viernes, 24 de julio de 2015

Capítulo 24: Deja que piense que fue sólo un sueño

----Flash Back----
-Hermano ¿Qué diablos estás haciendo?
-Tengo que irme freddy, no llegaré a tiempo al aeropuerto.
-¿A dónde coño crees que vas?
-Hoy es su cumpleaños, Fred. Tengo que sorprenderla.
-Y yo pensé que ya la andabas superando.
-Eso ni loco. Por favor, dile a Rosa que suspenda todas mis reuniones por el día de hoy.
-Joder, Eduardo, no puedes hacer eso, hoy llegaban los socios.
-Pues que se esperen un día más.
-¿Es que acaso no sabes cómo es éste trabajo?
-Lo sé, pero un día no les hará daño, que hagan un city tour, una salida en la noche, que se vayan de putas, qué se yo, mañana regreso en la mañana.
-¿A qué hora?
-Al medio día, es todo lo que necesito.
-¿Sabe que estás yendo?
-No, por eso es sorpresa.  De hecho creo que piensa que me he olvidado, mejor, así estará mucho más feliz de verme, apenas esté cerca de su casa… La llamaré para vernos.
- ¿A qué hora sale tú avión?
- En 2 horas
-¿A qué hora estarías allá?
-Pasada la noche.
-¿Y se supone que ella te espere despierta?
-Igual y su mamá me puede abrir la puerta, así la sorprendo en su habitación. Oye… ¿Te gusta?
-¡Qué carajos haces con un anillo! Hermano, aún eres joven.
-No es de matrimonio, webón. Es un simple presente.
-Si tus presentes son así de simples… Me gustaría que me regales algo.
-Ay Fred… ¿Me acompañas a tomar el avión o te quedarás ahí?
-Dale, te llevo.
-Las maletas yacían en la parte posterior del auto, al mando iba Freddy y en el asiento de copiloto, Eduardo. Los autos pasaban y pasaban, y el ajeno parecía cada vez más ansioso con cada trecho avanzado-
-¿Qué es lo que te ha hecho esa mujer, eh?
-Es que tú no la conoces, Freddy. Ella es todo lo que un hombre podría desear.
-¿Tiene buen culo?
- Si pero…
-¿Tetas?
- También pero…
-¿Cintura?
- Claro, pero a lo que me voy es que…
-¿Cara?
- Por supuesto pero …
-¿Hermana?
-¡Joder Fred!
-¿Qué?
-Eduardo simplemente atinó a mover la cabeza en signo reprobación- ¿Cuándo sentarás cabeza?
- Depende, la de abajo la siento a diario.
-Jajajajaja no cambias, amigo mío.
-El que ha cambiado eres tú, hermano. En fin, hemos llegado a tu destino. Te abriría la puerta del coche pero sería muy homosexual así que … ¡Bájate!
-¿No me acompañarás a esperar?
-Lo haría pero las nenas necesitan de papi y ¿Quién soy yo para negarme?
-Ya Don Juan, vaya con Dios.
-Decía Eduardo alzando la voz mientras sacaba su pequeña maleta de la parte trasera del auto, palmeó un par de veces el carro para que su amigo arrancara.-
-¡SUERTE BRO!
-Gracias Fred. –Susurró en cuanto se adentraba al aeropuerto para pasar a la sala de embarque. –
-Buenos días, sus pasajes por favor.
- El avión lleva un ligero retraso, pero igual sírvase a pasar a la sala de embarque, puerta número 17G
-Bien, creo que unos minutos no afectarán demasiado. ¿Debería llamarla? Uhm… No no, es lista y si siquiera llega a sospechar que estoy yendo, no sería una sorpresa del todo.
-Pasajeros con el vuelo LA 22341, se anuncia que el vuelo ha sido cancelado por fallas operativas en el avión
-¿Qué? ¿Cancelado? ¡Imposible! –Eduardo fue  hasta donde se encontraba la counter, en definitiva eso no podía andar pasando, no ése día. Sacando sus pasajes de avión y su identificación, se aclaró la garganta un  antes de hablar - Señorita,tengo una junta sumamente importante y necesito llegar a tiempo, transfiérame a otra compañía si es que éste avión no va a salir.
