ya veo~ Oye, ya es casi hora, anda,
vamos por la motocicleta para que te deje en el lugar que quedaron.
-La muchacha había dado unos cuantos pasos
hacia adelante cuando sintió un fuerte abrazo rodearla por la espalda- Gracias,
Lu. Eres como la hermana mayor que siempre quise tener.
+Tú tienes una hermana mayor, bobito.
-Sí, pero tú me quieres.
-Aquellas palabras finales hicieron que el
corazón se le comprimiera de pocos, dio media vuelta entre los brazos de aquél
pequeño y lo sujetó con firmeza hacia su cuerpo- En ése caso… De hoy en
adelante seré tu hermana. Si te sientes incómodo en tu casa, no tengo problemas
en que te quedes a dormir en la mía de vez en cuando, ya ves que sólo somos
mamá y yo y tenerte será todo un placer.
+¿Lo dices enserio?
-Puedes tomar mi palabra, bonito.
-Hassel le dio un pequeño beso en la mejilla, lleno
de la emoción tomó la mano de Lu y empezó a correr hacia donde habían dejado
estacionado el vehículo a motor- Deja que le cuente a Bastian, se va a poner
súper contento. –Agregó antes de que ambos salieran rumbo al mall, minutos más
tarde estuvieron allí y aquél salió disparado hacia su encuentro con el otro
muchacho.-
+¡HEEEY!¡AQUÍ AQUÍ! –Movía sus manitos en el
aire con las dos pequeñas cajitas sujetas por las mismas, Bastian sonrió al
verlo y se acercó a él, lo rodeó en un fuerte abrazo, dejando por último un
pequeño beso sobre sus labios-
-¿Porqué te retrasaste? Pensé que algo había
pasado, sueles ser puntual.
+Me cogió el tráfico, amor. Pero mira, te traje
dos cosas muy bonitas.-Puntualizó tendiendo ambas cajitas hacia el mayor-
-Pero qué bonitas te han quedado ¿Las has hecho
tú?
+Algo así, mi hermanita me ayudó con el
decorado. Tienen nuestras iniciales ¿Ya viste? En esta está la “B” Y en esta
otra está la “H” ¿Ves ves? –Pronunciaba el chabal con gran ilusión, presumiendo
con orgullo sus sorpresas- Tienes que abrirlas, amor.
-Veamos que tenemos por aquí “Mr. & Mr.
Voganni” ¿Ya estamos casados entonces? –Consultó el ajeno con la sonrisa de
oreja a oreja- Y qué tenemos en esta otra?
-Al abrir descubrió una notita, la cual se atrevió a leer en voz alta ya
que el cd no podría ser reproducido de momento- “Bas<3 Hoy día es un día
súper especial, hoy día ocurrió un hecho super importante, más importante que
saber el año en que se produjo la segunda guerra mundial, mucho más importante
que saber el acontecimiento de las torres gemelas, más y más importante que el
descubrimiento de Macchu Picchu(?). Un día como hoy, tu omma dio a luz a una
persona estupenda, una persona que sabe comprenderme y darme amor cuando más lo
necesito. Un ser paciente que me reta cuando se me da el comportamiento
infantil, alguien que se esfuerza en darme los ánimos suficientes para empezar
cada día, pero sobre todo… Ése alguien que amo y sé que me ama. Sé que muchas
veces te lo digo pero hoy quiero repetirlo una vez más: ¡TE AMO DEMASIADO
BASTIAN VOGANNI! Quiero estar siempre a tu lado.”
-Para aquél entonces… Unas silenciosas lágrimas
rodaban por las mejillas del mayor, con ambos brazos sujetó fuerte el frágil
cuerpo de Hassel~ Aquél que no tardó en corresponder al hecho y además darle
unas suaves caricias en la espalda- Bas, no llores amor. Aún no te muestro tu
sorpresa mayor.
+¿Es que hay más?
-Para que comprendas en qué consiste… Necesitas
ver el vídeo que te hice. ¿Dónde podemos ir?
+A mi departamento, amor. ¿Quieres?
-¡PERFECTO!
-¿Uhm?
