Un día más, un día menos, ¿Cuál es la
diferencia entre uno y otro? –Se cuestionaba la menor -Todo estaba volviendo al
punto donde empezó, después de unas semanas de que habló con Eduardo y todo era
color de rosa… Las llamadas volvieron a ser esporádicas y los mensajes de
buenas noches una simple formalidad. - ¿Qué nos está pasando? –Se cuestionaba
nuevamente como si aquellas preguntas se fueran a responder solas, tenía miedo
de perderlo, eso era lo que menos quería, muchas veces había intentado llamarle
pero el único consuelo que escuchaba era el contestador con su voz.- Ganas de
viajar hasta allá, no me han faltado, pero ¿Qué se supone que debo hacer?¿Dejar
la carrera, ir a perseguir a mi enamorado de ensueño cuando aquél ni se
comunica mediante señales de humo? No, en definitiva ésa no era una opción. -Aquellos
pensamientos no dejaban de acosar la cabeza de aquella así que en un intento desesperado… Decidió que
era hora de salir a buscar un poco de diversión.- ¡Hassel! –Rápidamente aquél
nombre vino a su mente, quizás podían salir por ahí, estar al lado de ése
pequeño siempre le ponía de buenas. Aún recordaba cuando mediante brinquitos
tocó su puerta y entró corriendo a tenderse en su cama para contarle lo bien
que le había ido en el encuentro con Bastian, pero que sin embargo, el traste
no dejaba de dolerle, reía al recordar aquella escena, quizás daba demasiados
detalles, muchos más de los que hubiera querido saber pero al menos estaba
segura de dos cosas; 1, Bastian la tenía jodidamente grande, expresas palabras
del menor y 2, nunca se dejaría hacer la pose del “Perrito”- Veamos, algo
casual pero bonito, casual pero bonito. –Se repetía a sí misma mientras que iba
hasta su cómoda y sacaba un pantalón de color blanco y un polo de color negro
al estilo “Rocker”, se colocó aquellas botas planas que tenía porque si
caminarían… En definitiva no sería con tacos. Alisó su cabello, quería salir de
lo trivial con aquellas ondas siempre bien marcadas, un poco de rímel,
delineado en la parte de abajo, brillo en los labios, creo que eso era todo,
estaba lista, apenas estuvo conforme con su imagen, cogió el teléfono y buscó
el número del muchachito entre sus contactos-
+Hola ¿Hassel?
+¡Luuuuuu! ¿Cómo estás? Pensarás que soy
ingrato ¿Verdad? Perdón por no haber llamado pero es que estaba en exámenes y
tenía la cabeza hecha todo un lío.
+Oh, no te preocupes, cariño. Por cierto, te
llamaba por otro asunto ¿Desearías salir conmigo hoy? Es que no ando de muy
buen ánimo y quiero hacer algo más interesante que mirar el techo de mi cuarto.
+Lu… Este… Yo… Bueno… Verás, Bastian y Yo
quedamos en salir esta noche a una discoteca y pasará por mí en un rato pero si
quieres… ¿Por qué no te nos unes?
+No pretendo incomodar, mi pequeño, fue tonto
pensar que no tenías planes ya armados, después de todo es sábado en la noche.
+Enserio, Lu, vente con nosotros, quizás hasta
te sea divertido.
+¿A qué discoteca irán? Y…. ¡Espera un segundo!
¿Tú no andas muy pequeño para ir yendo a discotecas?
+-El menor se rió a través del celular- Es que
es algo así como una chicoteca, es de ambiente, si sabes a lo que me refiero.
+O sea que ni esperanzas de encontrar un hétero
–Se atrevió a comentar mediante risas- Vale, de todas maneras no es que quiera
ver machos con la baba caída.
+ Eso es porque eres bonita, si no me gustara tanto
Bastian… Te invitaría a salir.
+ Uy, no pues, pero qué coqueto me salió el
niño~ Y además resulta ahora bisexual?
+Jajajaja, por ti, hasta hétero.