-Señor, lamentablemente no podemos hacer ello, los demás aviones tienen los cupos llenos.
-Pero esa no es mi responsabilidad, se supone que yo compro un servicio y que como aerolínea deben tener a todos sus aviones operativos.
-Comprendo su molestia señor pero no puedo hacer nada por su persona.
-Eduardo tomó rápidamente su maleta de mano y se dirigió a la compañía con el vuelo más próximo a su destino. La mayoría de los pasajeros se habían quedado molestos ante la cancelación de su vuelo, pero él en esos momentos no estaba para discutir, necesitaba estar allá costara lo que costara.-
-Buenas tardes, quiero el vuelo de las 12 ¿Tiene cupo aún?
-Si señor, nos quedan dos cupos, pero la tarifa es alta dado que estamos por salir en minutos.
-Eso no importa, por favor sepáreme un cupo, la aerolínea pagará por mí.
-¿Es una transferencia?
-Sí señorita.
-Está bien señor…
-Alemán, Eduardo Alemán.
- El avión está saliendo dentro de 30 minutos, por favor imprimame la reserva para hacerla efectiva en la otra aerolínea.
-¿Viaja mucho?
- Se podría decir ¿Por qué la consulta?
-Muy pocos pasajeros  saben que la aerolínea puede hacer este tipo de transacción.
- Bueno,  como operador de turismo es básico saber éste tipo de reglas. Gracias, ya mismo hago vigente la reserva.
-Eduardo caminó hasta donde estaba la counter y le entregó la reserva vigente- El vuelo 21034 de Lan tiene un cupo, según el costo de mi pasaje, éste me atribuye el derecho a hacer un traslado en caso de fallos operativos en la aerolínea. -La joven formó una muy forzada sonrisa y recibió la reserva para luego consultarla con su compañera-  Puede servirse a abordar su avión, sr. Alemán, nos encargaremos del procedimiento.
-Gracias. –Sonriendo de la misma manera se fue corriendo hasta la puerta de embarque, justo a tiempo para que le entregaran el boleto real con el número de asiento, al ingresar el avión, buscó con la mirada el número que le habían asignado.-Con permiso por favor, mi asiento es el de la ventana. –Un caballero de terno con una sonrisa amable se hizo a un costado-
-Nos veremos pronto, Lu.
-Eran horas y horas de vuelo así que decidió echarse una dormidita un antes de llegar a su destino-

----Fin del Flash Back----

-Y… ¿En qué estábamos?
-En que nos íbamos a dormir, Mau.
-Osh…
- Jajaja ¡Tarado!
- Boba
-¿Qué dijiste?
-Calla mujer, ando en mi plan de difícil.
-Jajajajajaja ¡Idiota!
-Así te gusto.
-Y sabía que se te iba a subir a la cabeza.
-Se sintió muy lindo
-¿Si?
-¿Qué puede ser mejor que la chica que te gusta te diga que le gustas también?
-A veces eres tan directo. –Comentó con una pequeña sonrisa, se acercó a darle un beso en la mejilla mientras se acomodaba a su lado de la cama- Que descanses Mau. –Estaba a punto de cerrar los ojos cuando escuchó que el timbre de la casa sonaba-
-¿Quién puede ser a esta hora?
-Ni idea, bonita, es tu casa, ¿Tienes algún fan acosador?
-Sí, Mauricio se llama.
- Jajajaja pero otro.
- No que sepa. Voy a abrir.
- Yo llego primero.
-Que no, Mau.
- Que sí, carrera.
- Ambos salieron corriendo hacia la puerta, Mauricio llevaba una clara ventaja y Lu como la mala perdedora que era… Decidió echársele encima.- Arreh caballo.  
