miércoles, 22 de octubre de 2014

CAPÍTULO 12: Problemas en el paraiso

-¿Qué es lo que debo hacer? Ésa era la pregunta que en aquel instante rondaba su cabeza, si decidía salirse de su escondite, probablemente Bastian actuaría con total normalidad, pero si no contestaba… No oiría aquella voz que tanto le había hecho falta. – ¡Aah! –Dijo soltando un pequeño suspiro, la decisión estaba tomada, quizás era sólo su cabeza haciéndose ideas locas de un probable engaño hacia el pequeño Hassel, saliendo del lugar donde se ocultaba, se apresuró a contestar la llamaba- ¿Amor? Amor ¿Cómo estás? ¿Pudiste hallar un tiempo libre? Te he extrañado mucho, no sabes cuánto. –Decía con el tono algo melancólico, al otro lado de la línea sólo se escuchaba una risa, muy sútil y delicada para provenir de su pareja- Eduardo ¿Estás ahí? –Repuso de inmediato-
-Oye… ¿Quién es Lu?
-¿Eh? Eso no te importa ¡¿Qué haces con mi celular?!
-¿Quién es Lu?
- Una amiga ¿Contenta?
- Sí. Ops, de casualidad se marcó, creo que está al habla.
-¿Qué? Oye, espera.
-Esa fue la corta conversación que escuchó entre aquella mujer y el que claramente se hacía llamar su novio.- Amiga eh -Escuchó un débil “Am…” antes de que decidiera colgar la llamada. Para aquel momento, de sus ojos ya caían lágrimas que no podía controlar. – Espérame, dijiste. –Susurró sintiendo una fuerte opresión en el pecho-¿Lu? –Escuchó su nombre ser evocado con claridad- ¿Qué ocurre?¿Puedo ayudar? –Consultaba la misma voz con tono de preocupación- Él dijo que lo esperara –Fue lo único que susurraba mientras se aferraba fuertemente al personaje aquél, su rostro se ocultaba en su pecho para que nadie más la viera llorar. Llorar en frente de todos no era digno de su persona, aun así, es lo que único que sabía hacer en ése instante.- Uhm… Ven. –El muchacho separó el cuerpo de la contraria con suavidad, pero la misma volvió apegarse a él, dando como excusa que no quería que la vieran así. Cada vez que lloraba, sus ojos se hinchaban y se ponían rojos, no era precisamente la imagen que quería proyectar.- De acuerdo, entonces ponte estas. –Comentaba el adverso, brindándole unas gafas de sol lo suficientemente grandes como para cubrir parte de su rostro- Bueno. –Repitió la misma, colocándoselas y siguiendo al chico a través de un largo pasadizo, aquel llevaba directo al primer campus.-
- ¿Qué ha pasado? Y no me vengas con eso de “No es nada” que ésa frase ya me la conozco bastante bien.
- Entonces, es mucho.
-Vale, al menos empezamos por algo. ¿Qué es mucho?
-¿Te hago un resumen?
-Si es que quieres llegar a tiempo a clases… Sería bueno.
-Yo tengo un novio, mi novio se fue a NewYork por la empresa que tiene con su padre, hace cuatro días que no se de él y hoy, que me ha llamado… Pues soy su “Amiga”
-¿Cómo que su amiga? ¿Te ha terminado?
-No precisamente
-  Y entonces
- Alguien llamó, una chica, ésa le preguntaba quién era yo y él le dijo “Una amiga”
- Auch
-Sí, auch.
- Pero quizás lo dijo para que no lo molestara. ¿Por qué no esperas a que te llame y te explique?
- ¿Qué me va a decir? Que fue un error, que no era su intención, que me ama y ble ble ble. Está bien que no tenga aaaaños de experiencia, pero tampoco soy boba.

-Creo que debes tomarte las cosas con mucho más calma, pequeña. Tal vez enserio haya una explicación de por medio~ Deja que te llame para que puedan hablar, y en caso de que lo suyo se termine, al menos lo sabrás a tiempo. ¿No lo crees?
- A tiempo~ No se va ni una semana, y ya tiene alguien.
-No saques conclusiones tan de prisa, quizás no sea lo que parece.-Advertía el mayor que con algo de paciencia trataba de tranquilizarla, sacó un pañuelo de su bolsillo y se limitó a secar las lágrimas adversas- Ya no llores, bonita. Enserio, probablemente sólo estaba estresado y dijo lo que  dijo para safarse de la pregunta rápidamente.