+-Una carcajada fuerte salió desde la garganta
de la chica, no se imaginaba aquella cosita siendo macho rudo,- Bien bien, me
convenciste, los acompaño pero yo me voy por otros lares para no interrumpiros
¿Vale?
+Entendido, voy ahorita a tu casa para que
Bastian nos recoja de allí, además así le ahorro el disgusto a mi madre de
tener que ver “Al tipo que me da por el culo”
+Tu mamá no cambia Eeh? La mía muere por
adoptarte, en fin, te veo aquí pequeño travieso.
-No acaba ni de cortar la llamada cuando
el timbre de la casa sonó-
+ ¿Ibas de camino aquí o porqué llegaste tan…?-Rápidamente se calló
cuando al ver que el que andaba en la puerta, no era Hassel-
+ Tú ¿Qué haces aquí?
+ Esas no son formas de recibir a los
invitados, bonita.
+ ¿Y quién rayos te ha invitado a que vengas?
+ No te pongas tan brava conmigo, ¿Quieres? Sé
que te sigo gustando y que no has podido superarme, decidí darte chance.
+ -Rueda los ojos inevitablemente- Pff, por
favor, ¿Quieres dejar de vivir en el pasado?
+ ¿Me vas a decir que ya no sientes nada al
verme?
+ Ni coña.
+ Pero qué boquita la tuya, te recordaba más
inocente.
+ ¿Quieres largarte de una buena vez? Estoy esperando a alguien.
+ Si me sigues tratando así, no volveré a
visitarte, preciosa.
+ ¿Y quién mierda quiere tu pinche visita?¿Ya
te cansaste de joder a tus putas?
+ Amigas con derecho, niña. Pero no te pongas
celosa, tú también puedes ser una de ella si lo deseas.
+Enserio estás colmando mi paciencia, ¡LARGATE!
-Gritó fuerte, cómo desearía que su madre
estuviera en esos momentos para que pudiera sacar a aquél susodicho a escobazos
de la casa, su cara estaba completamente roja de furia cuando escuchó que
alguien se acercaba cantando entusiastamente hacia la puerta-
+ Lu, ¿Estás lista para…?
-Oye ¿Quedaste conmigo y ya tienes compañía? –Preguntó
el menor haciendo pucherito en los labios-
+ ¿Así que éste mariquita es tu brillante cita?
+ Escúchame jodido hijo de la reverenda
chingada, no vas a venir a mi casa a insultar a mis amigos y que no me has
escuchado ya? ¡QUIERO QUE TE LAR-GES!
-Hassel se había quedado detrás de la imagen de
Lu, pero estaba claramente cabroneado por aquél apelativo que había utilizado
el sujeto ése para con él, otro “Homofóbico” la historia de su vida.-
+ ¿Pasa algo aquí? Los gritos se escuchan desde
media cuadra. –La voz varonil de Bastian interrumpía el suceso, Hassel por su
parte no tardó en ir con él y abrazarle
fuertemente por la cintura-
-Y ése pequeño es que el que se volvería hétero por mi –Decía internamente
la involucrada mientras sonreía al verlo juntos-
+Lo que me faltaba, otro marica. –La voz
petulante de aquél se hizo oír de nuevo.-
+ Mucho más hombre que tú –Respondía Bastian
con claro tono de molestia- ¿Quieres que lo saque de aquí? -Decía mirando a la única chica de la
habitación-
+ Botarlo es lo único que he querido hacer
desde que entró –Respondió sin duda.-
+ Yo me encargo, disculpa mi amor. –Le decía a
Hassel mientras le dejaba un beso en los labios, satisfacción de algunos, asco
por parte del otro.- Mira cabrón, si una chica te pide que te vayas, te vas ¿Entiendes?
–Decía fulminándolo con la mirada, Bastian era más alto y más fornido que su
contrincante-
+ Vale vale, me largo, tú te lo pierdes,
muñequita. –El sujeto salió a paso tranquilo y se subió a su moticicleta
haciendo humo al salir-
+ Pero qué cabrón~ Después de tantos años viene
a joderme la vida.