-Tramposa. –Dijo Mauricio Abriendo la puerta para dejar ver una figura delgada con un maletín en mano-
-Eduardo –Susurró Lu-
-Hola princesa. –Comentó él-
-Me pondré algo –Añadió Mauricio-
-No es necesario, me ha quedado claro. –Agregaba Eduardo- Esto… Esto es para ti. –Le tendió una pequeña cajita donde se encontraba el anillo-
-La menor simplemente se había quedado en trance, no respondía a ningún tipo de estímulo. Lo único que hizo fue bajarse de las espaldas de Mauricio donde segundos antes había estado suspendida-
-E…
-Hasta siempre, princesa. –Eduardo se dio media vuelta, quitó el seguro del auto en el que había venido y dispuesto a irse se metió en el puesto de piloto, echó una última vista en dirección a aquella puerta cuando vio que la joven se desvanecía.-
-¡LU! –Gritó saliendo disparado del auto, justo antes de que cayera en el suelo Mauricio pudo cogerla entre sus brazos y alzarla. Sin decir palabra y media, ambos hombres se dirigieron al cuarto de la contraria y el que la tenía en brazos la depositó suavemente sobre los cobertores-
-¿Cuánto ha bebido? –Preguntó Eduardo rompiendo el silencio incómodo entre ambos-
-¿Por qué estás aquí? –Había cierta molestia en el tono de voz de Mauricio al hacer aquella pregunta-
-¿Cuánto ha bebido?-Reiteró la interrogante-
-Un poco.
-Por un poco ella no va a perder la consciencia.
-Más de lo usual. ¿Qué haces aquí?
-Venía a verla
-Eso está claro ¿Por qué viniste?
-Porque me importa
-Si te importa déjala ir, tú la dejaste libre, ¿Qué crees que ganas viniendo? ¿Ya no la has hecho sufrir suficiente?
-¿Y quién eres tú para venirme a recriminar esas cosas?
-Alguien que estuvo para ella todo el tiempo mientras tú jugabas al ejecutivo ocupado.
-Mira niño, yo no jugaba un carajo, así que si no sabes, mejor cierras la boca.
-No mereces a Lu.
-Y déjame adivinar ¿Tú si?
-Yo nunca la haría llorar ¿Sabes en cuántas ocasiones sus ojos se hicieron agua al mencionarte? He perdido la cuenta. ¿Tienes una idea de lo que cuesta ganarse un cachito de su corazón? A puesto que no.  Por ti es que no quería  visita a lagos, que no le diga princesa, cero teleféricos, ni que le diga muñeca, bombón, caramelito o cualquiera de esas cosas cursis ¿Sabías acaso que odiaba esos apelativos? ¿Qué tanto la conoces eh?
-Todo lo que ella me permitió conocer de su persona. Sé que es una chica muy lista, y linda, y su belleza va más allá del aspecto físico, me refiero a su interior. Sé que es sensible, tierna, y que muchas veces también puede enojarse de pequeños detalles, sé que es testaruda pero sabe ceder, sé que su fuerte son los insultos aunque cuidaba mucho sus palabras al estar conmigo. Sé que de no haberla dejado ir, ella me seguiría esperando y conozco ciertos aspectos que ahora tú conoces tan bien como yo de ella –Dijo mirándolo de arriba hacia abajo-
-Te equivocas, entre ella y yo no ha pasado nada.
-¿No?
-Tu llamada fue demasiado oportuna. Nos íbamos a dormir cuando sonó el timbre.
-¿En la misma cama? ¿ Y tú así? ¿Me crees idiota?
-Un poco, si te soy honesto. Es tu problema el hecho de que me creas o no.
-Entonces ustedes dos…
-No tuvimos relaciones si es eso lo que quieres saber.
-Mis intenciones no fueron malas al volver –Comentó mientras acariciaba con ternura los cabellos de la menor-
-Probablemente no pero debes dejar las cosas claras, no sé mucho del tema porque apenas y Lu quiere comentar algo de lo que vivió contigo pero… O es ella o es tu empresa.
-No puedo elegir entre una cosa o la otra, por más que quiera.  ¿De verdad la quieres?