+No, que sí, que está bien. –Rió con
nerviosismo-
-Una cajita era llevada por Hassel y la otra
por Bastian, ambos salieron del mall con rumbo al departamento ajeno, después
de todo, muy lejos no quedaba. De camino, tomando la mano el uno del otro… Se
pusieron a conversar acerca de lo que había ocurrido en el día. El menor
entristeció al contar el suceso de la tarde con su madre, cosa que rápidamente
cambió al contarse un chiste. Bastian Siempre sabía cómo robarle sonrisas~-
+Pasa amor~
-Oye, cuando tenga la mayoría de edad…¿Puedo
venirme a vivir contigo?
+Eso es lo que ando esperando, mi niño. Y bien,
vamos al cuarto para ver el vídeo desde la laptop
-Si sí, al cuarto.
+Andas raro hoy~
-No es eso, ya comprenderás.
-El mayor trajo aquél aparato consigo y puso el
vídeo a reproducirse, de nuevo la emoción le ganaba al ver la cantidad de fotos
que tenían juntos. No era para menos, con todas las que Hassel sacaba en un
día, tenía para hacer un álbum de 500 fotografías. En la parte final del mismo
yacía un contenido bastante provocativo, contenido que al instante hicieron que
la piel del ajeno se erizase y que sus ojos se abrieran de par en par.-
Ha-Hassel.
-El menor se había hecho bolita en la cama del
mayor- ¿Fue demasiado? Yo la verdad quería que… Bueno, tu sabes que… En
realidad yo…
-Las palabras sobraban en aquél momento. Dejando
la laptop en uno de los muebles cercanos… Bastian se recostó encima del cuerpo
del menor.-¿Estás completamente seguro de lo que me pediste en el vídeo?
+Nunca he estado más seguro en mi vida de algo~
Quiero que seas mío y quiero ser tuyo. Quiero que sólo sean tus manos las que
me toquen, amor. –Al terminar de decir aquello, Bastian comenzó a atacar los
labios de Hassel, brindándole un profundo beso al sorber una y otra vez de sus
carnosidades, no tardó demasiado en introducir su lengua dentro de aquella
cavidad, la misma que fue bien recibida por el menor, ambas empezaban a danzar
la una con la otra, como muchas veces habían hecho, pero ya con una intensidad
mayor. Con las manos algo temblorosas el más pequeño se atrevió acariciar la
espalda de su hombre, a cada paso que daban se sentía más y más caliente. ¿Era
normal sentir que el corazón se desmandaba con cada roce de sus cuerpos? El más
alto movía sus caderas por encima de las del chico, haciendo que ambos miembros
se frotasen el uno con el otro sobre las telas. Eso estaba llegando a ligas
mayores, pero qué bien se sentían– Ah!-Se escuchó poco después, un corto jadeo
era evocado, jadeo que no había podido ser suprimido. Bastian, tomó los bordes
del polo del adverso y lo sacó de su cuerpo, se tomó unos segundos para
apreciar la anatomía contraria, sin embargo, no tardó demasiado en volver a la
acción, sus presurosos labios se lanzaron al cuello de éste, sorbiendo con
delicadeza de su blanca y tersa piel, el cuerpo del menor emanaba un embriagante
aroma y el sentirlo cuerpo a cuerpo por primera vez…Sin duda lo encendían más –
Amor… Tienes mucha ropa. –Le susurró quedo, haciendo que inevitablemente una
sonrisa se apoderara de sus labios- ¿Qué tal si me ayudas un poco, eh? –El muchacho
colocó sus manos en medio de sus cuerpos y fue desabrochando su camisa con algo
de impaciencia, apenas pudo liberarlo de la misma… No se resistió a tocarlo, su
cuerpo yacía tan cálido como siempre. Sus manos se paseaban por todos los
contornos del cuerpo del mayor y su
miembro ya se andaba poniendo duro, tanto que comenzaba ajustarle y a
molestarle el pantalón. Por otro lado, Bastian no dejaba de beber del cuerpo de
su amado, su lengua se posó sobre una de sus tetillas y jugó traviesamente al
morderlas con sus dientes, los pezones comenzaban a ponérsele duros al menor y
los gemidos al igual que jadeos empezaban a ser más continuos.- U-uhm! ¡Bastian!