-¿Quién era ese?
+Un ex mío, Hassel.
-¿Saliste con ése cabrón?
+En mi defensa, no era tan cabrón cuando lo
conocí. A decir verdad era un chico humilde, estudioso y bien portado, ni la
sombra de lo que es ahora. Sus papás con esfuerzo sacaron un negocio adelante
que en un tiempo fue un boom y como todo niño… Se empezó a creer superior al
resto, por la misma razón terminamos. No tengo ni la menor idea de lo que ha
venido hacer aquí después de todo lo que pasó.
-Entiendo, en fin, no te preocupes bonita, hoy
día vas a mover el bote y te divertirás con nosotros. ¿Verdad mi amor?
*Verdad, mi niño. –Aseguró Bastian que se había
quedado escuchando el resumido relato de la menor- Lo bueno es que de nuevo hay
paz y como dice aquí mi pequeño, esta noche nos vamos a divertir.
+ Ah, Bastian, muchas gracias de verdad, siento
que te debo más de una.
*Sí, dos, para ser exactos.
+Jajajaja está bien, yo invito los tragos hoy.
Pero tú, tú tomas leche o gaseosa ¿Me oíste?
-Si, mamá. –Respondía el menor de todos
haciendo pucherito de nuevo-
+Bien bien bien, bien, todos vamos ahora a
continuar nuestro planes.
*Dentro del auto, los dos.
-Lu por su parte cerró muy bien las puertas de
su casa y dejó una nota a su madre para que no se preocupara por nada, era la
primera vez que iría a una de esas discoteca y estaba un poco emocionada, con
tal de no ver a chicas besándose… Todo estaría en orden. No es que tuviera algo
en contra de ellas, para nada, es sólo que no compartía aquella opción sexual-
¿Ya estamos cerca? –Se atrevió a preguntar, de pronto Bastian estacionaba y dio
por sentada su respuesta, cuando el auto estuvo completamente detenido, bajó
del mismo, caminaba a lado de aquellos dos apuestos hombres, el guardia los
dejó ingresar de inmediato y tal como lo había pensado… Las luces sicodélicas
cubrían cada rincón del lugar, el humo también era algo bastante común, se veía
bueno, había muchas parejas bailando en la pista, tanto hombres como mujeres,
otros andaban besándonse en las esquinas y otros tocándose un poco más de lo
que deberían si es que querían mantener la calma en espacio público.-
+Tierra llamando a Lu, tierra llamando a Lu. –Repitió
Hassel haciendo que saliera del trance en el que por unos segundos, si es que
no fueron minutos, estuvo sometida.-
+ Lo siento, cielo, es que me parece muy
llamativo.
+Yo también me asombré la primera vez que vine
¿Sabes? Espero no te resulte incómodo ver a tanto macho besándose o
acariciándose.
+ ¿Bromeas? ¡Es el paraíso! Nadie me pela y me
desviste con la mirada.
+ Ésa es la chica positiva que conozco.
+ Ya sabes cielo, seré la loca hetero que se
apoderará de la pista de baile.
-Los tres en conjunto se acercaron a la barra y
pidieron diferentes tragos, Hassel pidió gaseosa por orden y mandato de la
chica en cuestión. Tenían una conversación amena sobre muchas cosas, las
ironías y ocurrencia del más pequeño siempre sacaban risas, se la andaba
pasando bastante bien-
+Oye linda, quieres bailar. –La voz de una
chica la sacó por completo de la misma órbita-
+Bueno… Yo veras… -Hacía lo mismo que el
pequeño cuando no podía encontrar algo que decir-
-Ella es hetero, cariño. –Comentó Bastian-
+Como que se nos unieron hoy ¿No? En ése caso
creo que tengo a otro corderito que anda perdido en éste limbo de tanto hombre
que lo desea y tanta mujer que lo rechaza. ¿Por qué no vienes y al menos así se
le quita la cara de amargado?
+ ¿Es tu amigo? –Consultó Lu-
+Sí, cariño, con confianza, no muerde.