-Es la primera chica que ha hecho que me comporte como un verdadero idiota, me vuelvo cursi a su lado, tengo ganas de protegerla, me insulta como nadie pero aun así sé que me quiere y que puedo conquistarla. De hecho soy consciente de que aun siente algo por ti pero eso puede cambiar, yo la puedo enamorar.
- ¿Cómo estás tan seguro de eso?
- Porque le gusto
- Un gusto no es lo es todo
- Por el momento, es suficiente para mí.
- Eduardo suspiró pesadamente, miraba a Mauricio y luego a Lu- ¿Qué demonios es lo que debo hacer? –Pasaba su mano por sus cabellos y la misma resbalaba hacia su cuello, en su mirada se reflejaba un aire de preocupación y a la vez tristeza.- La decisión que estoy tomando no es nada fácil para mí y juro por lo más sagrado que si le haces daño, no respondo.
- No soy tú.
- Yo jamás le hice daño en todo el tiempo que estuvimos, que te quede claro.  Lu es la mujer que amo, pero si en algo tienes razón… Es que no tengo derecho a influir en su vida estando tan lejos de ella.
-¿Entonces?
- Me iré, pero que quede claro que haré todo lo posible para regresar en menos de dos años y que si ella está contigo o con cualquier otro… Lucharé por conquistarla.
- ¿Y crees que después de tanto tiempo ella accederá a volver contigo así como así? Tan iluso.
- Sé que no, pero así como pude conquistarla y hacerla feliz una vez… No dudaré en intentarlo 2, 3, 4, 5, 6 veces de ser necesario.
- Como quieras, pero para ése entonces habrá dejado de amarte y estaré yo en tu lugar.  Total, me conviene. Sería mejor que te vayas, deja que piense que fue sólo un sueño.

NOTA DE AUTORA: Espero que les haya gustado este capítulo, se vienen muchas cosas de aquí adelante, espero contar con sus votos y sus comentarios o con sus leídas<3 ¿Les parece bien que Lu piense que Eduardo nunca estuvo allí? ¿Que harían ustedes en caso de Eduardo? ¿Le conseguimos otra chica a Mau ó es que está bien con Lu?

martes, 14 de julio de 2015

Capítulo 23: Creo que me gustas

-¿Qué es lo que haces aquí? ¿No te quedó muy claro la otra vez que no te quiero volver a ver?
-Tranquila muñequita, yo sólo iba pasando y escuché música. ¿Cómo es posible que no me hayas invitado a la fiesta?
-¿Quién es él? –Intervino Mauricio-
-Sólo un maldito cabrón que no sé qué derecho cree que tiene para entrar así a mi casa sin ser invitado.
-Entonces no es bienvenido –Comentó Mauricio con el ceño fruncido, colocándose cara a cara con el ajeno- Ya ves hermano, ¿Te vas o te boto?
-Oblígame –Dijo desafiándolo con la mirada-
-¿Qué pasa aquí? –Intervino Bastian, que al mirar el rostro de aquél sujeto puso cara de pocos amigos-
-A ver niñato, no me hagas correrte por segunda vez.
-Tú no me corriste, yo decidí irme. ¿Dónde está la floripondia de tu pareja?
- Mi nombre no es Floripondia, es Hassel –Intervino colocándose a lado de Bastian-
- ¿Alguien te anda molestando, Lu? –Se presentó Rodrigo en la escena-
- Vaya vaya, cuántos abogados te conseguiste –Dijo con sorna el tipejo aquél-
- Abogadas también –Respondieron Khimayra y Sandra al mismo tiempo-
-Un día vas a estar sola, esto no acaba aquí… -Dijo esto último y se dio media vuelta-
-Nunca la hallarás sola-Respondieron todos como si hubieran planeado qué decir-
-Adiós, idiotas. –El contrario salió de la casa moviendo los dedos en señal de despedida, mostrando el del medio cuando estaba a punto de desaparecer por la puerta.-
-Qué sujeto para más detestable ¿Cuál es su obsesión contigo? –Consultó Bastian-
-Pues no sé qué bicho le ha picado por volver a buscarme.
