sábado, 6 de diciembre de 2014

CAPÍTULO 13: Se siente bien

-Hassel estaba listo para acatar cada parte del plan que habría tramado el día anterior con la muchacha, aunque se sentía algo nervioso, definitivamente no daría su brazo a torcer. Al salir de clases se fue hasta su casa y se puso algo mucho más cómodo, si quería cumplir con todo el itinerario… El uniforme sería algo pesado de llevar todo el tiempo. –
+Mamá, voy a llegar tarde esta noche.
-Haz lo que quieras, igual, siempre terminas haciendo lo que se te venga en gana.
+Sabes que no es así, siempre te pregunto qué es lo que necesitas de mí, en qué puedo ayudar, pero como es habitual, rechazas mi ayuda.
-Quizás te puedas lastimar, con eso que eres delicadito.
+¡Deja de ser tan homofóbica! el hecho de que me gusten los hombres no significa que deje de ser uno.
-Me importa muy poco Hassel, tengo cosas por hacer para estar ocupándome de ti.
-¿Ocupándote de mí? Dime una sola vez en la que te hayas preocupado por mi persona. Ya no falta demasiado para cumplir la mayoría de edad, cuando lo haga ¡ME IRÉ DE ESTA CASA PARA NO SER UN ESTORBO! –Tras aquél intercambio de palabras con su madre, el pequeño muchacho salió de aquél recinto con el corazón en la mano~ Ya sabía que no era del agrado de su madre, que no era el hijo que ella esperaba pero eso no impedía que sus palabras resultasen hirientes.- Tranquilo, Hassel, hoy día tiene que ser especial, no dejes que nadie lo arruine. –Se susurró para sí mismo mientras que sus pasos le guiaron hasta la casa de Lu-
+Buenos tardes, muchachito. ¿Qué puedo hacer por usted?
-Señora Roxana, buenas tardes. ¿Se encontrará Lu?
+Creo que anda en su habitación haciendo unas manualidades que ni sé para qué, pero pasa.
-Usted siempre es tan amable. ¿No quiere adoptarme? –Dijo en tonito pícaro el ajeno-
+Me encantaría, cariño. –Repuso de inmediato la dama-
-Hassel que ya conocía muy bien dónde quedaba el cuarto de la chica, se aventuró a tocar la puerta, desde afuera se podía escuchar que estaba oyendo música, como siempre, a todo volumen.-
+Toc toc, soy yo.
-¿Quién yo? –Cuestionó aquella con diversión-
+El chico más papichulo del universo.
-Ah ¿Eduardo? Pasa por favor.
+Oye no, ése no soy.
-Hahahaha lo sé, pasa Hassel.
+Al tener la autorización de la adversa, se introdujo en el cuarto y cerró la puerta tras de sí- ¿Cómo anda quedando?
-Si puedo presumir… Es la mejor obra de arte que he hecho.
+Pero si está ¡Hermoso hermoso hermoso! Creo que nadie lo hubiera podido hacer mejor. Ah, las cajitas te quedaron muy padres, Lu.
-Pues todo sea por ti, bonito. Ahora ¿Ya fuiste a comprar lo acordado?
+Bueno… Yo… No… En realidad esperaba a que me acompañases, no quiero elegir mal y una segunda opinión siempre es buena. ¿Puedes? Dime que sí. A menos que… ¿Estás ocupada?
-Bueno –Tengo que hacer mi reporte final, mi ensayo de 3000 palabras, La presentación en Prezzi, y estudiar para el examen de estadística y… -
+¿Lu?
-Oh no, no, para nada. Sacaré la motocicleta para que vayamos de una vez. ¿A qué hora te tienes que encontrar con Bastian?
+Quedamos de vernos en la plaza central dentro del mall como a eso de las 6, dijo que tendría algo bonito para mí.
-La sorpresa que se va a llevar cuando le entregues sorpresa doble
+¡Calla! Yo… Aún me siento nervioso por eso.
-La menor entre risas se fue en compañía de Hassel hasta la cochera, le avisó a su mamá que estaría de regreso en un par de horas y que no se preocupara. Encendió velozmente el motor y salió de allí hacia una de las tiendas comerciales más grandes de todo el país, allí tendría variedad y calidad-
+Oye Lu ¿Extrañas mucho a tu novio? No quiero sonar imprudente pero Bastian me contó que anduviste llorando el otro día. También puedes confiar en mí ¿Sabes verdad?
-Lo sé, bonito. Aquello sólo fue un malentendido entre él y yo, ahora las cosas están mucho mejor.
+¡Ah, qué alivio! No me gustaría verte triste~ Tal vez suene muy raro y tal vez no nos conozcamos añotes de añotes pero yo te quiero mucho.
-Tanto como yo te quiero a ti, Hassel. Eres un niño muy dulce y tenerte como amigo… Me hace sentir bien. Ya sabes que los chicos no suelen ser los más educados dentro de la residencial~
+Ni que me lo digas, ésa tira de trogloditas con poco coeficiente intelectual me llegan al derecho y al izquierdo.
-Lo sé, lo sé –Repitió entre risas- Oye, ya llegamos. Vamos a encontrar cosas lindas ¿Tienes algo en mente?
+Pues ya que te diste tiempo para hacer dos cajitas… Entonces creo que será bueno buscar algo bonito a parte de lo que ya tengo provisto.
-¿Cómo qué?
+Hace poco vi una película donde el chico le regalaba tazas a su novia.
-¿Tazas?
+Sí, tazas, pero no cualquier tipo de taza. Si no eran unas grabadas.
-¿Te refieres a esas que tienen impresas la imagen el uno del otro?
+Algo así, pero no tan así. Quiero que la mía diga en ambas “MR & MR Voganni”
-Aw, ya entendí, como tazas de pareja ¿Verdad?
+Exactamente, como si ya estuviéramos comprometidos el uno con el otro. No sé qué pase por la mente de él pero por mi parte es a la única persona que quiero en mi vida, con la que quiero compartir muchas cosas. Bueno, ya, me paso de cursi a veces.
-Sí te comprendo, siento lo mismo con respecto a Eduardo, pequeño.  Entonces vamos por ésas tazas y por lo otro.
-Los minutos realmente se pasaron volando al entrar en una tienda y otra tienda y luego otra y otra, cómo le gustaba ir de compras y al parecer Hassel se convertiría en uno de sus predilectos acompañantes ya que era tan quisquilloso como su persona. Al final terminaron llevando dos tazas y ambas las metieron dentro una de las cajitas, en la siguiente, Hassel guardó una pequeña tarjeta que había sido escrita a puño y letra, con un pequeño cd dentro de ella-
+¿Puedo preguntar qué tipo de contenido tiene el cd?
-Uhm… Sí~ Hice un vídeo de fotos de nosotros, le decía cosas bonitas y tantito cursis, no más tantito para no empalagarlo, y al final me grabé diciéndole otro par de cositas que esperaba hacer con él esta noche.
+Ya veo, ya veo~ Oye, ya es casi hora, anda, vamos por la motocicleta para que te deje en el lugar que quedaron.
-La muchacha había dado unos cuantos pasos hacia adelante cuando sintió un fuerte abrazo rodearla por la espalda- Gracias, Lu. Eres como la hermana mayor que siempre quise tener.
+Tú tienes una hermana mayor, bobito.
-Sí, pero tú me quieres.
-Aquellas palabras finales hicieron que el corazón se le comprimiera de pocos, dio media vuelta entre los brazos de aquél pequeño y lo sujetó con firmeza hacia su cuerpo- En ése caso… De hoy en adelante seré tu hermana. Si te sientes incómodo en tu casa, no tengo problemas en que te quedes a dormir en la mía de vez en cuando, ya ves que sólo somos mamá y yo y  tenerte será todo un placer.
+¿Lo dices enserio?
-Puedes tomar mi palabra, bonito.
-Hassel le dio un pequeño beso en la mejilla, lleno de la emoción tomó la mano de Lu y empezó a correr hacia donde habían dejado estacionado el vehículo a motor- Deja que le cuente a Bastian, se va a poner súper contento. –Agregó antes de que ambos salieran rumbo al mall, minutos más tarde estuvieron allí y aquél salió disparado hacia su encuentro con el otro muchacho.-
+¡HEEEY!¡AQUÍ AQUÍ! –Movía sus manitos en el aire con las dos pequeñas cajitas sujetas por las mismas, Bastian sonrió al verlo y se acercó a él, lo rodeó en un fuerte abrazo, dejando por último un pequeño beso sobre sus labios-
-¿Porqué te retrasaste? Pensé que algo había pasado, sueles ser puntual.
+Me cogió el tráfico, amor. Pero mira, te traje dos cosas muy bonitas.-Puntualizó tendiendo ambas cajitas hacia el mayor-
-Pero qué bonitas te han quedado ¿Las has hecho tú?
+Algo así, mi hermanita me ayudó con el decorado. Tienen nuestras iniciales ¿Ya viste? En esta está la “B” Y en esta otra está la “H” ¿Ves ves? –Pronunciaba el chabal con gran ilusión, presumiendo con orgullo sus sorpresas- Tienes que abrirlas, amor.