–Había un brillo fébril en los ojos de ambos chicos, las caricias no dejaban de
reproducirse. El mayor seguía aventurándose más y más abajo, pronto llegó a
toparse con los pantalones, los desabrochó y tiró de ellos en dirección
descendente, haciendo que cayeran al piso. Ahora Hassel prendía sólo de su bóxer-
Bas… -Repetía del todo excitado el pequeño- A-ah! –Con su boca empezó a
engullir aquél pedazo de carne, Hassel se aferraba a la cama y con los ojos
cerrados se mantenía firme ante el deseo de sentirlo.- Mmhm. –La punta del falo
era succionada y sentía cómo el líquido pre-seminal amenazaba con salir con
fuerza, con besos fue descendiendo a lo largo de la extensión contraria, al
llegar a los testículos se apropió con afán, escuchando así más de los sonidos
guturales que desde minutos atrás se llevaban esparciendo por toda la
habitación- Dime si te duele ¿Si? –Vociferó el mayor- ¿Dolerme el q…? ¡AH! –Gritó
Hassel al sentir que uno de los dedos del ajeno se enterraban en su estrecha
entrada- Relájate, mi amor. –Sugirió con voz dulce, empezando a mover su dedo
en círculos, una vez que estuvo lo suficientemente dilatado, introdujo un
segundo y no tardó en venir un tercero. Sus cuerpos llenos de calor pedían más
y más.- M-mi cielo, sigues t-teniendo
mucha ropa. –Armándose de algo de valor y dejando su nerviosismo de lado… El
menor se reincorporó como pudo, y terminó de sacarse el bóxer con el que había
quedado. Desabrochó con gran habilidad los pantalones de su amado y tiró de
ellos para que salieran fácilmente de su cuerpo. Ahora lo tenía tal y como quería,
completamente desnudo.- A-ahora es mi turno –Sugirió con titubeo al hablar,
haciendo que el adverso se recostara… Hassel fue directo hacia el buen dotado
miembro de su compañero, metiendo dentro de su boca su pene, repitiendo
exactamente los mismos gestos que había tenido para con su persona los minutos
previos. Ahora no era el pequeño muchacho quien gemía, sino que Bastian pasó a
emitir sonidos roncos, algo guturales ante cada succión precisa que su novio le
daba. Pronto estuvo del todo erecto y
creía andar preparado para dar el siguiente paso. En un abrir y cerrar
de ojos, ya tenía al chico bocabajo, con una mano tomaba de sus caderas y con
la otra sujetaba su propia cuestión, poco a poco fue rozando su entrada,
irrumpiendo en ella de manera sutil por ser la primera vez, con calma fue
enterrando aquél pedazo de carne dentro de él, haciendo chillar de placer.-
Baaas!!! Ah! Bas…No puedo! U-.uhm! Voy a… Voy a … Voy a correrme. –Apresuró a
decir- Espera, aún no, hagámoslo juntos amor. –Sin más consentimiento, Bastian
comenzó a moverse al interior del adverso, introduciendo y sacando su falo una
y otra vez, de principio aquellas estocadas fueron suaves pero certeras, ahora,
después de que un par de minutos, las mismas eran entregadas violenta y
apasionadamente. Ya no dolía, la estrecha cavidad del chabal se había
acostumbrado al tamaño y grosor del pene adverso. El miembro comenzaba a
latirle y sentía que estaba a punto de estallar dentro de él- Amor, ¡Ahora! –Indicó
el más alto, acabando por botar todo el semen que llevaban conteniendo minutos
atrás. Aquél líquido empezó a chorrear por las piernas de su pequeño, había
terminado dentro por lo cual iba saliendo poco a poco, ambos estaban del todo
exhaustos así que cayeron sin más ni más en la cama, Bastian no tardó en abrazar
a Hassel y Hassel no demoró en acurrucarse en los brazos de éste-
+Te amo, mi niño.
-Te amo, Bas. Ahora sí soy todo tuyo, en cuerpo
y alma.
+Y yo tuyo, en cuerpo y alma.