Capítulo 33: El fin

-¿Quiere brindar conmigo por los que mal pagan? –Soltó un pequeño hipido-

-Lo haría encantado, señorita, pero ahora estoy trabajando y se me tiene prohíbo. –Comentaba el barman con una pequeña sonrisa que mostraba entre pena y compasión.-

-La vida es una mierda ¿Sabe? Una verdadera mierda. Una quiere a quien no la quiere y cuando logra querer a quien supuestamente la quería, resulta que quiere más a otro querer. Creo que no soy lo suficientemente buena para nadie. Igual, soy una persona detestable. Ni yo quisiera estar conmigo.

-¿Quiere beber un poco de agua?

-¡NO! Lléname otra copa, estoy bien. Aún puedo hacer el cuatro ¿Quieres ver? – Levantó cuatro dedos de su mano izquierda- jaaaaa!! Qué chistosa que soy -Hipido- Creo que necesito más amigos. –Dijo reflexionando-

-¿Quiere que llame algún amigo para que venga por usted?

-Yo tenía un novio muy guapo, todos mis novios han sido guapos, quizás deba cambiar mis gustos, ya sabe lo que dice la canción, que el hombre es como el oso, mientras más feo,  más hermoso. ¿Quiere salir conmigo?

-¿Me anda diciendo feo? –Consultó sin mostrar pisca de molestia el chico de la barra-

-¿Por qué no me había presentado a su gemelo?

-¿Cuál gemelo?

-El que está a tu lado. Hola, mi nombre es Lu del Alcázar.

-¿Enserio no quiere que llame a un amigo? Señorita ¿Tiene algún amigo de confianza?

-Yo traicioné su confianza, él posiblemente era el amor de mi vida y traicioné su confianza. ¿Qué debo hacer? ¿Debo renunciar? Eduardo era mi chico perfecto, teníamos tanto y nada en común a la vez, él es muy guapo ¿sabe?, es un hombre muy exitoso, juntos hubiéramos podido hacer mucho, pero no, yo tenía que cagarlas. Aún no sabe que soy la causante de sus mayores problemas ¿Me va odiar cuando se entere verdad? Soy una mala mujer.

-¿Eduardo es de confianza?

-Eduardo pudo ser todo, mi todo, mi flamante esposo. Yo le conocí hace como 5 años atrás, o 4 y medio? No sé, pero le conocí y bailamos, había fuego en la pista. Su cabello ondeado, sus facciones tan masculinas, su porte, su forma de hablar, tan seguro de sí, Eduardo fue… Eduardo es…

-¿Señorita?

-Eduardo…

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-¿Aloh?

-Buenas noches, deseo comunicarme con Eduardo.

-Él habla. ¿Con quién tengo el gusto?

-Disculpe las molestias, creo que Lu del Alcázar es amiga suya ¿Verdad?

-Una conocida en realidad. Parte de mi personal.

-¿Sólo una conocida? Entonces debí confundirme de número. Disculpe las molestias.

-¡Espere! ¿Qué ha pasado con ella?

-No ha dejado de repetir el nombre de un tal Eduardo mientras ¿Duerme? Se ha pasado de copas y pensé que podría ser usted al que menciona ya que fue el único con ése nombre que encontré en sus contactos, tal vez deba tener a un familiar…

-Iré por ella. ¿Cuál es la dirección del bar?

-Calle Palacio Antiguo 409 cercado. Disculpe las molestias.

-Las cosas habían sido bastante tensas entre Eduardo y Lu cada vez que mantenían contacto en el trabajo, sin duda Lu era muy buena en lo que hacía e inevitablemente obtuvo el puesto como “pupilo” en la compañía Global Express, sin embargo el trato que ambos tenían el uno con el otro hasta el momento era bastante “profesional” hablaban lo justo y necesario nada más, para acotar ciertas cosas o para aclarar algunas otras, de alguna manera fue su forma de lidiar con el asunto pasado que quizás aún no habían cerrado del todo.

Mientras Eduardo conducía a velocidad por la autopista, se le venían muchas cosas a la mente, pero la interrogante mayor era ¿Qué había llevado a Lu a beber hasta esas instancias? Eso no era propio de ella, no solía ser imprudente. Pero había otra pregunta que también retumbaba constantemente  en su cabeza ¿Por qué es que lo había mencionado? ¿Por qué es que estaba yendo por ella?- Te propusiste olvidarla ¿Qué estás haciendo? –Se regañaba a sí mismo en cuanto volvía acelerar- Es instinto, debo protegerla. –Se respondió a los segundos- ¿Por qué me haces esto, Lu? –Al cabo de unos 15 minutos se encontraba en la dirección señalada, bajó del auto después de estacionarlo y caminó a pasos largos hasta aquél local, no era muy grande, escaneó con la mirada a todos, había mucha gente, sin embargo logró reconocer de inmediato a quien buscaba. Rápidamente fue en su dirección.-

-Tú debes ser Eduardo.