-Veamos que tenemos por aquí “Mr. & Mr. Voganni” ¿Ya estamos casados entonces? –Consultó el ajeno con la sonrisa de oreja a oreja- Y qué tenemos en esta otra?  -Al abrir descubrió una notita, la cual se atrevió a leer en voz alta ya que el cd no podría ser reproducido de momento- “Bas<3 Hoy día es un día súper especial, hoy día ocurrió un hecho super importante, más importante que saber el año en que se produjo la segunda guerra mundial, mucho más importante que saber el acontecimiento de las torres gemelas, más y más importante que el descubrimiento de Macchu Picchu(?). Un día como hoy, tu omma dio a luz a una persona estupenda, una persona que sabe comprenderme y darme amor cuando más lo necesito. Un ser paciente que me reta cuando se me da el comportamiento infantil, alguien que se esfuerza en darme los ánimos suficientes para empezar cada día, pero sobre todo… Ése alguien que amo y sé que me ama. Sé que muchas veces te lo digo pero hoy quiero repetirlo una vez más: ¡TE AMO DEMASIADO BASTIAN VOGANNI! Quiero estar siempre a tu lado.”
-Para aquél entonces… Unas silenciosas lágrimas rodaban por las mejillas del mayor, con ambos brazos sujetó fuerte el frágil cuerpo de Hassel~ Aquél que no tardó en corresponder al hecho y además darle unas suaves caricias en la espalda- Bas, no llores amor. Aún no te muestro tu sorpresa mayor.
+¿Es que hay más?
-Para que comprendas en qué consiste… Necesitas ver el vídeo que te hice. ¿Dónde podemos ir?
+A mi departamento, amor. ¿Quieres?
-¡PERFECTO!
-¿Uhm?
+No, que sí, que está bien. –Rió con nerviosismo-
-Una cajita era llevada por Hassel y la otra por Bastian, ambos salieron del mall con rumbo al departamento ajeno, después de todo, muy lejos no quedaba. De camino, tomando la mano el uno del otro… Se pusieron a conversar acerca de lo que había ocurrido en el día. El menor entristeció al contar el suceso de la tarde con su madre, cosa que rápidamente cambió al contarse un chiste. Bastian Siempre sabía cómo robarle sonrisas~-
+Pasa amor~
-Oye, cuando tenga la mayoría de edad…¿Puedo venirme a vivir contigo?
+Eso es lo que ando esperando, mi niño. Y bien, vamos al cuarto para ver el vídeo desde la laptop
-Si sí, al cuarto.
+Andas raro hoy~
-No es eso, ya comprenderás.
-El mayor trajo aquél aparato consigo y puso el vídeo a reproducirse, de nuevo la emoción le ganaba al ver la cantidad de fotos que tenían juntos. No era para menos, con todas las que Hassel sacaba en un día, tenía para hacer un álbum de 500 fotografías. En la parte final del mismo yacía un contenido bastante provocativo, contenido que al instante hicieron que la piel del ajeno se erizase y que sus ojos se abrieran de par en par.- Ha-Hassel.
-El menor se había hecho bolita en la cama del mayor- ¿Fue demasiado? Yo la verdad quería que… Bueno, tu sabes que… En realidad yo…
-Las palabras sobraban en aquél momento. Dejando la laptop en uno de los muebles cercanos… Bastian se recostó encima del cuerpo del menor.-¿Estás completamente seguro de lo que me pediste en el vídeo?
+Nunca he estado más seguro en mi vida de algo~ Quiero que seas mío y quiero ser tuyo. Quiero que sólo sean tus manos las que me toquen, amor. –Al terminar de decir aquello, Bastian comenzó a atacar los labios de Hassel, brindándole un profundo beso al sorber una y otra vez de sus carnosidades, no tardó demasiado en introducir su lengua dentro de aquella cavidad, la misma que fue bien recibida por el menor, ambas empezaban a danzar la una con la otra, como muchas veces habían hecho, pero ya con una intensidad mayor. Con las manos algo temblorosas el más pequeño se atrevió acariciar la espalda de su hombre, a cada paso que daban se sentía más y más caliente. ¿Era normal sentir que el corazón se desmandaba con cada roce de sus cuerpos? El más alto movía sus caderas por encima de las del chico, haciendo que ambos miembros se frotasen el uno con el otro sobre las telas. Eso estaba llegando a ligas mayores, pero qué bien se sentían– Ah!-Se escuchó poco después, un corto jadeo era evocado, jadeo que no había podido ser suprimido. Bastian, tomó los bordes del polo del adverso y lo sacó de su cuerpo, se tomó unos segundos para apreciar la anatomía contraria, sin embargo, no tardó demasiado en volver a la acción, sus presurosos labios se lanzaron al cuello de éste, sorbiendo con delicadeza de su blanca y tersa piel, el cuerpo del menor emanaba un embriagante aroma y el sentirlo cuerpo a cuerpo por primera vez…Sin duda lo encendían más – Amor… Tienes mucha ropa. –Le susurró quedo, haciendo que inevitablemente una sonrisa se apoderara de sus labios- ¿Qué tal si me ayudas un poco, eh? –El muchacho colocó sus manos en medio de sus cuerpos y fue desabrochando su camisa con algo de impaciencia, apenas pudo liberarlo de la misma… No se resistió a tocarlo, su cuerpo yacía tan cálido como siempre. Sus manos se paseaban por todos los contornos del cuerpo del mayor  y su miembro ya se andaba poniendo duro, tanto que comenzaba ajustarle y a molestarle el pantalón. Por otro lado, Bastian no dejaba de beber del cuerpo de su amado, su lengua se posó sobre una de sus tetillas y jugó traviesamente al morderlas con sus dientes, los pezones comenzaban a ponérsele duros al menor y los gemidos al igual que jadeos empezaban a ser más continuos.- U-uhm! ¡Bastian! –Había un brillo fébril en los ojos de ambos chicos, las caricias no dejaban de reproducirse. El mayor seguía aventurándose más y más abajo, pronto llegó a toparse con los pantalones, los desabrochó y tiró de ellos en dirección descendente, haciendo que cayeran al piso. Ahora Hassel prendía sólo de su bóxer- Bas… -Repetía del todo excitado el pequeño- A-ah! –Con su boca empezó a engullir aquél pedazo de carne, Hassel se aferraba a la cama y con los ojos cerrados se mantenía firme ante el deseo de sentirlo.- Mmhm. –La punta del falo era succionada y sentía cómo el líquido pre-seminal amenazaba con salir con fuerza, con besos fue descendiendo a lo largo de la extensión contraria, al llegar a los testículos se apropió con afán, escuchando así más de los sonidos guturales que desde minutos atrás se llevaban esparciendo por toda la habitación- Dime si te duele ¿Si? –Vociferó el mayor- ¿Dolerme el q…? ¡AH! –Gritó Hassel al sentir que uno de los dedos del ajeno se enterraban en su estrecha entrada- Relájate, mi amor. –Sugirió con voz dulce, empezando a mover su dedo en círculos, una vez que estuvo lo suficientemente dilatado, introdujo un segundo y no tardó en venir un tercero. Sus cuerpos llenos de calor pedían más y más.- M-mi cielo,  sigues t-teniendo mucha ropa. –Armándose de algo de valor y dejando su nerviosismo de lado… El menor se reincorporó como pudo, y terminó de sacarse el bóxer con el que había quedado. Desabrochó con gran habilidad los pantalones de su amado y tiró de ellos para que salieran fácilmente de su cuerpo. Ahora lo tenía tal y como quería, completamente desnudo.- A-ahora es mi turno –Sugirió con titubeo al hablar, haciendo que el adverso se recostara… Hassel fue directo hacia el buen dotado miembro de su compañero, metiendo dentro de su boca su pene, repitiendo exactamente los mismos gestos que había tenido para con su persona los minutos previos. Ahora no era el pequeño muchacho quien gemía, sino que Bastian pasó a emitir sonidos roncos, algo guturales ante cada succión precisa que su novio le daba. Pronto estuvo del todo erecto y  creía andar preparado para dar el siguiente paso. En un abrir y cerrar de ojos, ya tenía al chico bocabajo, con una mano tomaba de sus caderas y con la otra sujetaba su propia cuestión, poco a poco fue rozando su entrada, irrumpiendo en ella de manera sutil por ser la primera vez, con calma fue enterrando aquél pedazo de carne dentro de él, haciendo chillar de placer.- Baaas!!! Ah! Bas…No puedo! U-.uhm! Voy a… Voy a … Voy a correrme. –Apresuró a decir- Espera, aún no, hagámoslo juntos amor. –Sin más consentimiento, Bastian comenzó a moverse al interior del adverso, introduciendo y sacando su falo una y otra vez, de principio aquellas estocadas fueron suaves pero certeras, ahora, después de que un par de minutos, las mismas eran entregadas violenta y apasionadamente. Ya no dolía, la estrecha cavidad del chabal se había acostumbrado al tamaño y grosor del pene adverso. El miembro comenzaba a latirle y sentía que estaba a punto de estallar dentro de él- Amor, ¡Ahora! –Indicó el más alto, acabando por botar todo el semen que llevaban conteniendo minutos atrás. Aquél líquido empezó a chorrear por las piernas de su pequeño, había terminado dentro por lo cual iba saliendo poco a poco, ambos estaban del todo exhaustos así que cayeron sin más ni más en la cama, Bastian no tardó en abrazar a Hassel y Hassel no demoró en acurrucarse en los brazos de éste-
+Te amo, mi niño.
-Te amo, Bas. Ahora sí soy todo tuyo, en cuerpo y alma.
+Y yo tuyo, en cuerpo y alma.