-¿De verdad lo crees?
- Es una fuerte probabilidad, pero sólo él puede responder tus dudas así que… Espera su llamada.-De ser considerado un potencial “infiel”, a los 10 segundos ya era el héroe de la menor. Tomó de las manos ajenas aquel pañuelo y se fue secando el rostro lo mejor que podía, sacando el maquillaje restante que se le había corrido-
-Oye ¿Me prestas las gafas?
- Si eso te hace sentir mejor, pues dale.
- Se las doy a Hassel para que te las devuelva ¿Si?
-No te preocupes por eso, te quedan bien, si quieres puedes quedártelas.
-¿Enserio? ¡Genial!
-Qué fácil de contentar eres.
-Oye no~ Sólo que ya no quiero  llorar. Quizás sólo me estoy haciendo ideas.
-Exacto, ahora puedes ir a tus clases, pero apúrale que vas a llegar tarde.
- Tu también
- No tengo clases hasta la tarde, sólo vine a devolverle los libros a mi hermano.
-¿Hermano?
-Sí, mi hermano. Estaba platicando con él cuando te vi llorando y le dije que me disculpara. Luego te lo presento.
-Entendido, ahora sí me voy. Oye, gracias por esto, te debo una-Rápidamente se arregló sus vestiduras y se acomodó un poco el cabello, salió corriendo hasta su aula con el pañuelo en mano, ondeándolo en señal de despedida-
-¡Abierto! Run faster, Lu. Run faster~ -Corrió de prisa antes de que el docente llegara a cerrar la puerta, se acomodó a lado de Sandra, como le era de costumbre.-
- Y eso ¿Porqué llegas tarde?
- Pequeños problemitas.
-Quítate las gafas, te van a retar.
- Nah, el profesor es buena onda. –Comentaba con total tranquilidad mientras sacaba sus cosas del bolso para tomar apuntes-
-Señorita Del Alcazar, quítese los lentes que lleva puestos.
-Te dije
-Calla!
-¿Cómo dijo?
-Que ya mero me los quito.
-Apenas aquella se sacó los lentes, Sandra pudo percibir de que algo no andaba como debía, a la vista estaba que había llorado, ahora la incógnita a resolver era el por qué. Las horas parecían ser eternas y hasta ahora la ajena no encontraba momento indicado para preguntarle ya que salía un profesor, e inmediatamente entraba el siguiente. Las charlas entre ella y la adversa eran esporádicas puesto que los profesores como siempre, las tenían en la mira. No eran las personas más calladas del mundo precisamente. Las horas iban pasando y conforme a ello, el cambio en la actitud de Lu se hizo más notorio. Estaba como que pensativa ¿En qué pensaba?-  Uhm~ -Susurró haciendo una leve mueca con sus labios, quizás lo que Bastian le había dicho era cierto, quizás Eduardo verdaderamente estaba ocupado y sólo lo dijo por decir, esas cosas solían pasar, uno dice mucho sólo para salir del apuro y no repara hasta luego de incidida la situación. –
+ ¿Si o no?
+ ¿Ah?
+ Que elijas entre sí o no
+ ¿De qué?
+ Sólo elije.
+ No(?)
+Pues va, entonces no lo llamo.
+¿Llamar a quién?
+ A Blanca Nieves, es que le presté unos tacones así bien chulos y hasta ahora no me los devuelve.  Y ni qué decir de la Cenicienta, esa se llevó mi vestido de gala y no la he visto ni por el vuelto.
+ Qué graciosa.
+ Luego te cuento
+ Mejor ahora, ya terminó la clase.
+¿Ya?
+ Sí, ya~ ¿Soñabas despierta?
+ Pensaba en realidad.
+ Vamos a mi casa ¿De acuerdo?
-Guardó sus cosas en el bolso y caminó hasta el estacionamiento para sacar su vehículo, de camino a la casa de Sandra, le fue adelantando un poco de lo  sucedido, ella guardaba silencio y escuchaba atentamente. Al estar en su cuarto atinó a decir que quizás fue sólo cosa del momento y que no creía en la posibilidad de que le estuviera engañando, de lo contrario el tono de voz empleado y las oraciones hacia la dama que cogía el teléfono, hubieran sido mucho más suaves. Lu terminó aceptando la teoría de su amiga, tenía razón, durante la llamada no habían dicho nada comprometedor, su mente posiblemente le estaba jugando una mala pasada.-
+ ¿Crees que deba llamarlo?