-¿Estás bien? –Consultó Mauricio algo preocupado-
-Estoy bien, pero ésta es una fiesta, no un velorio ¡súbanle al volumen y sigamos divirtiéndonos! – Lo que pretendía era hacer olvidar aquél pequeño incidente de la mente de todos, al menos de momento, todos regresaron a la pista de baile y siguieron conversando.-
- Esa no era mi idea de una fiesta perfecta. –Suspiró Mauricio-
- Es el detalle más lindo que me has podido dar – Le dio unas cuantas palmaditas en el hombro y sonrió.- Te quiero muchísimo, Mau. – Un pequeño beso sobre la mejilla fue el que depositó en su compañero-
- Creo que con eso me doy por satisfecho –Tomó con delicadeza una de las manos de la muchacha, dejando un pequeño beso en el dorso de la misma- por ahora.
Ahora, como ando en mi plan de difícil, te ignoraré e iré a bailar con otras chicas. –Dijo en un tono entre divertido y serio, haciendo como el que se daba la media vuelta y avanzaba unos cuantos pasos- Me estoy yendo -Comentó- Cada vez estoy más lejos –Seguía- Ya casi casi la invito y es muy linda–Lu sólo lo miraba con una sonrisa pícara y movía sus manos indicando que fuera-
-Mauricio había desaparecido de su vista en medio de la multitud, lo buscó por un segundo con la mirada para ver dónde es que se encontraba pero simplemente era como si se lo hubiera tragado la tierra.- ¿Quiere bailar conmigo, Señorita? –Lu dio un pequeño brinco y se giró para verlo- ¿Es enserio, Mau? ¿Tanto tiempo te duró el hacerte el “difícil”?
-Es que al verte buscándome, decidí volver a ti. –Le entregó un vaso- Para que refresques la garganta.
-Gracias, creo. Bueno, bailamos o ¿Qué?
-¿Me estás invitando a bailar? –Hizo el ademán de limpiarse una lágrima- Me siento conmovido
-Ya, no seas idiota.
-Ow, llevabas tiempo sin insultarme, ya me estaba sintiendo poco especial.
-Jajajaja eres un caso. ¿Sabes dónde se metió mamá?
-Pues la Suegri mañana tiene guardia así que me dijo que se iría a dormir aun hotel esta noche para que pudiéramos hacer desmadre, sólo que te cuidara y así.
-Mañana le agradeceré por prestar la casa.
-¿Y QUIÉN ES LA DUEÑA DE LA FIESTA? –Entró un hombre vestido de payaso con un montón de globos, serpentinas, gorros y antifaces-
-No mames ¿Contrataste hora loca?
-Te dije que me esforcé.
-Lu levantó la mano tímidamente y el payaso le hizo cejitas- QUE EMPIECE EL SHOW –Dijo con aquella voz impostada, la noche se pasó realmente rápido y había sido la víctima de todos los juegos que el susodicho había decidido hacer. El juego de las sillas,  aquél donde un grupo determinado daba vueltas y al parar la música tenía que asiento y el quedara parado estaba afuera, el juego de modelaje, donde tanto hombres como mujeres hacían su mejor esfuerzo por ser sensuales, el reto de pasar la carta, donde más de uno se había dado un pequeño pico con la persona de a lado y así, no importa si su persona ganaba o perdía, igual la recompensaban con alcohol, ya entrada las 3 de la mañana, sintiéndose ligeramente entonada… Decidió sentarse por un momento a beber agua pura, la gente se despedía de ella, al final sólo quedó el pequeño Hassel, Bastian, Mauricio y su persona.- Gracias por acompañarme en éste día tan especial, de verdad agradezco mucho el hecho de haberlos conocido. –Les dio un beso en la mejilla a cada uno-
-No tienes nada de qué agradecer, bonita. –Comentó un mareado Hassel-
-Yo me llevaré a éste pequeño ahora mismo, espero que te hayas divertido un montón, Lu. –Bastian tomó en sus brazos al menor de todos y se despidió de Lu con un beso en la mejilla y de Mauricio con un ligero apretón de manos-
-¿Y tú? ¡A su casa! –Dijo Lu como si se tratara de un niño pequeño-
-Lo haría pero dado el hecho de que no tengo motocicleta y ando medio ebrio… Le diré a la suegri que dormí en el sillón.