miércoles, 22 de octubre de 2014

CAPÍTULO 12: Problemas en el paraiso

-¿Qué es lo que debo hacer? Ésa era la pregunta que en aquel instante rondaba su cabeza, si decidía salirse de su escondite, probablemente Bastian actuaría con total normalidad, pero si no contestaba… No oiría aquella voz que tanto le había hecho falta. – ¡Aah! –Dijo soltando un pequeño suspiro, la decisión estaba tomada, quizás era sólo su cabeza haciéndose ideas locas de un probable engaño hacia el pequeño Hassel, saliendo del lugar donde se ocultaba, se apresuró a contestar la llamaba- ¿Amor? Amor ¿Cómo estás? ¿Pudiste hallar un tiempo libre? Te he extrañado mucho, no sabes cuánto. –Decía con el tono algo melancólico, al otro lado de la línea sólo se escuchaba una risa, muy sútil y delicada para provenir de su pareja- Eduardo ¿Estás ahí? –Repuso de inmediato-
-Oye… ¿Quién es Lu?
-¿Eh? Eso no te importa ¡¿Qué haces con mi celular?!
-¿Quién es Lu?
- Una amiga ¿Contenta?
- Sí. Ops, de casualidad se marcó, creo que está al habla.
-¿Qué? Oye, espera.
-Esa fue la corta conversación que escuchó entre aquella mujer y el que claramente se hacía llamar su novio.- Amiga eh -Escuchó un débil “Am…” antes de que decidiera colgar la llamada. Para aquel momento, de sus ojos ya caían lágrimas que no podía controlar. – Espérame, dijiste. –Susurró sintiendo una fuerte opresión en el pecho-¿Lu? –Escuchó su nombre ser evocado con claridad- ¿Qué ocurre?¿Puedo ayudar? –Consultaba la misma voz con tono de preocupación- Él dijo que lo esperara –Fue lo único que susurraba mientras se aferraba fuertemente al personaje aquél, su rostro se ocultaba en su pecho para que nadie más la viera llorar. Llorar en frente de todos no era digno de su persona, aun así, es lo que único que sabía hacer en ése instante.- Uhm… Ven. –El muchacho separó el cuerpo de la contraria con suavidad, pero la misma volvió apegarse a él, dando como excusa que no quería que la vieran así. Cada vez que lloraba, sus ojos se hinchaban y se ponían rojos, no era precisamente la imagen que quería proyectar.- De acuerdo, entonces ponte estas. –Comentaba el adverso, brindándole unas gafas de sol lo suficientemente grandes como para cubrir parte de su rostro- Bueno. –Repitió la misma, colocándoselas y siguiendo al chico a través de un largo pasadizo, aquel llevaba directo al primer campus.-
- ¿Qué ha pasado? Y no me vengas con eso de “No es nada” que ésa frase ya me la conozco bastante bien.
- Entonces, es mucho.
-Vale, al menos empezamos por algo. ¿Qué es mucho?
-¿Te hago un resumen?
-Si es que quieres llegar a tiempo a clases… Sería bueno.
-Yo tengo un novio, mi novio se fue a NewYork por la empresa que tiene con su padre, hace cuatro días que no se de él y hoy, que me ha llamado… Pues soy su “Amiga”
-¿Cómo que su amiga? ¿Te ha terminado?
-No precisamente
-  Y entonces
- Alguien llamó, una chica, ésa le preguntaba quién era yo y él le dijo “Una amiga”
- Auch
-Sí, auch.
- Pero quizás lo dijo para que no lo molestara. ¿Por qué no esperas a que te llame y te explique?
- ¿Qué me va a decir? Que fue un error, que no era su intención, que me ama y ble ble ble. Está bien que no tenga aaaaños de experiencia, pero tampoco soy boba.