+ Eso depende. ¿Cuántas llamadas perdidas hay en tu celular?
+ No sé, no lo he vuelto a sacar del bolso.
+ ¿Qué esperas?
-Tomando entre sus manos aquél, busco en el compartimento secreto su celular, al sacarlo había 50 llamadas perdidas-
+ 50 llamadas perdidas ¿Está loco?
+ Por ti, posiblemente.
+ A todo esto… Siempre me has hablado a grandes rasgos de él. ¿Quién es? Necesito nombre, no es justo que tú sepas todo de mí y yo, ni el apodo del chico con el que sales. Por lo que me has dicho, está muy bien posicionado ¿Verdad?
+ Es un hombre mucho mayor que yo, y le conoces.
+ Ay, no me digas que estás saliendo con el carnicero de la esquina, está bien que siempre te de carne gratis pero tampoco tampoco.
+ JAJAJAJAJAJA no es el carnicero, tonta~ Ni el carnicero, ni el lechero, ni el panadero, ni quesero, ni ninguno de ellos.
+ Entonces peor, no conozco a tus amigos fuera de la universidad.
+ De hecho, está dentro de la universidad.
+ Ay, no mames, no me digas que es el Juanito. No creí que estuvieras a tanta falta de amor, yo te presentaré unos así bien buenotes, ya vas a ver.
+ Que no, no es el Juanito.
+ Más perdida entonces. ¿De quién estamos hablando?
+ ¿Te acuerdas cuando me enojé cuando todas babeaban por él?
+ ¡NO INVENTES!
+ Sí
+¡NO! ¡NO! ¡NO!
+ Sí, sí, sí.
+ Es que… ¡NO! ¡NO! ¡NOOOO!
+ Que sí, caray.
+ Bueno, por eso decía que sí.  ¡Concha de la lora! Ni en mi más locos sueños me hubiere imaginado que salías con el profe.
+ Es que tampoco podía compartirlo con todos, su puesto hubiera estado en peligro en caso de saber que anda en amoríos con una de sus alumnas.
+ Pues en eso si tienes bastante razón. Pero rayos, es el profe. Por cierto, en una de sus pruebas me saqué 9, dile que dos puntitos más no afectan a nadie.
+ Oye no, no te pases.
+ Ya me callo. En fin, sería de la idea de que lo llames, sus 50 llamadas desesperadas indican claramente de que necesita hablar contigo.
+ Lo voy hacer, me voy yendo a casa para no coger tráfico. Haces las tareas ¿Entendido?
+ Ya regresaste. Si mamá, si hago las tareas.
+ Boba.
-Con un beso en la mejilla, Lu se despidió de Sandra~ Tomó su motocicleta y fue directamente hasta su casa, al llegar guardó la misma y se metió en su cuarto, tenía el celular en las manos y no se decidía a llamar. Estaba nerviosa, no sabía lo que iba a decir, quizás necesitaba disculparse por el comportamiento abrupto, o quizás sólo necesitaba oír lo que Eduardo tenía para decir.- Esto no es fácil. –Miraba la pantalla como si no tuviera otra cosa más que hacer, de pronto en la misma apareció el nombre del susodicho, con la mano algo temblorosa, contestó la llamada-
+ ¿Estás ahí?
+ No, quien te habla es mi alma. ¿Mi cuerpo? Está enterrado en un mar de lágrimas.
+ Amor, no… No es lo que quise decir aquel instante, la verdad es que estoy presionado por un montón de cosas y apenas tengo tiempo para respirar. Aquella chica que llamó, es una loca que siempre se aparece en la oficina, es la hija de uno de nuestros socios principales y en teoría, tendría que ser amable con ella, pero como ves, tiene un carácter y un comportamiento bastante difícil de llevar. Te amo mucho, tú sabes que es así, no quiero que pienses ni por un solo instante en el hecho de que te puedo dejar, o de que voy a formar otra vida aquí. Te adoro, Lu.
+Quizás mi manera de proceder no fue la adecuada, pero es que… ¿Tú amiga?
+ Lo sé, y me maldije N veces por haber dicho aquella palabra. He estado totalmente desconcentrado hoy, cancelé mis juntas, y me tomé el día libre porque no hacía más que pensar en lo torpe que había sido. Perdón, amor.