+Bueno… Hassel, Bastian, los dejo solos para
que platiquen ¿Va? No se vayan a ir sin mi, me avisan cuando planeen regresar a
casa.
-Ambos asintieron y con algo de nerviosismo la
otra seguía a la muchacha que hasta hace unos segundos había querido bailar con
ella, tenía el cabello rubio, a la vista teñido puesto que sus raíces eran
castañas, no le quedaba nada mal, éste caía hasta su cintura y era lacio total,
era un poco más alta nada más, o quizás se debía a los tacos que llevaba
puestos, cuando llegó a una mesa pudo percatarse a un hombre totalmente
incómodo rodeado de un montón de mujeres que no dejaban de comerse las unas a
las otras –
+Oye guapo, te traje a tu salvación. –Exclamó la
mujer- Es de las tuyas
*Bendito sea el señor –Añadió parándose de
inmediato para tomar la mano de aquella y plantar un beso en el dorso de la
misma- Mauricio, un placer.
_El placer es todo mío, soy Lu. ¿Incómodo eh?
*No tienes idea. –Aseguraba mientras la miraba
de arriba abajo, no era una mirada acosadora como la de los demás hombres, sino
una mirada tranquila.-
_¿Cómo fuiste a parar aquí? –Consultaba mientras
examinaba al muchacho que seguía parado enfrente suyo, tenía los ojos color
miel y las pestañas risadas, unos dientes pulidos y blancos y unos preciosos
oyuelos que se le formaban de lado a lado cuando sonreía.-
*Larga historia~ La chica que te trajo, es mi
mejor amiga, me dijo que nos divertiríamos mucho y me trajo a éste lugar de lo
que puedo gozar, son de los trago. Uhm… Creo que no era tan larga. ¿Y tú cómo
es que llegaste aquí?
_ Pues andaba aburrida, mi pequeño vecino
sugirió venir, no tenía mucho que hacer, me convenció, y heme aquí, hombre.
*Ya veo, ya veo. ¿Deseas sentarte?
_ No hombre, me gusta estar parada cual farol –Respondió
con simpatía a lo que los dos rieron divertidamente, la noche se pasó así entre
risas y risa, aquél chico era tan ocurrente que creía no haber existido
instante en el que al menos, no
sonriera. A diferencia suya, aquél personaje parecía contar con muy buenos
recursos económicos ya que estaba estudiando en la segunda universidad más
prestigiosa de la localidad, privada, obviamente. ¿Carrera? Ingeniería civil,
cursante del 3 año. ¿Algo tenían los hombres mayores que le atraían tanto?
Quizás su madurez y soltura. ¡Espera! Hace un stop en su mente ¿Dije que me
atrae? No no, es simple simpatía, es eso. –
+Luuuuu, ya nos vamos, ya es tarde ¿Te vienes? –Preguntaba
Hassel con Bastian atrás rodeándole de la cintura-
_¿Qué hora es, cariño?
+Pues ya casi las 4.
_Coooooooño de mi madre, esta vez sí me desheredan.
*¿Enserio te tienes que ir?
_Si es que quiero vivir para contarlo, sí.
*¿Me das tu número?
_Bueno… Yo… Es que… -Lo estás haciendo de
nuevo, Lu. Canturrea su subconciente.-
*Dale –Rápido tecleó su número en el celular
del muchacho y se alejó con Bastian y Hassel del recinto. –
+Muy entretenida ¿Uhm? –Cuestiona el más
pequeño con una mirada pícara mientras la observaba desde el retrovisor-
_¿Qué te digo? Es un chico muy interesante
+ Y, simpático. –Agregaba sin dudar, avivando
leña al fuego.-
-¿Qué dijiste mi amor? -Preguntaba Bastian, al parecer un tanto
celoso de lo que había pronunciado éste segundo atrás-
+Que tú eres el amor de mi vida y que quiero
hijos contigo. –Decía dulce el menor, quitándose el cinturón unos segundos para
dejarle un beso en su mejilla-
-Eso pensé.