-Creo que debes tomarte las cosas con mucho más calma, pequeña. Tal vez enserio haya una explicación de por medio~ Deja que te llame para que puedan hablar, y en caso de que lo suyo se termine, al menos lo sabrás a tiempo. ¿No lo crees?
- A tiempo~ No se va ni una semana, y ya tiene alguien.
-No saques conclusiones tan de prisa, quizás no sea lo que parece.-Advertía el mayor que con algo de paciencia trataba de tranquilizarla, sacó un pañuelo de su bolsillo y se limitó a secar las lágrimas adversas- Ya no llores, bonita. Enserio, probablemente sólo estaba estresado y dijo lo que  dijo para safarse de la pregunta rápidamente.
-¿De verdad lo crees?
- Es una fuerte probabilidad, pero sólo él puede responder tus dudas así que… Espera su llamada.-De ser considerado un potencial “infiel”, a los 10 segundos ya era el héroe de la menor. Tomó de las manos ajenas aquel pañuelo y se fue secando el rostro lo mejor que podía, sacando el maquillaje restante que se le había corrido-
-Oye ¿Me prestas las gafas?
- Si eso te hace sentir mejor, pues dale.
- Se las doy a Hassel para que te las devuelva ¿Si?
-No te preocupes por eso, te quedan bien, si quieres puedes quedártelas.
-¿Enserio? ¡Genial!
-Qué fácil de contentar eres.
-Oye no~ Sólo que ya no quiero  llorar. Quizás sólo me estoy haciendo ideas.
-Exacto, ahora puedes ir a tus clases, pero apúrale que vas a llegar tarde.
- Tu también
- No tengo clases hasta la tarde, sólo vine a devolverle los libros a mi hermano.
-¿Hermano?
-Sí, mi hermano. Estaba platicando con él cuando te vi llorando y le dije que me disculpara. Luego te lo presento.
-Entendido, ahora sí me voy. Oye, gracias por esto, te debo una-Rápidamente se arregló sus vestiduras y se acomodó un poco el cabello, salió corriendo hasta su aula con el pañuelo en mano, ondeándolo en señal de despedida-
-¡Abierto! Run faster, Lu. Run faster~ -Corrió de prisa antes de que el docente llegara a cerrar la puerta, se acomodó a lado de Sandra, como le era de costumbre.-
- Y eso ¿Porqué llegas tarde?
- Pequeños problemitas.
-Quítate las gafas, te van a retar.
- Nah, el profesor es buena onda. –Comentaba con total tranquilidad mientras sacaba sus cosas del bolso para tomar apuntes-
-Señorita Del Alcazar, quítese los lentes que lleva puestos.
-Te dije
-Calla!
-¿Cómo dijo?
-Que ya mero me los quito.
-Apenas aquella se sacó los lentes, Sandra pudo percibir de que algo no andaba como debía, a la vista estaba que había llorado, ahora la incógnita a resolver era el por qué. Las horas parecían ser eternas y hasta ahora la ajena no encontraba momento indicado para preguntarle ya que salía un profesor, e inmediatamente entraba el siguiente. Las charlas entre ella y la adversa eran esporádicas puesto que los profesores como siempre, las tenían en la mira. No eran las personas más calladas del mundo precisamente. Las horas iban pasando y conforme a ello, el cambio en la actitud de Lu se hizo más notorio. Estaba como que pensativa ¿En qué pensaba?-  Uhm~ -Susurró haciendo una leve mueca con sus labios, quizás lo que Bastian le había dicho era cierto, quizás Eduardo verdaderamente estaba ocupado y sólo lo dijo por decir, esas cosas solían pasar, uno dice mucho sólo para salir del apuro y no repara hasta luego de incidida la situación. –
+ ¿Si o no?
+ ¿Ah?
+ Que elijas entre sí o no
+ ¿De qué?
+ Sólo elije.
+ No(?)
+Pues va, entonces no lo llamo.
+¿Llamar a quién?
+ A Blanca Nieves, es que le presté unos tacones así bien chulos y hasta ahora no me los devuelve.  Y ni qué decir de la Cenicienta, esa se llevó mi vestido de gala y no la he visto ni por el vuelto.
+ Qué graciosa.
+ Luego te cuento
+ Mejor ahora, ya terminó la clase.
+¿Ya?
+ Sí, ya~ ¿Soñabas despierta?
+ Pensaba en realidad.
+ Vamos a mi casa ¿De acuerdo?
-Guardó sus cosas en el bolso y caminó hasta el estacionamiento para sacar su vehículo, de camino a la casa de Sandra, le fue adelantando un poco de lo  sucedido, ella guardaba silencio y escuchaba atentamente. Al estar en su cuarto atinó a decir que quizás fue sólo cosa del momento y que no creía en la posibilidad de que le estuviera engañando, de lo contrario el tono de voz empleado y las oraciones hacia la dama que cogía el teléfono, hubieran sido mucho más suaves. Lu terminó aceptando la teoría de su amiga, tenía razón, durante la llamada no habían dicho nada comprometedor, su mente posiblemente le estaba jugando una mala pasada.-
+ ¿Crees que deba llamarlo?
+ Eso depende. ¿Cuántas llamadas perdidas hay en tu celular?
+ No sé, no lo he vuelto a sacar del bolso.
+ ¿Qué esperas?
-Tomando entre sus manos aquél, busco en el compartimento secreto su celular, al sacarlo había 50 llamadas perdidas-
+ 50 llamadas perdidas ¿Está loco?
+ Por ti, posiblemente.
+ A todo esto… Siempre me has hablado a grandes rasgos de él. ¿Quién es? Necesito nombre, no es justo que tú sepas todo de mí y yo, ni el apodo del chico con el que sales. Por lo que me has dicho, está muy bien posicionado ¿Verdad?
+ Es un hombre mucho mayor que yo, y le conoces.
+ Ay, no me digas que estás saliendo con el carnicero de la esquina, está bien que siempre te de carne gratis pero tampoco tampoco.
+ JAJAJAJAJAJA no es el carnicero, tonta~ Ni el carnicero, ni el lechero, ni el panadero, ni quesero, ni ninguno de ellos.
+ Entonces peor, no conozco a tus amigos fuera de la universidad.
+ De hecho, está dentro de la universidad.
+ Ay, no mames, no me digas que es el Juanito. No creí que estuvieras a tanta falta de amor, yo te presentaré unos así bien buenotes, ya vas a ver.
+ Que no, no es el Juanito.
+ Más perdida entonces. ¿De quién estamos hablando?
+ ¿Te acuerdas cuando me enojé cuando todas babeaban por él?
+ ¡NO INVENTES!
+ Sí
+¡NO! ¡NO! ¡NO!
+ Sí, sí, sí.
+ Es que… ¡NO! ¡NO! ¡NOOOO!
+ Que sí, caray.
+ Bueno, por eso decía que sí.  ¡Concha de la lora! Ni en mi más locos sueños me hubiere imaginado que salías con el profe.
+ Es que tampoco podía compartirlo con todos, su puesto hubiera estado en peligro en caso de saber que anda en amoríos con una de sus alumnas.
+ Pues en eso si tienes bastante razón. Pero rayos, es el profe. Por cierto, en una de sus pruebas me saqué 9, dile que dos puntitos más no afectan a nadie.
+ Oye no, no te pases.
+ Ya me callo. En fin, sería de la idea de que lo llames, sus 50 llamadas desesperadas indican claramente de que necesita hablar contigo.
+ Lo voy hacer, me voy yendo a casa para no coger tráfico. Haces las tareas ¿Entendido?
+ Ya regresaste. Si mamá, si hago las tareas.
+ Boba.
-Con un beso en la mejilla, Lu se despidió de Sandra~ Tomó su motocicleta y fue directamente hasta su casa, al llegar guardó la misma y se metió en su cuarto, tenía el celular en las manos y no se decidía a llamar. Estaba nerviosa, no sabía lo que iba a decir, quizás necesitaba disculparse por el comportamiento abrupto, o quizás sólo necesitaba oír lo que Eduardo tenía para decir.- Esto no es fácil. –Miraba la pantalla como si no tuviera otra cosa más que hacer, de pronto en la misma apareció el nombre del susodicho, con la mano algo temblorosa, contestó la llamada-
+ ¿Estás ahí?
+ No, quien te habla es mi alma. ¿Mi cuerpo? Está enterrado en un mar de lágrimas.
+ Amor, no… No es lo que quise decir aquel instante, la verdad es que estoy presionado por un montón de cosas y apenas tengo tiempo para respirar. Aquella chica que llamó, es una loca que siempre se aparece en la oficina, es la hija de uno de nuestros socios principales y en teoría, tendría que ser amable con ella, pero como ves, tiene un carácter y un comportamiento bastante difícil de llevar. Te amo mucho, tú sabes que es así, no quiero que pienses ni por un solo instante en el hecho de que te puedo dejar, o de que voy a formar otra vida aquí. Te adoro, Lu.
+Quizás mi manera de proceder no fue la adecuada, pero es que… ¿Tú amiga?
+ Lo sé, y me maldije N veces por haber dicho aquella palabra. He estado totalmente desconcentrado hoy, cancelé mis juntas, y me tomé el día libre porque no hacía más que pensar en lo torpe que había sido. Perdón, amor.
+ Estaba preocupada, mis propias inseguridades tampoco me ayudaron demasiado. No te preocupes por nada, todo está bien. Ahora sé cuánto es lo que te importo, 50 llamadas perdidas una no recibe todos los días.
+ ¿Fueron 50? Creo que me excedí un poco. Tienes unas cuantas en el Whatsapp, otras en el inbox del facebook, un par de mensajes en twitter y … Mejor no revises el Gmail.
+ -Una fuerte carcajada fue arrancada de los labios de la menor al oír todo lo que su novio le decía- Te amo, mi cielo. Prometo solemnemente no volver a desconfiar, espero que todo te vaya bien en el trabajo~ No te olvides de llamarme ¿Si? Ya extrañaba escuchar tu voz.
+ Lo prometo, perdón por eso, apenas llegaba a la cama y me dormía. Me organizaré mejor, pequeña.
+ Espero que tengas una bonita semana, me mantendré en comunicación ¿Si? Tengo que contestar una llamada de la oficina, te hablaré pronto, princesa. Te amo, no te canses de esperar por mí.
+ No lo haré, hasta luego mi amor. Que todo te salga de maravilla, te amo, y mucho.
-Ahora sentía que el alma le regresaba al cuerpo, había podido escuchar la voz de su amado y cualquier tipo de duda que pudiere haber tenido minutos previos, estaban del todo despejadas. Se tiró a la cama y sonrió dulcemente. Aquel delicioso placer de descanso no le duró lo suficiente cuando escuchó el timbre sonar- ¿Quién? –Dijo mientras caminaba a lo largo del pasadizo- ¡Hassel haciendo acto de presencia! –Escuchó desde el otro lado de la puerta. Una sonrisa enorme volvió a formarse en sus labios, abrió la misma y lo hizo pasar-
+ Hola mi bonita. Estaba pensando en que eres tú la persona idónea para ayudarme con un problemita chiquitito. –Comentó juntando su dedo pulgar y el índice-
+ ¿Qué tipo de problema? Te advierto que soy mejor en lengua que en números, ni hablar con la física, la química, la aritmética, geometría, trigonometría y esa tira de trías.
+ No no, no es nada eso, para eso tengo a Bastian. Lo que ocurre es que  va ser su cumpleaños y necesito con urgencia urgenciosa, pensar en un regalo bien bonito. Pero no se me ocurre qué~ ¿Te puedo confiar algo?
+ Lo que quieras, pero mejor vamos a mi cuarto que ahorita mamá ha de estar por llegar y no tendremos mucha privacidad.
+ Si que sí. Entonces… Como iba diciendo, hay una sola cosa que no le he dado Bastian, pero tengo miedo de dárselo.
+ Te refieres específicamente a…
+ Tú sabes, un hombre, mas otro hombre, un cuarto solos…
+ ¿Te refieres a que no han tenido intimidad?
+ Justo eso, entonces pensaba que quizás podría ser yo,  su regalo. Después de todo, estoy bien chulo ¿Qué no?
+ Demasiado.
+ Tú qué opinas ¿Debería hacerlo? Quizás te preguntarás porqué es que recurro a ti, y no quiero ser molestia viniendo muy  seguido pero es que no tengo alguien en quien confiar éste tipo de asuntos. Si le digo a mamá, que de por sí me detesta, seguro me bota de la casa por “inmoral” como ella dice, y los chicos de la escuela no son un pan de Dios y los de la academia, pues no me dan confianza. ¿Verdad que puedo confiar en ti? Esta vez sí, promesita de Dioh que no vuelvo a molestarte tan seguidito, pero ayúdame ¿Sí?
+ No tengo inconveniente alguno en el que vengas a visitarme, eres bienvenido cuando quieras, pero llámame antes para asegurar de que ando en casa ¿Vale? Con respecto a tu pregunta, creo que la primera vez es algo muy importante, tanto para las chicas como para los chicos, entonces… Tienes que evaluar cuánto lo amas y estar abierto a posibilidades, uno nunca sabe lo que pueda suceder mañana. Si realmente quieres que sea el primero por todo aquello que sientes, estoy segura de que se sentirá muy contento con un regalo tan divino como tú, pero si tienes alguna duda acerca de sus sentimientos, entonces diría que es preferible elaborar algo más, la creatividad es grande y seguro podrías hallar otro regalo magnífico.
+Es que, en verdad quiero hacerlo con él, muchas veces me ha tocado, es decir, las caricias han sido intensas en momentos donde hemos estado solos, aún así, nunca ha pasado más porque, no sé, supongo que él no cree que yo esté lo suficientemente listo para dar aquel paso.
+ ¿Te preocupa?
+ Me preocupa no poderme parar al día siguiente –Admitió con gracia el menor-
+ ¿Cuándo es su cumpleaños?
+ Mañana. ¿Crees que me deba vestir de manera especial para motivarlo?
+ Eso depende. ¿Sabes qué le gusta?
+ Pues no, pero se pone más cariñoso cuando ando de uniforme.