+ Estaba preocupada, mis propias inseguridades tampoco me ayudaron demasiado. No te preocupes por nada, todo está bien. Ahora sé cuánto es lo que te importo, 50 llamadas perdidas una no recibe todos los días.
+ ¿Fueron 50? Creo que me excedí un poco. Tienes unas cuantas en el Whatsapp, otras en el inbox del facebook, un par de mensajes en twitter y … Mejor no revises el Gmail.
+ -Una fuerte carcajada fue arrancada de los labios de la menor al oír todo lo que su novio le decía- Te amo, mi cielo. Prometo solemnemente no volver a desconfiar, espero que todo te vaya bien en el trabajo~ No te olvides de llamarme ¿Si? Ya extrañaba escuchar tu voz.
+ Lo prometo, perdón por eso, apenas llegaba a la cama y me dormía. Me organizaré mejor, pequeña.
+ Espero que tengas una bonita semana, me mantendré en comunicación ¿Si? Tengo que contestar una llamada de la oficina, te hablaré pronto, princesa. Te amo, no te canses de esperar por mí.
+ No lo haré, hasta luego mi amor. Que todo te salga de maravilla, te amo, y mucho.
-Ahora sentía que el alma le regresaba al cuerpo, había podido escuchar la voz de su amado y cualquier tipo de duda que pudiere haber tenido minutos previos, estaban del todo despejadas. Se tiró a la cama y sonrió dulcemente. Aquel delicioso placer de descanso no le duró lo suficiente cuando escuchó el timbre sonar- ¿Quién? –Dijo mientras caminaba a lo largo del pasadizo- ¡Hassel haciendo acto de presencia! –Escuchó desde el otro lado de la puerta. Una sonrisa enorme volvió a formarse en sus labios, abrió la misma y lo hizo pasar-
+ Hola mi bonita. Estaba pensando en que eres tú la persona idónea para ayudarme con un problemita chiquitito. –Comentó juntando su dedo pulgar y el índice-
+ ¿Qué tipo de problema? Te advierto que soy mejor en lengua que en números, ni hablar con la física, la química, la aritmética, geometría, trigonometría y esa tira de trías.
+ No no, no es nada eso, para eso tengo a Bastian. Lo que ocurre es que  va ser su cumpleaños y necesito con urgencia urgenciosa, pensar en un regalo bien bonito. Pero no se me ocurre qué~ ¿Te puedo confiar algo?
+ Lo que quieras, pero mejor vamos a mi cuarto que ahorita mamá ha de estar por llegar y no tendremos mucha privacidad.
+ Si que sí. Entonces… Como iba diciendo, hay una sola cosa que no le he dado Bastian, pero tengo miedo de dárselo.
+ Te refieres específicamente a…
+ Tú sabes, un hombre, mas otro hombre, un cuarto solos…
+ ¿Te refieres a que no han tenido intimidad?
+ Justo eso, entonces pensaba que quizás podría ser yo,  su regalo. Después de todo, estoy bien chulo ¿Qué no?
+ Demasiado.
+ Tú qué opinas ¿Debería hacerlo? Quizás te preguntarás porqué es que recurro a ti, y no quiero ser molestia viniendo muy  seguido pero es que no tengo alguien en quien confiar éste tipo de asuntos. Si le digo a mamá, que de por sí me detesta, seguro me bota de la casa por “inmoral” como ella dice, y los chicos de la escuela no son un pan de Dios y los de la academia, pues no me dan confianza. ¿Verdad que puedo confiar en ti? Esta vez sí, promesita de Dioh que no vuelvo a molestarte tan seguidito, pero ayúdame ¿Sí?
+ No tengo inconveniente alguno en el que vengas a visitarme, eres bienvenido cuando quieras, pero llámame antes para asegurar de que ando en casa ¿Vale? Con respecto a tu pregunta, creo que la primera vez es algo muy importante, tanto para las chicas como para los chicos, entonces… Tienes que evaluar cuánto lo amas y estar abierto a posibilidades, uno nunca sabe lo que pueda suceder mañana. Si realmente quieres que sea el primero por todo aquello que sientes, estoy segura de que se sentirá muy contento con un regalo tan divino como tú, pero si tienes alguna duda acerca de sus sentimientos, entonces diría que es preferible elaborar algo más, la creatividad es grande y seguro podrías hallar otro regalo magnífico.
+Es que, en verdad quiero hacerlo con él, muchas veces me ha tocado, es decir, las caricias han sido intensas en momentos donde hemos estado solos, aún así, nunca ha pasado más porque, no sé, supongo que él no cree que yo esté lo suficientemente listo para dar aquel paso.