-¿Desde qué hora está aquí?

-Desde que abrimos el local, al último comencé a darle agua pero creo que fue mucho para ella.  Probablemente pienses que me ando inmiscuyendo en asuntos que no me competen pero ahora último viene muy seguido, sin embargo esta es la primera vez que pierde el control. No quiero pasarme de entrometido pero… Se ve que es una buena chica, ya no la hagas sufrir tanto, ella te quiere.

-Cuidaré de ella, gracias por llamar. –Eduardo sacó de su billetera unos cuantos billetes- Tómalos, es mi forma de agradecer. Igual forma pago de lo que pudo consumir.

- El muchacho sólo asintió y Eduardo tomó a Lu entre sus brazos, cargándola hasta su auto y acomodándola en la parte del copiloto, inclinó el asiento para que vaya ligeramente acostada.- Necesitas descansar –Susurró prendiendo el motor en dirección a su departamento-

-Lu, tienes que cooperar conmigo, despierta.

-¡LE DIGO QUE NO QUIERO HACERLO MÁS!

-¿De qué estás hablando? Lu, vamos, mírame, reacciona. –Estaba demasiado ebria como para poner sus 5 sentidos en algo, Eduardo nuevamente la tomó entre sus brazos y la llevó hasta su piso, con algo de esfuerzo la haría reaccionar una vez que hubiera descansado un poco más. –

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FLASH BACK (RETROCEDIENDO EN LA HISTORIA)

-Amor, discúlpame, de verdad no fue mi intención, tenía demasiadas cosas en mente, te lo compensaré ¿Bien? ¿Nos podemos ver hoy? Te espero en el Mall a las 4 de la tarde, si iré, te lo prometo, te quiero Bryan, muchísimo. Esperaré hasta que llegues. –Cortó el mensaje de voz y se fue arreglar, últimamente había tenido demasiados pendientes y no había tenido el tiempo suficiente para compartir con él.-

-Testaruda que eres –Dijo Bryan al escuchar el mensaje de voz en el celular, había tenido el aparato en la mano cuando Lu intentaba comunicarse con su persona, sin embargo, poco o nada eran las ganas que tenía en aquél momento de hablar- Bien, allí te veré. –Contestó para sí mismo. Se dio una ducha rápida antes de salir de casa, había llegado unos 10 minutos antes así que decidió esperar donde siempre-

-¿Bryan?

-Ariana

-Cuánto tiempo sin verte. ¿Me has extrañado?

-En lo absoluto.

-Lo dudo en realidad. –Comentaba aquella mujer rodeando con sus brazos el cuello contrario- Mira cómo te pones con tan solo un roce mío. Bryan… Te extraño mucho. ¿Por qué no podemos darnos otra oportunidad? –Consultó rozando sus labios, aprovechando en dejar cortos besos sobre ellos-

-Suéltame –Dijo Bryan inmediatamente deshaciéndose de ella- mi novia está por venir.

-Con que tienes nuevo juguete y por eso me rechazas. Pasamos 5 años juntos, Bryan, no me puedes haber olvidado tan rápido ¿O sí, cariño?

-Ariana, enserio basta.

-Nos volveremos a ver –Dijo con una sonrisa de satisfacción en el rostro-

- Y es que ella jamás va a cambiar.

-¿Quién no va cambiar, amor?

-¡AMOR! ¿Hace cuánto estás allí?

-Acabo de llegar ¿Por?

-No, por nada. ¿Qué tal tu día?

-Cansado, ya sabes. Pero no hablemos de trabajo, hablemos de nosotros. Amor, discúlpame ¿Si? He estado intentando hacerme tiempo para todo pero a veces siento que el día debería contar con más horas, no me es suficiente con las 24.

-No te preocupes, pero al menos llámame para saber que estás bien, o mándame un mensaje, no es agradable pasar todo el día sin una noticia tuya.

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(PRESENTE)

-¿Te sientes mejor?

-¡SR. Alemán! Yo tengo unas cuántas cosas que decirle. Usted se gana el premio al torpe más hermoso del mundo entero.

-Deja los títulos por hoy, no estamos en la oficina. ¿Eso fue un halago o un insulto?