sábado, 11 de octubre de 2014

Capítulo 11: Siempre quise un amigo gay

¿Cuántos días van? ¿Tres ya? Demonios, parece como si  le hubiera visto por última vez hace un año ¿Cómo es que voy a lidiar todo este tiempo sin él? Creo que no debí acostumbrarme tanto a su compañía, todo parece eterno~ ¿Qué estarás haciendo Edu? ¿Por qué no te has reportado conmigo hasta ahora? ¿De verdad estás tan ocupado? –Se hacía un montón de preguntas mientras continuaba de camino a la biblioteca. Hace tres días Eduardo había partido, y como era de esperarse, Lu se había saltado clases para irlo a despedir al aeropuerto. Las últimas palabras de éste fueron “Espérame, princesa” Palabras que fueron seguidas de un corto beso del mismo- Ah! De verdad te extraño, te extraño muchísimo. –Continuaba pataleando cuando un pequeño golpe en el hombro le hizo trastabillar y caer al piso.- Lo siento, lo siento, andaba distraída. –Dijo como disculpa, de pronto escuchó una voz masculina que respondía con un “No te preocupes, yo también lo estaba”. Al ver que los libros del contrario habían caído al suelo, se apresuró en ayudarlos a recoger-Aquí tienes, discúlpame. –El contrario recibió con cortesía sus cosas y sonrió para ella- Insisto, no debes preocuparte. -aclaró-¿Ibas para la biblioteca? –Cuestionó la chica con ese dulce tono de voz que poseía- Así es, ¿Cómo sabes? –no faltó en recalcar el adverso- Por tu carné de  biblioteca, se te cayó también, toma. –Con un brazo sujetando los libros y con la otra mano libre, tomó su carné y volvió a sonreír- Soy Bastian, un gusto. –Dijo el mismo como una pequeña introducción- Mi nombre es Lu, el gusto es mío.  –correspondiendo al saludo, continuó- Bueno Lu, no pretendo ser descortés pero tengo cosas que hacer, tal vez te vea luego. ¿Vas a la nacional? –se apresuró antes de aventurarse a la biblioteca- Sí, turismo y hotelería, pabellón 2~ -Dijo casi en un pequeño gritillo al ver que se alejaba- Copiado, compañera. –Expresó como último el chaval-
Cielos… Si que era bien simpático. Bastian eh, no lo había visto antes. –Encogiéndose un poco de hombros, siguió su camino.- ESPEREN! Yo iba a entrar a la biblioteca.-Pronunció frenando de golpe- Pero… Si entro quizás piense que le voy siguiendo, que soy una loca muchacha acosadora. Mejor voy a la de cuadra siguiente. –A paso tranquilo caminó hasta la siguiente intersección e ingresó a la biblioteca, sacó aquellos libros que necesitaba para terminar con el material que le había dejado un docente, al menos los minutos que estudiaba le servían para tener la mente despejada de todo tipo de pensamiento- Entonces con que así era el asunto –vociferó en voz baja cuando pudo comprender un poco más de lo que se trataba el tema en investigación, teniendo casi todo sus apuntes mucho más claros, se apresuró a recoger sus cosas y guardarlos en su cartera, cuando iba a saliendo, abrió la puerta de golpe y sintió como si algo hubiera chocado con ella, despacito fue abriéndola cuando vio que un muchacho se sobaba con inquietud la zona de la frente-
+Rayos,esto… Amigo, ¿Estás bien?  Lo siento, perdón, ando bastante torpe hoy día. –Replicó mientras dejaba sus cosas y lo ayudaba a levantarse-
+ Ah! Descuida, no es nada, no es la primera vez que me pasa –canturreó de manera risueña- Soy Hassel. –Respondió con toda la confianza del mundo. Lu, un poco extrañada por la actitud tan suelta del contrario, sonrió amablemente-
+Soy Lu, es un placer Hassel. De nuevo… Disculpa. –Intervino un segundo-
+No es nada, cielo. –Asumió a contestar el contrario, de pronto Lu lo había comprendido todo, aquel muchacho, era la cosa más gay y dulce de todas. Con un poco más de soltura, le pasó lo que había llevado en las manos y que por el inevitable golpe, habían caído al suelo-
+ Oye, nos conocemos verdad? –Repuso el chico-
+ ¿Lo hacemos? –respondió la chica con duda-
+Claro, tú eres la que vive a dos casas de la mía, la que tiene la motocicleta ¿Cierto?. –Al parecer, aquel niño la conocía bien. Sin embargo, Lu nunca se había percatado de su presencia-
+Sí, esa misma. –Añadió sonriendo con la mirada-
+Siempre quise subirme a una moticleta, pero mi madre no me deja, que es para hombres, dice. Y… ¿Qué soy yo? ¿Acaso no tengo mi cuestión abajo?
+–Lu echó a reír divertida al escuchar el comentario del adverso- Creo que tienes un muy buen punto a tu favor. –Respondió esta vez mucho más entretenida-
+ Uhm… ¿Trajiste tu motocicleta? ¿Me das una vuelta?
+ –Aquella confianza que le demostraba, la hacía sentir un poco extraña, pero aún así, no le dejaba de parecer tierno- No la traje hoy, pero si deseas puedes pasarte a mi casa cuando sea y salimos a dar un pequeño paseo.
+ ¿Te puedo tomar la palabra?
+Claro que sí.
+ Entonces supongo que nos veremos pronto, cuídate Lu.
+Cuídate mucho también, regresa con cuidado, ya está oscureciendo.
+Oh!  Ni te preocupes, mi novio va a pasar por mí.
+ Oooook, a ver si algún día me lo presentas.
+ Si quieres nos podemos ir juntos los tres, ya no debe tardar en venir. Yo… Me olvidé mi carné en la mesa, voy, lo recojo, y regreso. ¿Me esperas?
+ Ve ve, lindo~  -Lu estaba impactada, tenía muchas cosas que hacer pero en definitiva no se perdería una oportunidad como ésa, había soñado años de años con tener un amigo gay y ni sabía que dentro de su cuadra había uno. Muy en particular, podría conocer a su novio, se preguntaba qué tipo de chico era, no creía en la posibilidad de que fuera más dulce que él, quizás era uno mucho más serio. ¿La haría de pasivo?-
+ Ya llegué ¿En qué pensabas?
+ En nada importante, en una que otra cosa que tengo que hacer para mañana.
+ Ya veo, entonces… ¿Lo esperamos afuera? Le diré que tengo una nueva amiga y que no se demore mucho. –Comentó mientras tomaba el celular entre sus manos y se apresuraba en escribir un mensaje de texto-
+ Vaya que eres lindo~ ¿Cómo es tu pareja? –Cuestionó de pronto, sin duda interesada en el tema-
+Veamos… Él es alto, simpático, un poco serio, a veces demasiado, pero sin duda, me quiere mucho. ¿Tú tienes novio o novia?
+ Un novio, sí. Ahora está en New York, pero vendrá apenas termine de arreglar unas cuantas cosas con la empresa que tiene allá.
+Waooo, entonces he de suponer que es mucho mayor que tú. ¿No es así?
+  Se podría decir que sí, pero si le vieras… No lo parece.
+ Espero que regrese pronto, quizás podríamos salir los cuatro. No sé, ¿Qué opinas?
+ Pues… Apenas me comunique con él,  le diré que tenemos una cita pendiente con unos buenos amigos.
+ ¡Genial! –Dijo el muchacho con emoción, a los segundos salía de sus labios un pequeño chillido- ¡Amoor! –Aquel había saltado a los brazos de quien Lu suponía, era su pareja- Mira mira, ella es mi nueva amiga…