_Desde su asiento no pudo evitar reír ante la
cómica escena.- Sí, puede que sea simpático y todo pero mi corazón aún le
pertenece a Eduardo, y creo que será así hasta el final de los tiempo. Mauricio
sólo es un tipo agradable.
+Bueno, yo sólo espero que el Señor Eduardo
aparezca cuanto antes porque sino… Se las va a ver bien canijas con aquél
sujeto, yo vi cómo te miraba y sé que le gustaste.
_No creo que eso sea posible, apenas nos
conocemos.
+¿Y cuánto te tomó que te gustara Eduardo y
cayeras ante sus encantos?
_Rayos, un par de horas. –Admitió sin poder
dejar de sonreír-
+ Buenito, como sea, te veo de mejor semblante.
¿Verdad mi amor?
-Verdad, mi pequeño. –Aseguraba Bastian, aquél
hombre sin duda no era de muchas palabras. – Bueno señorita, está en casa,
espero que no la reten demasiado por las horas en que tiene la osadía de
aparecer. –Comenta el mismo sujeto mientras se bajaba a abrirle la puerta para
que pudiera bajar. Tenía razón, mucho más hombre y caballero que el idiota
aquél que vino a arruinar parte del día.-
_Muchas gracias, si muero… Me gustan las rosas
azules. –Dijo dramáticamente dejando un besito en la mejilla de ambos antes de
entrarse en cuclillas hasta su habitación.- Soy una ninja, soy una ninja, soy
una ninja –Repetía en voz baja para no despertar a su madre-
+La
señorita Ninja a ¿Qué hora pensaba venir?
–Nota mental: Soy una terrible ninja- ¡Mamita
de mi santo corazón! –Exclamó la muchacha poniéndose derecha cuando las luces
se encendieron- Es que… Es que no me fijé en la hora –Se excusó honestamente-
+No pues, si eso ya me di cuenta, sin tu celular
no sabes ni qué día es. –Era cierto, su celular no estaba con ella. ¿Dónde la
había dejado?- A ver, sopla.
-MAMÁAAAAAA.
+Que soples he dicho.
_-Haciendo caso a la orden, sopló con
tranquilidad, apenas había tomado el coctel de inicio porque luego todo fue
plática-
+Bien, has el cuatro.
_ PERO MA….
+Pero nada, haz el cuatro si no quieres meterte
en problemas.
_Si mamá –Ejecutó nuevamente lo que le pedía y
al fin después de una pequeña charla de “Existen los teléfonos, los relojes y
demás, la dejó ir” para ése entonces estaba muy cansada así que sólo se tiró en
la cama, al sentir algo incomodándole la espalda, colocó la mano hacia atrás e
irguió la espalda para sacarlo, su celular.- “Hola bonita, soy yo, Mauricio,
espero que en verdad sea tu número o le estaré hablando a un desconocido o una
desconocida que me tomará por acosador. Oye… Espero verte de nuevo, espero y me
des el chance. No tienes que responder ahora, sin presiones. ¿Ya tienes la
respuesta? ¡Genial! Te veo en el sturbucks de la mercaderes, yo invito, dijiste
que te gustan, no te niegues.”
Uy no
pues, qué bueno que no me presionas. –Dijo hablando sola mientras reía por el
curioso mensaje de aquél chico, sin duda había sido un excelente.- Ow, un
mensaje más –Sonríe al ver el retimitente en la pantalla de su celular, no duda
en abrir el mensaje y para su sorpresa es un “Tenemos que hablar”- Ok, día
arruinado, oficialmente.
Me encantóoo!!!
ResponderBorrarEh esperado mas de 2 meses para tu publicación y ahora me dejas intrigada plss no te demores.. saluds y abrazos.
Uhm... En estos días andaré publicando el próximo capítulo, a más tardar el sábado<3 perdón por la espera pero entré en receso literario y no sabía cómo continuarla pero ya la tengo clara. Gracias por seguir leyendo<3 saludos!
Borrar