- No sé. Mi punto es… Que usted no se da cuenta de nada. Yo… Yo no quería aceptar, se lo iba a decir, pero usted me obligó hacerlo.

- ¿De qué estás hablando, Lu?

- Muy aparte de todo, Sr. Alemán, yo sigo sintiendo una cosa aquí en el pecho que no me deja tranquila cada vez que ando cerca de su persona.

- Lu, enserio, deja los formalismos para la oficina. Descansa ahora ¿Vale?

- Es que no lo entiendes, tú no entiendes nada. Siente, siente cómo late mi corazón –Dijo tomando una de sus manos y situándolas en su pecho- ¿Sientes? ¡POR QUÉ MALDITA SEA SE ACELERA TANTO! Estúpido, estúpido corazón, exijo que me den otro.

-¿Qué es lo que te tiene así? Lu, debes tranquilizarte.

- No Eduardo, tú debes tranquilizarme. –Dijo atrayéndolo por el cuello de la camisa y juntando sus labios violentamente con los del mayor- Tal vez si muriera ahora, podría decir que morí en paz. -hipido-

- Princesa… Yo tampoco te he olvidado. –Confesó al fin- Lo he intentado, una y mil veces, me es imposible.

- Hace tanto que no me llamabas así –Susurró la menor con lágrimas en los ojos- Eduardo…

-No digas algo de lo que te podrías arrepentir mañana. No te estoy pidiendo volver, sé que tú tienes alguien más ahora, y está bien, fue parte de nuestro acuerdo. En parte es mi culpa por no haberte buscado cuando quizás aún tenía oportunidad. –Añadía besando sus ojos-

-¡Y una mierda! Creí que me amaba, pero en cuanto se nos vinieron los problemas, una puta, zorra, golfa, estúpida prostituta de consuelo se buscó. Quizás ella pudo darle algo que yo… Que yo no he podido. Tú… ¿Tú también me dejarás verdad? No soy buena para ti, para nadie.

- No digas tales barbaridades. –Acostándose a su lado, acariciaba con ternura su rostro- Me es tan difícil estar así de cerca, todos los días es jodidamente duro el tenerte y no tenerte, actuar como si no me importara tu presencia. Lu, yo sigo enamorado de ti. Y quizás esté aprovechándome de la situación, pero al menos quiero permitirme una noche el ser débil. –De un movimiento la atrajo hasta su cuerpo en un especie de abrazo, claramente podían sentir el corazón del otro.-

-Eduardo, te sigo amando. –Pronunció lo más claro que pudo un antes de volver a juntar sus labios, ésta vez, el ajeno no tardó en corresponder, Lu con sus manos acariciaba los cabellos del chico mientras que Eduardo tenía la mano quieta en su cintura. Sus lenguas no demoraron en encontrarse, ni sus ánimos en encenderse -

-Lu, quiero sentir tu cuerpo nuevamente.-Suspiró tras finalizar con el ardiente beso- Dime si quieres que me detenga ahora, porque si me dejas avanzar, dudo poder detenerme luego. –Eduardo esperó una respuesta de su parte, sin embargo sólo se dejó oír el silencio, eso era suficiente para él. Sus manos desabrocharon la blusa de la menor y posó su mirada en aquél sujetador, desató el broche delantero descubriendo sus senos al instante, se quitó la camisa que tenía y recostando su cuerpo sobre el contrario volvió a poseer su boca mientras una de sus manos estimulaba las mamas de la muchacha, mientras la besaba, pequeños gemidos salían de sus labios. Su mano fue descendiendo por su cuerpo hasta llegar al botón del pantalón, al derribar al primer botón, el resto fue fácil, ahora su mano tenía contacto con su sexo y uno de sus dedos comenzaba a estimular aquella zona, de todas maneras, recordaba muy bien cómo encender cada parte del cuerpo ajeno.-

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FLASH BACK (RETROCEDIENDO EN LA HISTORIA)

-Estoy harto de que no tengas tiempo, siempre es lo mismo. Maldigo el momento en que entraste a trabajar en aquella empresa. Es como si manejaras dos trabajos, te tienen más de 10 horas continuamente trabajando. También tienes una vida, un novio, no todo es trabajar, trabajar, trabajar, ¡Maldición!

-Eso no depende de mí, tú sabías muy bien en qué consistía mi carrera, Bryan. Para nosotros no hay feriados, ni descansos, ni semana santa, ni navidad, ni nada, en esas fechas son donde la gente viaja más. He intentado darme tiempo, no es que no. Eres testigo de que apenas termino, te llamo, incluso cuando no he tenido fuerzas he estado allí, a tu lado, intentando reparar mi ausencia.