*Hola Lu –Espetó el contrario-
+ Santitos ¿Se conocen?
º Algo así, digamos que tropecé con él cuando iba de camino a la biblioteca~ Por eso dije que andaba algo torpe el día de hoy.
+Pero qué pequeñito es el mundo. Pues va, él es mi hombre. –Dijo el ajeno, quedándose colgado cual changuito de su acompañante-
º Que son bien monos ambos, es un placer haberles conocido.
*No pretendo cortar charla pero hay mucho de camino ¿Qué les parece si caminamos y conversamos?
-A diferencia del que era su cuasi vecino, su pareja era mucho más seria y hasta cierto punto, varonil. Era un muchacho simpático en cuestión física, pero su seriedad era como una especie de barrera que sentía que no encajaba muy bien con la del primer mencionado. “Los opuestos se atraen” recordó fugazmente mientras iba de camino a casa, durante el mismo, la conversación se hizo un poco más amena y divertida por las ocurrencias que soltaba Hassel, sin duda era un chico con demasiada vitalidad.-
+ Y así fue como los ovnis me secuestraron –Concluyó Hassel con una risita enternecedora, a lo que tanto Lu y Bastian respondieron con un ¿QUÉ?-  Jajajaja, nada nada, sólo me cercioraba de que me estuvieran escuchando. A veces hablo mucho, o eso es lo que Bastian y mamá dicen, la neta no estoy muy seguro de que si les agrade, a veces parece que sólo me dan por mi lado. –Comentaba con un pequeño mohín en los labios-
*Siempre te escucho, amor~ Y si me demoro en responder es porque de todo lo que me dices… No sé sinceramente por dónde empezar. Sabes que soy un hombre de pocas palabras. –Resolvió a contestar el mismo, dejando un pequeño beso en las mejillas de Hassel-
ºHermosos que son. –Comentó Lu con una sonrisa de oreja a oreja-
+¿Verdad? Yo también le digo a Bastian que hacemos una pareja bastante bonita.
-Después de una media hora, Lu llegó a su casa, escoltada de aquellos dos bellos ejemplares del sexo opuesto. Si algo debía reconocer, es que ambos estaban tal y como querían.-
+ Chau, Lu. Luego luego me paso por tu casa para hacer lo que quedamos ¿Va?
º De acuerdo, lindo. Te estaré esperando~ Todas las tardes ando aquí metida.
*Hasta pronto, Lu. Que pases buenas noches –Se limitó a comentar el contrario-
-Hassel del todo emocionado empezó a agitar su manita cuando la vio entrar a su casa, la muchacha correspondió al dulce gesto antes de cerrar la puerta principal.-
º Vaya menudo día, eh. Pero qué lindo muchachito me tocó conocer.
+ ¿De qué muchachito hablas? –Cuestionó su madre mientras lavaba los trastes-
º Buenas noches má. Pues de un chiquito que vive a dos casas de la nuestra.
+ ¿Te refieres a Hassel? Ése pequeño es bastante curioso, bastante… Amaneradito.
º Ay lo sé, es tan lindo. Es gay, mamá~ Hace raticos me dejó en casa, con su novio.
+Ya me lo sospechaba, parece ser bueno~ Siempre es muy educadito cuando me ve pasar.
º Es bello.  
+ ¿Ahora resulta que te gustan los gays?
º  Hahahaha, no es eso mamá, sino que es recontra tierno. Le dije que viniera a casa cuando quisiera, quiere salir a pasear en la motocicleta.
+Bueno, es bienvenido cuando desee. Sé que su mamá no le tiene mucho aprecio, o eso es lo que he podido ver las veces que me los he cruzado.
ºSupongo que no es fácil de aceptar su opción pero Hassel es una chulada de hombrecito.
+ Veo que te has quedado muy impactada con el jovencito aquél.
º Ay sí, el que no me convence demasiado… Es su novio. Es como que muy serio, nada pero nada parecido a la manera de desenvolverse de Hassel. Pero bueno, al menos se ve que se quieren bastante.
+ Es asunto de ellos, Lu. Por otro lado, ¿Te sirvo la cena?
º Por favooooooooor, estoy muriendo de hambre.
-Su madre asintió a la petición de aquella y de inmediato se puso a servir en el plato. Teniendo la mesa acomodada, se pasaron a sentar y a compartir juntas el alimento. Hablaron de cómo les había ido en el día, Eduardo también fue tema de conversación y entre otras cosas banales que había ocurrido. Al terminar, se levaron los platos y Lu se fue hasta su habitación para terminar de hacer los trabajos que había llevado retrasando por uno u otro motivo.-