+ ¿Te preocupa?
+ Me preocupa no poderme parar al día siguiente –Admitió con gracia el menor-
+ ¿Cuándo es su cumpleaños?
+ Mañana. ¿Crees que me deba vestir de manera especial para motivarlo?
+ Eso depende. ¿Sabes qué le gusta?
+ Pues no, pero se pone más cariñoso cuando ando de uniforme.


sábado, 11 de octubre de 2014

Capítulo 11: Siempre quise un amigo gay

¿Cuántos días van? ¿Tres ya? Demonios, parece como si  le hubiera visto por última vez hace un año ¿Cómo es que voy a lidiar todo este tiempo sin él? Creo que no debí acostumbrarme tanto a su compañía, todo parece eterno~ ¿Qué estarás haciendo Edu? ¿Por qué no te has reportado conmigo hasta ahora? ¿De verdad estás tan ocupado? –Se hacía un montón de preguntas mientras continuaba de camino a la biblioteca. Hace tres días Eduardo había partido, y como era de esperarse, Lu se había saltado clases para irlo a despedir al aeropuerto. Las últimas palabras de éste fueron “Espérame, princesa” Palabras que fueron seguidas de un corto beso del mismo- Ah! De verdad te extraño, te extraño muchísimo. –Continuaba pataleando cuando un pequeño golpe en el hombro le hizo trastabillar y caer al piso.- Lo siento, lo siento, andaba distraída. –Dijo como disculpa, de pronto escuchó una voz masculina que respondía con un “No te preocupes, yo también lo estaba”. Al ver que los libros del contrario habían caído al suelo, se apresuró en ayudarlos a recoger-Aquí tienes, discúlpame. –El contrario recibió con cortesía sus cosas y sonrió para ella- Insisto, no debes preocuparte. -aclaró-¿Ibas para la biblioteca? –Cuestionó la chica con ese dulce tono de voz que poseía- Así es, ¿Cómo sabes? –no faltó en recalcar el adverso- Por tu carné de  biblioteca, se te cayó también, toma. –Con un brazo sujetando los libros y con la otra mano libre, tomó su carné y volvió a sonreír- Soy Bastian, un gusto. –Dijo el mismo como una pequeña introducción- Mi nombre es Lu, el gusto es mío.  –correspondiendo al saludo, continuó- Bueno Lu, no pretendo ser descortés pero tengo cosas que hacer, tal vez te vea luego. ¿Vas a la nacional? –se apresuró antes de aventurarse a la biblioteca- Sí, turismo y hotelería, pabellón 2~ -Dijo casi en un pequeño gritillo al ver que se alejaba- Copiado, compañera. –Expresó como último el chaval-
Cielos… Si que era bien simpático. Bastian eh, no lo había visto antes. –Encogiéndose un poco de hombros, siguió su camino.- ESPEREN! Yo iba a entrar a la biblioteca.-Pronunció frenando de golpe- Pero… Si entro quizás piense que le voy siguiendo, que soy una loca muchacha acosadora. Mejor voy a la de cuadra siguiente. –A paso tranquilo caminó hasta la siguiente intersección e ingresó a la biblioteca, sacó aquellos libros que necesitaba para terminar con el material que le había dejado un docente, al menos los minutos que estudiaba le servían para tener la mente despejada de todo tipo de pensamiento- Entonces con que así era el asunto –vociferó en voz baja cuando pudo comprender un poco más de lo que se trataba el tema en investigación, teniendo casi todo sus apuntes mucho más claros, se apresuró a recoger sus cosas y guardarlos en su cartera, cuando iba a saliendo, abrió la puerta de golpe y sintió como si algo hubiera chocado con ella, despacito fue abriéndola cuando vio que un muchacho se sobaba con inquietud la zona de la frente-
+Rayos,esto… Amigo, ¿Estás bien?  Lo siento, perdón, ando bastante torpe hoy día. –Replicó mientras dejaba sus cosas y lo ayudaba a levantarse-
+ Ah! Descuida, no es nada, no es la primera vez que me pasa –canturreó de manera risueña- Soy Hassel. –Respondió con toda la confianza del mundo. Lu, un poco extrañada por la actitud tan suelta del contrario, sonrió amablemente-
+Soy Lu, es un placer Hassel. De nuevo… Disculpa. –Intervino un segundo-
+No es nada, cielo. –Asumió a contestar el contrario, de pronto Lu lo había comprendido todo, aquel muchacho, era la cosa más gay y dulce de todas. Con un poco más de soltura, le pasó lo que había llevado en las manos y que por el inevitable golpe, habían caído al suelo-
+ Oye, nos conocemos verdad? –Repuso el chico-
+ ¿Lo hacemos? –respondió la chica con duda-
+Claro, tú eres la que vive a dos casas de la mía, la que tiene la motocicleta ¿Cierto?. –Al parecer, aquel niño la conocía bien. Sin embargo, Lu nunca se había percatado de su presencia-
+Sí, esa misma. –Añadió sonriendo con la mirada-
+Siempre quise subirme a una moticleta, pero mi madre no me deja, que es para hombres, dice. Y… ¿Qué soy yo? ¿Acaso no tengo mi cuestión abajo?