-Vaya porquería de trabajo el que tienes entonces.

-¡HEY! Si querías una mujer que esté todo el tiempo contemplándote la cara, haciéndote el desayuno, almuerzo y cena… Estás muy equivocado conmigo. De esas que buscas, hay un montón por ahí, las mantenidas les dicen.

-Tal vez “esas” como tú las llamas, puedan hacerme sentir más vivo que tú.

-¡Haz lo que mierda se te dé la gana! -Lo siguiente en escucharse fue un fuerte portazo.- Otro día más, otra discusión ¡Qué novedad!-Dijo cayendo agotada en la cama, en estos últimos meses la relación con Bryan se había vuelto bastante tensa. Muchas veces sus horarios no coincidían, el tiempo que pasaban juntos era tema para entrar en discusión y aunque había días buenos en los que llevaban la fiesta en paz… Cada vez parecían más escasos –Sólo dame paciencia para poder lidiar con todo esto, Dios. Tal vez unas copas no me caigan nada mal. –tomó la llave de su motocicleta, el celular y las llaves de la casa antes de salir. -

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(PRESENTE)

-Fue increíble, mi princesa.

-Eduardo, ya no puedo más, de verdad ya no puedo continuar con todo esto.

-Por favor, no digas nada, no digas que sientes remordimiento, que no debió pasar, sólo déjame estar contigo así unos minutos más.

-No siento nada de eso, después de tiempo me he vuelto a sentir mujer, pero estoy segura de que querrás que me vaya cuando te confiese muchas cosas. Y lo entenderé, no he sabido actuar de la mejor manera, también espero que sepas comprenderme. Eduardo, yo enserio te amo. Nunca casi hacerte daño, me manipularon luego con artilugios muy bajos, por favor escúchame hasta el final, cree en mí.

-No entiendo nada ¿De qué estás hablando?

-Los verdaderos motivos por los que entré a tu compañía fueron los equivocados, yo en realidad soy parte de Sky Travel, o bueno, lo era. –suspiró un antes de continuar, el mayor había dejado de abrazarla, tenía un semblante frío ahora- Me dijeron al principio que sólo iba a filtrar información, que querían andar un paso delante de ustedes, me hicieron firmar un documento, fui estúpida, no leí todas las premisas, después de aquél entonces, querían más y más, amenazaban con denunciarme por incumplimiento de contrato, y destruirme laboralmente. No supe que hacer, por eso decaímos un tiempo, luego comencé a falsear información, no quería hacerlo más, di datos erróneos y los muy estúpidos no se dieron cuenta, indirectamente decidí volvernos a levantar, ser lo poderosos que solíamos, entonces me encargué personalmente de muchos asuntos, Fred me ayudó bastante, supo ser buen amigo y consejero. No lo culpes por no decirte nada, yo se lo pedí, le dije que yo misma te lo confesaría, lo intenté muchas veces, ¿Recuerdas cuántas veces te pedí que habláramos a solas? Siempre había una excusa de por medio, no pude, no pude hasta ahora. Fred me ayudó a liberarme de aquél contrato, no sé cómo, no sé en qué se basó pero sólo recibí una carta donde constaba mi despido y mi salario hasta el momento en un cheque. Eduardo, yo te aseguro que puedo reparar el daño, lo estoy haciendo, los números han subido notablemente en estos últimos meses, si seguimos así superaremos en menos de dos meses a Sky travel, te juro que lo lograremos, te doy mi palabra.

-No sé ni siquiera qué decirte. Estoy molesto, no soy bueno diciendo cosas cuando me siento así.

-Yo de verdad lo lamento, entenderé cualquier decisión que tomes, entiendo si no puedes confiar en mí, incluso si decides no volver a verme. Gracias a ti es que soy mejor profesional, he aprendido mucho estando a tu lado. Tú… Yo no merezco tener tu voto de confianza, aun así, pido que me des la oportunidad de recuperarla, de demostrarte que estoy de tu lado.

- Por favor…

-Lo sé, no es necesario que lo digas, me iré. Gracias por cuidar de mí, por lo que pasó esta noche, por todo. –Enredó las sábanas para cubrir su cuerpo mientras tomaba su ropa, si bien la borrachera se la había pasado, mega sensación de vacío en la pansa que traía, y sí, sed, mucha sed.-

-No te he dicho que te vayas. –Dijo Eduardo observándola desde la cama, sólo la vio pararse en seco cuando estaba a nada de girar la perilla- No quiero que te vayas. Quisiera sentir rencor por lo que hiciste, o sentir al menos algo de rabia contigo. Fuiste testigo de los momentos más desesperantes de mi vida cuando creí que perdía la compañía que a mi padre tanto tiempo le había tomado construir, aunque también soy consciente de que festejaste a mi lado cuando empezamos a levantarnos.