Ah~ Calla-Susurró somnolienta al escuchar su despertador sonar- callaa, caaalla, CAAAAAAAALLA maldita cosa de Satán. –Dijo más despierta al tener que levantarse para apagar el despertador, no había dormido mucho y su humor precisamente no era el mejor de todos-
-Oye Lu, Hassel está aquí~ Dice si lo puedes llevar a la escuela.
+ Ése pequeño enserio se tomó mi palabra. –Pronunció más animada- Dile que me baño rápido y salgo, mamá.
-La chica metió rápidamente sus cosas en la cartera, tomó la toalla  y se dio una buena ducha, cogió veloz una prenda que otra y salió con el cabello un tanto mojado ya que no le había dado tiempo de secarlos-
+Hola Hassel, qué lindo es verte por aquí.
+ Buenos días, Lu. Espero que no te molestes, pero ya que me ofreciste que me pasara… Me preguntaba si podías llevarme a la escuela. Promesa de Dioh que es la primera y la última vez que vengo tan tempranito.-Repuso con sus manitos en posición orante, como si se tratara de una súplica-
+Oh, no te preocupes, no es molestia alguna. Aún voy temprano para la u y me queda de camino tu escuela. Qué guapo te ves con uniforme
+ Ah! Vaya que lo sé, yo soy una chulada de tipo.
+ Y muy modesto por lo que puedo ver.
+ Es parte de mi naturaleza. –Respondió entre pequeñas risillas el menor-
+ Oye, espera unos segundos ¿Vale? Me preparo unos sándwiches para la universidad y enseguida te llevo.
+ Copiado, cielo.
-Lu se dispuso hacer lo anteriormente mencionado, preparó su sándwiches, en una botella llevó un poco de té y lo llevó en una pequeña lonchera-
+ Andando pequeño.
-De un solo brinco el ajeno se paró del sillón, tras despedirse de la mamá de la chica, la siguió por detrás-
+Uhm… ¿Hace cuánto que conduces?
+ Desde que estaba en tercero de media~ Las motos siempre implicaron una pasión para mí, son como poder sentir la adrenalina, la frescura del viento en tu cara. Es bonito~
+ Eso es lo que pienso yo, se debe sentir bien padre.
+Ya sabrás lo que se siente. Ándale, sube~ No tengo otro casco, sólo éste de color lila ¿Te molesta?
+No, para nada. El lila es uno de mis colores preferidos.
+Perfecto entonces.
-Una vez que estuvieron encima del vehículo, la ajena encendió el motor y salió de la cochera rumbo a las calles, el menor estaba bastante emocionado, tanto que abría sus brazos de par en par al sentir la brisa del viento-
+ Me siento como Rose en Titanic.  
+ Hahahaha, sí que eres ocurrente.
+ Seguro piensas que soy  muy  gay ¿Verdad?
+ Eres dulce, es así como te veo.  Siento que podemos ser muy buenos amigos~
+ ¿De verdad, Lu?
+ Claro que sí, como mi amiga suele decir a los chicos que les tiene mucha confianza… Serás mi amiga con pene.
+ -El muchacho soltó una carcajada al escuchar las palabras de Lu- Entonces, tú serás mi amigo con bubis.
+ ¡Hecho!  Ahora principito… Puede bajarse que ya hemos llegado.
-El menor de inmediato bajó de la motocicleta y se quitó el casco para devolvérselo- Muchas gracias por traerme, te debo una ¿Si?
-La adversa iba a responder cuando escuchó ciertos murmullos por parte de los compañeros del ajeno. Aquél inevitable “Uuuuuuuuuu”. Uno de aquellos, pasó el brazo por el hombro de Hassel y miró a Lu- Oye, amigo mío ¿No me la presentas? –Repuso el confianzudo muchacho. “Niños con las hormonas alborotadas” pensó Lu- No, ella es sólo mía, querido. –Repuso el risueño muchachito, safándose de la posición en la que estaban-

+ Nos vemos más tarde, bonito mío. –Repuso un antes de poner la motocicleta en marcha, alejándose de aquel lugar.- Ése niño realmente es un encanto ¿Cómo puede haber alguien tan así? Ah! Ni yo, que soy chica. –Avanzó apenas un par de cuadras y ya se encontraba en la universidad, un poco más temprano de lo usual pero aquello le serviría para poder tomar el desayuno, bajó de su vehículo a motor y lo aseguró antes de irse a su pabellón.- I need a miracle, I need to be your girl(8) –canturreaba tras conectar los auriculares al celular, de pronto vio una sombra muy conocida, era Bastian.- HO… -Guardó silencio de repente cuando lo vio en compañía de otro muchacho, con su alma de espía, se quedó detrás de uno de los arbustos para poder vigilar el comportamiento del contrario, que desde su punto de vista, era demasiado “amical”. El celular vibró en sus manos, era Eduardo- 