-La casa ha quedado un caos.
-Mañana te ayudo a limpiar.
-Anda a dormir.
-Eso te debería decir yo. ¿Estás bien? Creo que no debió hacerte tomar tanto. Te ayudo, pon un mano aquí y la otra… Si, ahí. –Apenas intentó levantarla, sintió todo el peso de la ajena sobre él- Ok, creo que si bebiste mucho, mejor te cargo.  –La levantó de sus piernas y los brazos quedaron rodeando su cuello- Mucho mejor.
- Gracias por organizar la mejor fiesta de todas, Mau.
- No hay nada que debas agradecer, bonita. Ahora, a dormir. –Dijo depositándola en la cama suavemente.-
- No –Dijo aferrándose a su cuello-
- Creo que debo embriagarte más seguido. –Comentó el ajeno con una pequeña sonrisa en los labios-
- Ya, no sea aprovechado. –Retó en un momento de lucidez-
-No te he hecho nada, eres tú la que no me suelta. –Señala con una mano los brazos de aquella mientras que con la otra se apoya en la cama.-
-Cierto.
-Y bien…
-Bueno, es que no creo que sea justo que duermas en el sillón habiéndome recibido en tu casa y más si dormí en tu habitación así que… favor con favor se paga.
-¿Eso quiere decir que me dejarás dormir contigo?
-Sí, así que acomódate antes de que me arrepienta.
-¿Te dije que me gusta dormir en bóxer y abrazar a las personas?
-¿Si? No lo creo.
-Debía intentarlo. ¿Ahora ya me sueltas? No es que no me guste andar así pero creo que uno de mis brazos cederá y terminaré cayendo encima de ti.
-No sería la primera vez.
-¿Me andas dando permiso? –Consultó haciendo una pequeña flexión con sus brazos, acercándose peligrosamente a sus labios, cuando la ajena cerró los ojos, sonrió internamente para sí mismo, poco a poco iba sorbiendo de aquellos labiales que empezaban a recibirlo poco a poco, con su lengua tanteó el acto de ingresar dentro la cavidad bucal ajena y por sorprender que le pareciera en ése instante, la adversa parecía no resistirse a sus acciones, ambas sinhuesos hacían contacto la una con la otra. Se separaron para el momento en que ambos necesitaron tomar un poco de aire- Cielos… -La respiración de ambos se había agitado un poco mientras el ritmo cardiaco se había disparado sin darse cuenta. Había dos preguntas que atravesaban ése momento por la cabeza del chico ¿En verdad me besó a mi o es a él a quien aún tiene en la mente? En caso de ser yo ¿Sólo lo hará porque está con copas encima? De ser así, no creo que sea buena idea seguir con esto - ¿Lu?
-¿Uhm?
-¿Quién soy?
-Mauricio, el señor ego.  –Dijo con una sonrisa-
-Al menos sabe quién soy, pensó- Y… ¿Ése beso?
-Si no te gustó, me lo devuelves y ya.
-jajajajaja ¿Te escuchaste?
- Sí
-Oh!
-¿Quieres dormir?
-Después de ése beso no estoy seguro de lo que quiero hacer. ¿Te enojas si te beso de nuevo?
-¿Has oído que los mejores besos son robados?
-Sí, pero ése concepto valió cacaguate la primera vez.
-Cierto.
- Entonces ¿Puedo?
- No sé
- Me arriesgaré –Ladeó un poco el rostro antes de volver a coincidir con los labios de aquella, una de sus manos se paseó por sus cabellos, los acariciaba suavemente mientras que aquél beso iba tomando un ritmo mucho más intenso al pasar de los segundos- En definitiva, la mejor noche de todas. –Susurró el muchacho en labios ajenos-
- ¿Sabes? Creo que me estás empezando a gustar, Mau.