-Te prometo permanecer a tu lado siempre, te apoyaré en todo, seré tu aliada más valiosa. Si me das la oportunidad, te demostraré que puedes confiar en mí.

- Ya te la he dado, ahora lo que quiero saber es… ¿Qué va pasar con nosotros?

-Para explicar eso necesito que sepas otras cosas. –Dijo devolviéndose a la cama-

-¿Qué tantos secretos me guardas? –Consultó el más alto volviendo abrazarla-

-Esto es personal, no tenía nada que ver contigo hasta ahora. Mi relación con Bryan terminó hace dos día, el bar del cual me recogiste… No es la primera vez que voy, últimamente he andado mucho allí por todos los problemas que me cargaba encima. Tenía el firme propósito de sacar a Global Express del pozo en el que yo misma los había metido, entonces me vi obligada a trabajar horas extras en diferentes campos y organizar estrategias para que nuestros números fueran en aumento, Bryan y yo discutíamos demasiado por mi falta de tiempo, de hecho él no tiene idea de que pertenecía a dos compañías al mismo tiempo, ni tampoco sabe en lo que he estado trabajando, ni que soy la mano derecha tuya, simplemente tiene el concepto de que me explotan. En nuestra última discusión fuerte, nos dijimos muchas cosas y él salió hecho furia.       De alguna manera nos arreglamos y decidimos mejor, nuestra relación nuevamente funcionaba, lo veía más feliz, incluso ya no me reclamaba por los días en que no nos veíamos, supuse que lo había comprendido. A la semana, más o menos, me llegaron fotos de él con una chica, con una nota que decía “Hay más de donde provienen estas” logré comprender por qué dejaron de afectarle mis ausencias, había alguien más. Lo enfrenté, me dijo que esas fotos no eran actuales, que era una ex novia, que cómo a esas alturas podía dudar de él, me sentí mal porque nunca antes me había dado motivos para desconfiar de él, entonces le pedí perdón, estuvimos bien por una semana más, ahora no eran fotos, era un vídeo con fecha y horario donde él mantenía relaciones con su supuesta ex novia, por la grabación pude darme cuenta que en realidad habían escondido la cámara  de vídeo y que Bryan ni cuenta se había dado.

-Ahora no tenía cómo negarlo. Qué sujeto para más…

-No lo culpo, quizás tenía razón, quizás ella lograba hacerle sentir más vivo que yo. –intervino de inmediato- Para esto, había un número en la nota junto a una oración que decía “Dudo que te lo haga tan bien como a mí, 5 años no superan la basura de un año que le ofreciste. Bryan seguirá siendo mío” Debo admitir que me hervía la sangre, estaba furiosa, marqué el número y le exigí que me dejara en paz, que lo había conseguido, que tendría a mi novio sólo para ella. Pero mientras yo gritaba, al otro lado de la línea nadie respondía, identifiqué sonidos y la voz de Bryan diciendo que no contestara, supongo que sabía quién era y sólo quiso hacerme oír.

-¿Qué hiciste?

-Lo que debía hacer. Había ganado, el corazón de Bryan era feliz y no por mí. Terminé con él, él dijo amarme, que había cometido un error, que yo había cooperado con mis ausencias pero que aun así me amaba más de lo que sentía por ella. Dijo que sólo era sexo, y una parte de mi intentó creerle, pero era demasiado y sé que no lo olvidaría, que probablemente le recalcaría en cada pelea nuestra su error, sabía que no podría confiar en él nuevamente.

-Entonces… ¿Cómo nos deja eso a nosotros dos?

-Si recuerdas la promesa que nos hicimos el último día, sabrás nuestra situación.

NOTA DE AUTORA:

Bueno, Éste es el final de esta historia<3 Espero que les haya gustado mucho la trama, Gracias por haberme acompañado durante todo este tiempo que llevo publicando, sé que a veces me tardaba años pero es que me quedaba sin imaginación. 

Gracias Liss por tus comentarios, muchas veces fueron motivos para no dejar abandonada la historia, y gracias "YO" por comentar en los últimos escritos también<3 Mau es todo tuyo. 

Si desean un epílogo acerca de alguno de los personajes, acepto sugerencias.