+–Lu echó a reír divertida al escuchar el comentario del adverso- Creo que tienes un muy buen punto a tu favor. –Respondió esta vez mucho más entretenida-
+ Uhm… ¿Trajiste tu motocicleta? ¿Me das una vuelta?
+ –Aquella confianza que le demostraba, la hacía sentir un poco extraña, pero aún así, no le dejaba de parecer tierno- No la traje hoy, pero si deseas puedes pasarte a mi casa cuando sea y salimos a dar un pequeño paseo.
+ ¿Te puedo tomar la palabra?
+Claro que sí.
+ Entonces supongo que nos veremos pronto, cuídate Lu.
+Cuídate mucho también, regresa con cuidado, ya está oscureciendo.
+Oh!  Ni te preocupes, mi novio va a pasar por mí.
+ Oooook, a ver si algún día me lo presentas.
+ Si quieres nos podemos ir juntos los tres, ya no debe tardar en venir. Yo… Me olvidé mi carné en la mesa, voy, lo recojo, y regreso. ¿Me esperas?
+ Ve ve, lindo~  -Lu estaba impactada, tenía muchas cosas que hacer pero en definitiva no se perdería una oportunidad como ésa, había soñado años de años con tener un amigo gay y ni sabía que dentro de su cuadra había uno. Muy en particular, podría conocer a su novio, se preguntaba qué tipo de chico era, no creía en la posibilidad de que fuera más dulce que él, quizás era uno mucho más serio. ¿La haría de pasivo?-
+ Ya llegué ¿En qué pensabas?
+ En nada importante, en una que otra cosa que tengo que hacer para mañana.
+ Ya veo, entonces… ¿Lo esperamos afuera? Le diré que tengo una nueva amiga y que no se demore mucho. –Comentó mientras tomaba el celular entre sus manos y se apresuraba en escribir un mensaje de texto-
+ Vaya que eres lindo~ ¿Cómo es tu pareja? –Cuestionó de pronto, sin duda interesada en el tema-
+Veamos… Él es alto, simpático, un poco serio, a veces demasiado, pero sin duda, me quiere mucho. ¿Tú tienes novio o novia?
+ Un novio, sí. Ahora está en New York, pero vendrá apenas termine de arreglar unas cuantas cosas con la empresa que tiene allá.
+Waooo, entonces he de suponer que es mucho mayor que tú. ¿No es así?
+  Se podría decir que sí, pero si le vieras… No lo parece.
+ Espero que regrese pronto, quizás podríamos salir los cuatro. No sé, ¿Qué opinas?
+ Pues… Apenas me comunique con él,  le diré que tenemos una cita pendiente con unos buenos amigos.
+ ¡Genial! –Dijo el muchacho con emoción, a los segundos salía de sus labios un pequeño chillido- ¡Amoor! –Aquel había saltado a los brazos de quien Lu suponía, era su pareja- Mira mira, ella es mi nueva amiga…

*Hola Lu –Espetó el contrario-
+ Santitos ¿Se conocen?
º Algo así, digamos que tropecé con él cuando iba de camino a la biblioteca~ Por eso dije que andaba algo torpe el día de hoy.
+Pero qué pequeñito es el mundo. Pues va, él es mi hombre. –Dijo el ajeno, quedándose colgado cual changuito de su acompañante-
º Que son bien monos ambos, es un placer haberles conocido.
*No pretendo cortar charla pero hay mucho de camino ¿Qué les parece si caminamos y conversamos?