- Corrección, la mejor noche de mi vida. ¿Por qué ahora?
- No lo sé, ni yo me entiendo.
- Dicen que los niños y los ebrios dicen la verdad.
- ¿Me andas diciendo ebria?
- ¿No?
- Jajajaja bueno, quizás un poco, me siento mareada.
- Podría aprovecharme.
- Podría pegarte.
- Podría seducirte.
- Podría rechazarte.
- Podría besarte.
- Podría negarme.
- Podría hacerte el amor.
- ¡Hey!
-¿Qué?
- Nada.
-Jajajajaja –Rió divertido al ver el color rojo en sus mejillas, dejando un pequeño beso en los labios de ésta- ¿Qué diría la Suegri si me encuentra así, encima tuyo?
- Probablemente… Que qué esperas.
- Esa no te la creo.
- O te pasaría el condón.
- ¿Enserio?
- No sé, mamá es media rara y por alguna razón… Tú le agradas.
- Es que soy hermoso.
- Y egoso.
- Eso también, pero así te gusto.
- Que no se te suba.
- Se me subió el de abajo.
- ¿Eh?
- Que la bandera se izó , que el muchacho se puso en la posición de firmes, que…
- Jajajaja ya entendí, ya entendí.
- Te tienes que hacer responsable.
- ¿Yo? ¿Por qué?
- Por ése beso
- No fue nada.
- Tal vez para ti.
- No quise decir eso, Mau. –Lo atrajo ligeramente con sus brazos para darle un beso.-
- Cómo lo arreglas. –Mauricio volvió a inclinarse para besar los labios de la chica, aquella mano que al principio había acariciado de manera dulce sus cabellos, ahora yacían en su cintura, levantando ligeramente aquello que llevaba puesto para tocar de manera directa su abdomen, su entrepierna empezaba a rozar con las caderas de la contraria en un suave vaivén mientras que su mano había ascendido hasta alcanzar uno de los senos de la ajena, con sus amplias manos acariciaba aquella zona y un ligero gemido salió para su deleite- Te deseo, Lu. –Susurró deteniendo el beso para recobrar aliento.- Mauricio tú… -El sonido de un celular detuvo su prórroga, el sonido venía desde la sala- Voy yo. –Con la calentura encima, el chico quitó sus manos de dónde estaban y se levantó de encima de ella, caminó a través del pasadizo y guiado por el sonido de aquél aparato, logró encontrarlo.- ¿Quién era? –Cuestionó la muchacha al verlo regresar, en su expresión tenía una imagen de ligera tristeza- Mau, quién era. –Preguntó otra vez- Creo que alguien se acordó a último minuto de que cumplías años. -Suspiró- He de suponer que dejaremos las cosas hasta aquí, ¿Verdad? Iré a dormir al sillón, seguro volverá a llamar. –Le brindó el celular, efectivamente, el mismo volvía a sonar a los segundos y en la pantalla marcaba “Eduardo”- Hey! Mira. –Dijo Lu llamando la atención del muchacho, enseñándole la pantalla cortó la llamada y apagó el móvil- No voy a cambiar a alguien que demuestra que me quiere por alguien que sólo afirma quererme.
- Definitivamente te tengo que embriagar más seguido.
- Arruinas el momento ¿Sabes?
- Asintió acercándose a ella para dejar un corto beso en la frente.- Te quiero demasiado, Lu.
- También te quiero demasiado, Mau. –Palmeó la cama a su lado-
- El niño se quitó las prendas que llevaba puestas, dejándose sólo el bóxer-
- Heeeey! ¿Qué haces?
- Te digo que me gusta dormir desnudo, agradece que me dejo el bóxer.
- Uy no pues, qué manera la tuya de seducirme.
- No te ando seduciendo aún. 

Nota de autora: ¡PREGUNTA! Mejor dicho, consulta. Para la continuación tengo 2 pensamientos diferentes así que dejaré que influyan en mi (??) Quieren que pase algo entre Lu y Mau? ó ¿Aún esperan que en un futuro Eduardo y Lu se encuentren?