-A diferencia del que era su cuasi vecino, su pareja era mucho más seria y hasta cierto punto, varonil. Era un muchacho simpático en cuestión física, pero su seriedad era como una especie de barrera que sentía que no encajaba muy bien con la del primer mencionado. “Los opuestos se atraen” recordó fugazmente mientras iba de camino a casa, durante el mismo, la conversación se hizo un poco más amena y divertida por las ocurrencias que soltaba Hassel, sin duda era un chico con demasiada vitalidad.-
+ Y así fue como los ovnis me secuestraron –Concluyó Hassel con una risita enternecedora, a lo que tanto Lu y Bastian respondieron con un ¿QUÉ?-  Jajajaja, nada nada, sólo me cercioraba de que me estuvieran escuchando. A veces hablo mucho, o eso es lo que Bastian y mamá dicen, la neta no estoy muy seguro de que si les agrade, a veces parece que sólo me dan por mi lado. –Comentaba con un pequeño mohín en los labios-
*Siempre te escucho, amor~ Y si me demoro en responder es porque de todo lo que me dices… No sé sinceramente por dónde empezar. Sabes que soy un hombre de pocas palabras. –Resolvió a contestar el mismo, dejando un pequeño beso en las mejillas de Hassel-
ºHermosos que son. –Comentó Lu con una sonrisa de oreja a oreja-
+¿Verdad? Yo también le digo a Bastian que hacemos una pareja bastante bonita.
-Después de una media hora, Lu llegó a su casa, escoltada de aquellos dos bellos ejemplares del sexo opuesto. Si algo debía reconocer, es que ambos estaban tal y como querían.-
+ Chau, Lu. Luego luego me paso por tu casa para hacer lo que quedamos ¿Va?
º De acuerdo, lindo. Te estaré esperando~ Todas las tardes ando aquí metida.
*Hasta pronto, Lu. Que pases buenas noches –Se limitó a comentar el contrario-
-Hassel del todo emocionado empezó a agitar su manita cuando la vio entrar a su casa, la muchacha correspondió al dulce gesto antes de cerrar la puerta principal.-
º Vaya menudo día, eh. Pero qué lindo muchachito me tocó conocer.
+ ¿De qué muchachito hablas? –Cuestionó su madre mientras lavaba los trastes-
º Buenas noches má. Pues de un chiquito que vive a dos casas de la nuestra.
+ ¿Te refieres a Hassel? Ése pequeño es bastante curioso, bastante… Amaneradito.
º Ay lo sé, es tan lindo. Es gay, mamá~ Hace raticos me dejó en casa, con su novio.
+Ya me lo sospechaba, parece ser bueno~ Siempre es muy educadito cuando me ve pasar.
º Es bello.  
+ ¿Ahora resulta que te gustan los gays?
º  Hahahaha, no es eso mamá, sino que es recontra tierno. Le dije que viniera a casa cuando quisiera, quiere salir a pasear en la motocicleta.
+Bueno, es bienvenido cuando desee. Sé que su mamá no le tiene mucho aprecio, o eso es lo que he podido ver las veces que me los he cruzado.
ºSupongo que no es fácil de aceptar su opción pero Hassel es una chulada de hombrecito.
+ Veo que te has quedado muy impactada con el jovencito aquél.
º Ay sí, el que no me convence demasiado… Es su novio. Es como que muy serio, nada pero nada parecido a la manera de desenvolverse de Hassel. Pero bueno, al menos se ve que se quieren bastante.
+ Es asunto de ellos, Lu. Por otro lado, ¿Te sirvo la cena?
º Por favooooooooor, estoy muriendo de hambre.
-Su madre asintió a la petición de aquella y de inmediato se puso a servir en el plato. Teniendo la mesa acomodada, se pasaron a sentar y a compartir juntas el alimento. Hablaron de cómo les había ido en el día, Eduardo también fue tema de conversación y entre otras cosas banales que había ocurrido. Al terminar, se levaron los platos y Lu se fue hasta su habitación para terminar de hacer los trabajos que había llevado retrasando por uno u otro motivo.-


Ah~ Calla-Susurró somnolienta al escuchar su despertador sonar- callaa, caaalla, CAAAAAAAALLA maldita cosa de Satán. –Dijo más despierta al tener que levantarse para apagar el despertador, no había dormido mucho y su humor precisamente no era el mejor de todos-
-Oye Lu, Hassel está aquí~ Dice si lo puedes llevar a la escuela.
+ Ése pequeño enserio se tomó mi palabra. –Pronunció más animada- Dile que me baño rápido y salgo, mamá.
-La chica metió rápidamente sus cosas en la cartera, tomó la toalla  y se dio una buena ducha, cogió veloz una prenda que otra y salió con el cabello un tanto mojado ya que no le había dado tiempo de secarlos-
+Hola Hassel, qué lindo es verte por aquí.
+ Buenos días, Lu. Espero que no te molestes, pero ya que me ofreciste que me pasara… Me preguntaba si podías llevarme a la escuela. Promesa de Dioh que es la primera y la última vez que vengo tan tempranito.-Repuso con sus manitos en posición orante, como si se tratara de una súplica-
+Oh, no te preocupes, no es molestia alguna. Aún voy temprano para la u y me queda de camino tu escuela. Qué guapo te ves con uniforme
+ Ah! Vaya que lo sé, yo soy una chulada de tipo.
+ Y muy modesto por lo que puedo ver.
+ Es parte de mi naturaleza. –Respondió entre pequeñas risillas el menor-
+ Oye, espera unos segundos ¿Vale? Me preparo unos sándwiches para la universidad y enseguida te llevo.
+ Copiado, cielo.
-Lu se dispuso hacer lo anteriormente mencionado, preparó su sándwiches, en una botella llevó un poco de té y lo llevó en una pequeña lonchera-
+ Andando pequeño.
-De un solo brinco el ajeno se paró del sillón, tras despedirse de la mamá de la chica, la siguió por detrás-
+Uhm… ¿Hace cuánto que conduces?
+ Desde que estaba en tercero de media~ Las motos siempre implicaron una pasión para mí, son como poder sentir la adrenalina, la frescura del viento en tu cara. Es bonito~
+ Eso es lo que pienso yo, se debe sentir bien padre.
+Ya sabrás lo que se siente. Ándale, sube~ No tengo otro casco, sólo éste de color lila ¿Te molesta?
+No, para nada. El lila es uno de mis colores preferidos.
+Perfecto entonces.
-Una vez que estuvieron encima del vehículo, la ajena encendió el motor y salió de la cochera rumbo a las calles, el menor estaba bastante emocionado, tanto que abría sus brazos de par en par al sentir la brisa del viento-
+ Me siento como Rose en Titanic.  
+ Hahahaha, sí que eres ocurrente.
+ Seguro piensas que soy  muy  gay ¿Verdad?
+ Eres dulce, es así como te veo.  Siento que podemos ser muy buenos amigos~
+ ¿De verdad, Lu?
+ Claro que sí, como mi amiga suele decir a los chicos que les tiene mucha confianza… Serás mi amiga con pene.
+ -El muchacho soltó una carcajada al escuchar las palabras de Lu- Entonces, tú serás mi amigo con bubis.
+ ¡Hecho!  Ahora principito… Puede bajarse que ya hemos llegado.
-El menor de inmediato bajó de la motocicleta y se quitó el casco para devolvérselo- Muchas gracias por traerme, te debo una ¿Si?
-La adversa iba a responder cuando escuchó ciertos murmullos por parte de los compañeros del ajeno. Aquél inevitable “Uuuuuuuuuu”. Uno de aquellos, pasó el brazo por el hombro de Hassel y miró a Lu- Oye, amigo mío ¿No me la presentas? –Repuso el confianzudo muchacho. “Niños con las hormonas alborotadas” pensó Lu- No, ella es sólo mía, querido. –Repuso el risueño muchachito, safándose de la posición en la que estaban-

+ Nos vemos más tarde, bonito mío. –Repuso un antes de poner la motocicleta en marcha, alejándose de aquel lugar.- Ése niño realmente es un encanto ¿Cómo puede haber alguien tan así? Ah! Ni yo, que soy chica. –Avanzó apenas un par de cuadras y ya se encontraba en la universidad, un poco más temprano de lo usual pero aquello le serviría para poder tomar el desayuno, bajó de su vehículo a motor y lo aseguró antes de irse a su pabellón.- I need a miracle, I need to be your girl(8) –canturreaba tras conectar los auriculares al celular, de pronto vio una sombra muy conocida, era Bastian.- HO… -Guardó silencio de repente cuando lo vio en compañía de otro muchacho, con su alma de espía, se quedó detrás de uno de los arbustos para poder vigilar el comportamiento del contrario, que desde su punto de vista, era demasiado “amical”. El celular vibró en sus manos, era Eduardo-