sábado, 20 de septiembre de 2014

Capítulo 10: Por favor, espera por mí

-Habían pasado semanas enteras desde que Sandra había terminado con Keylee, al parecer cada día se encontraba mejor y con buen ánimo, no le gustaba ver a su amiga triste, por eso siempre procuraba estar al pendiente, hacer cosas como salir a pasear, ir de compras, al cine, a fiestas y una serie de cosas más para mantener la mente ocupada. Por otro lado, las cosas con Eduardo iban tan bien como siempre, se llamaban de 1 a 2 veces al día cuando no podían verse y los eternos mensajes tampoco se hacían esperar. Todo estaba en orden ahora, pensaba. Las cosas difíciles habían pasado y si no fuera por algunos venditos cursos que querían jugarle sucio… Pues todo seguía un curso favorable.  Tras haber salido de clases, se dirigió a su casa para almorzar, tenía mucha hambre a esas horas de la tarde y no había cosa que deseara más, que estar pronto en su hogar para ver lo que su mamá hubiere preparado, con rapidez tomó su vehículo y condujo hasta su destino, el tráfico no era bueno pero tampoco malo, al llegar vio el rostro de su mamá algo afligido, no sabía lo que estaba pasando y verla así… La hacía poner un poco tensa-
+ Mamá ¿Qué es lo que ocurre?
+ Eduardo llamó, las cosas no están bien.
+ ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Qué tiene Eduardo? ¿Dónde está?
+ El está bien, hija~ el que se encuentra mal es su padre.
+ ¿Su padre? –Reflexionó por unos segundos, no conocía al padre de su novio por más de que ya llevaran saliendo buen tiempo, ni siquiera conocía su nombre –
+ Sí, su padre. Eduardo llamó a la casa porque no le coges el teléfono~
+ ¿Mi celular? Pero si mi celular está prendi… Ah!  Olvidé cargarlo, rayos.
+ Dijo que quiere hablar contigo de un asunto, no sé de qué.  ¿Por qué no me habías dicho que estaban saliendo juntos? Porque no me vas a decir que llamó hasta la casa sólo porque son muy buenos amigos y quería mantenerte informada ¿O si?  Y menos que pidió verte porque necesita un hombro en el cual apoyarse~ Recuerda que no nací ayer.
+ Bueno… Yo… Digamos que… lo olvidé. Uhm... en realidad no pero… No es una cosa que sueltes así tan abiertamente  y menos sabiendo que le conoces. Nunca me dijiste cómo es que sabes de él y de su familia.
+Creo que habrá tiempo para discutir ese tema, dijo que iba estar aquí como a las 5, te queda media hora por si es que quieres alistarte.
+ De acuerdo, vale, conversaremos luego~ Iré a darme una ducha, me cambio rápidamente, conociendo lo puntual que es, no quiero hacerle esperar.
-Tal y como anteriormente lo había anunciado fue hasta su cuarto y escogió la ropa que se pondría, la puso en orden como habituaba, tomó una corta ducha con la intención de sólo refrescarse, su mente divagaba por muchos lados, tenía una sensación rara en el pecho que no la dejaba estar tranquila, y el hecho de que el ajeno quisiera verla cuando  habían  problemas dentro de su familia… No le transmitía exactamente buenos pensamientos. Sólo esperaba con todas las fuerzas de su corazón, que no fuera una mala noticia y que aquel problema que tenía su papá se solucionara lo más antes posible~ Cogió su toalla y se la enredó en el busto, salió de la ducha y empezó a coger sus prendas una a una mientras se las colocaba. Vestía con un jean, un blusa y unas tenis, algo cómodo y no tan exuberante. A la hora anunciada, Eduardo se encontraba tocando el timbre de su hogar, apenas escuchó, tomó su cartera y salió a recibirlo pero su mamá ya se le había adelantado, estaba algo nerviosa por cómo sería su trato con el que ahora sabía perfectamente que era su novio, se la imaginaba un tanto más seria, haciendo preguntas sobre sus intensiones o que es lo que realmente deseaba y pensaba hacer con su persona; muy por el contrario, su mamá lo recibió como le era habitual, incluso mucho más amble que de costumbre  - ¿Y esta? –Pensó para sí, saliendo hasta la sala de estar donde le hizo sentar-
+ ¡Lu!
+ Eduardo
+ ¿Cómo estás princesa?
+ Uhm… etto… Bien. ¿Cómo estás tú?
+ No tan bien, quiero platicar de algo contigo. ¿Te molesta si nos vamos a dar una vuelta?
+ No no, para nada, espera le aviso a mamá~ Creo que se estaba poniendo hacer bocaditos.
+ Tu mamá siempre tan linda.
+ Sí, bueno… Se esfuerza. –Al segundo fue hasta la cocina para anunciarle a su mamá que se irían, que no se preocupara y que regresaría pronto.  Su madre aceptó tranquilamente y la despidió con un beso en la mejilla, le hizo saber que le tocaba trabajo diurno así que regresaría a casa muy temprano por la mañana. –
+ Mi amor, ¿Nos vamos ya?
+ Sí princesa, andando~
-el mayor tomó la mano de la contraria un antes de salir de aquella casa, cordialmente abrió la puerta y la hizo pasar primero, siendo el último en salir, cerró la puerta. De igual manera hizo con la puerta del coche, las atenciones del adverso siempre eran muy caballerescas, sus modales eran impecables y desde su punto de vista… Con sencillez podría decir que era el hombre perfecto.-
+ Mi amor ¿De qué se trata aquello de lo que quieres platicar?
+ Te cuento luego, esperemos llegar al lugar que tengo preparado para nosotros dos.
+ ¿Has preparado un lugar para nosotros?  Mi cielo… ¿Por qué eres tan lindo?
+ No es nada, mi niña, son sólo detalles. Más bien, cuéntame, ¿Cómo has estado tú?
+ Veamos, nada fuera de lo usual~ Sandra ya se encuentra mejor. ¿Te acuerdas que te comente que había terminado con su enamorada? Creo que cada día se recupera, está empezando a sonreír de nuevo.
+ Me alegra saber eso, no puede deprimirse por una persona que no la valore~ Siempre pensé que tu relación con ella es algo extraña ¿Sabes?
+ ¿Extraña? ¿A qué te refieres?
+ Pues…  A ella le gustan las mujeres, tú eres una, y una muy linda.
+ Hahahahahaha, ay amor, pero que cosas dices. No no, nada que ver, Sandra y yo somos muy buenas amigas pero de ahí no pasa, ella sabe muy bien que a mí me gustan los chicos y aparte soy su mejor amiga, no se fijaría en mí, no sea bobo. Además, la única persona que me importa, eres tú~
+  Y tú me importas a mí, mi pequeña.  Entonces olvida lo que dije ¿De acuerdo?
+ ¡Hecho! ¿A dónde estamos yendo amor?
+ A un lugar bastante bonito, ¿Alguna vez has paseado en bote?
+  Sí, pero no hice un muy buen trabajo.  Recuerdo que andaba en la escuela y justo era primavera, y como cada primera nos fuimos de paseo, al lugar que fuimos, había un lago y la mayoría de personas se metió allí para zambullirse, pero yo quería pasear en bote, tenían unos botes mega bonitos. Así pues, con una amiga más decidimos alquilar uno, apenas nos subimos comenzamos a remar, pero éramos un fracaso, mi amor~ Lo único que hacíamos es dar vueltas y vueltas y vueltas en círculos.
+ -el mayor sin hacerse esperar, soltó una carcajada~ De seguro se había imaginado la escena, era algo cómica si quería ser sincera-
+ ¡Oye! No te rías.
+ Lo siento, es que me pareció muy divertido.
+ Vale, sí, quizás sea un poco gracioso.
+ Hoy día daremos un paseo diferente.
+ ¿Diferente? ¿Cómo?
+ No daremos vueltas en círculos.
+Yaaaaah deja de burlarte. Mejor adelánteme algo de lo que querías decirme ¿Qué no?
+ Bueno, es que es un asunto algo complicado y creo que sería mejor que lo tomáramos con calma.
+No me asustes.
+ Mis intenciones no son esas, ya falta poco, no tardaremos demasiado.
-Los minutos siguientes se llenaron de un silencio algo incómodo, Lu no sabía que pensar y Eduardo no sabía que más decir. Tal y como el mayor lo había comentado con anterioridad, en minutos consiguieron llegar a su destino.  El contrario estacionó el coche y se bajó del mismo, corrió hasta la puerta contraria abriendo la misma- Princesa, no estés seria.  Divirtámonos ¿Si? –Comentaba con tono tranquilo mientras la tomaba con delicadeza de la nuca y la acercaba hasta sus labios para plantar un beso.- Mi niña… Yo te amo.
+Yo también te amo, mi amor~ Sólo que me pone un poco nerviosa el hecho de que no quieras decirme lo que pasa, lo que quieres hablar conmigo.
+ Ya lo sabrás,. Anda, vamos a pasear y te cuento mientras tanto ¿Si?
+ Bueno, creo que suena justo.
-Dando un pequeño brinco salió del coche y cerró la puerta~ Tomó la mano del ajeno y caminaron a través del puente de madera hasta llegar al final del mismo, allí los esperaba un señor, aquel que les alquilaría la embarcación, cedió las llaves y les señaló el bote que en esa ocasión usarían. Eduardo subió primero y ayudó a la menor a subir, encendió el motor y condujo por un buen rato hasta la lejanía del lago, una vez que estuvieron bastante apartados de todo y de todos, comenzó a hablar.-
+Hay cosas que se me han tornado complicadas últimamente.
+ ¿A qué tipo de cosas haces referencia?
+ Básicamente al tema de mi padre, junto con él tenemos a cargo la compañía en la cual me desenvuelvo, constantemente tiene que viajar a New York para ver que todo está bien y de que las personas que entran a trabajar en la misma sean de confianza~ Hasta ahora yo me he limitado al movimiento interno y mi padre cada día se encuentra más cansado, es por eso que ha llegado un punto límite donde su persona ha solicitado de mi ayuda para que asuma el cargo que durante tanto tiempo ha llevado sobre sus hombros.
+ Comprendo, mi amor. Pero… ¿eso que tiene que ver con nosotros?
+ Más de lo que piensas, mi niña. Sucede que no conozco a los ejecutivos que trabajan en conjunto con nosotros, ni siquiera a los colaboradores que tenemos allá, aquella empresa en New York siempre fue un punto aparte para mí pero ahora tengo que hacerme cargo de ella, eso implica tener que viajar para conocer cada uno de los movimientos de la empresa en los últimos años, la cantidad de personal, los accionista y todo el conglomerado de personas que hace posible el éxito de nuestra compañía allá. Bueno, como entenderás eso implica tiempo y me veré en la responsabilidad de salir del país por un tiempo.
+ ¡Vaya!  Es compresible que tu padre quiera tomar un respiro y quien mejor que tú para ser su sucesor, por otro lado considero que será bueno que viajes, así mismo las puertas podrán abrirse hacia ti y crecerás profesionalmente~ Amor, yo estoy muy orgullosa de ti y de lo responsable, maduro y buen hombre que eres.  Yo no soy quien para retenerte o decir “no lo hagas”, quiero que avances, no sería una buena novia si detuviera tu progreso.  ¿Por cuánto tiempo te irás? ¿Una semana? ¿Quizás dos?
+-el mayor dio un pequeño suspiro antes de continuar- Tú eres la chica más dulce con la que me he podido topar y me hace muy feliz que estés a mi lado, gracias por entenderme princesa, no sabes lo aliviado que me hace sentir aquello. La verdad sería estupendo que sólo fuera eso, pero me tengo que ir por un año entero, quizás dos.
+ ¿Un año? ¿Quizás dos? Pero… Pero eso es mucho tiempo
+Lo sé, y créeme que a mí también me afecta pero es que no hay nada que pueda yo hacer para controlarlo, según tengo entendido, ahora último que mi papá ha estado delicado de salud y no ha podido ir a controlar los movimientos financieros… Ha habido una gran descompensación y no tengo idea de qué tan grave es el asunto. Mi niña, sólo te quiero pedir un favor,  un favor que no se si sea justo para ti pero… ¡espérame! Por lo que más quieras espera por mí, yo entregaré lo mejor de mi persona para que las cosas se agilicen y pueda volver cuanto antes. Me imagino que un año es mucho y pueden pasar muchas cosas en tu vida pero no me olvides, yo te prometo regresar cuando todo ande como debe andar, entonces seremos felices y seguiremos saliendo, luego nos casaremos y tendremos bebes y formaremos una familia o no se, lo que tú quieras.
+-Una que otra lágrima traicionera rodó por la mejilla ajena, no es que estuviera triste o decepcionada, muy por el contrario, estaba feliz de tener un chico así con ella, que pensara en un futuro juntos y que sin titubeo en el hablar le dijera que pensaba regresar para volver a ser uno siendo dos, de  un momento a otro, la menor se lanzó a los brazos contrarios, sujetándolo firmemente en medio de los mismos, su rostro se ocultó en el cuello del adverso, empañando un poco el cuello de la camisa que llevaba puesta –Te voy a esperar, lo prometo~ Te amo Eduardo y sólo tú puedes ser el chico ideal para mí. Desde la primera vez ¿Recuerdas? Fui tuya desde la primera vez.
+Lo recuerdo a la perfección, jamás voy a olvidar aquel día.  Fue el inicio de nuestra historia juntos ¿Verdad? Mañana sale mi vuelo, te llamaré, todos los días lo haré.
+ ¿Me lo prometes?
+ Te lo juro, princesita.
+ Amor, ya que esta va ser la última noche que te vea en tiempo… ¿Puedes regalarme muchos besos?
+ Todos los que desees, amor.
+ Y si esta va ser la última noche ¿Puedo dormir contigo?
+ Claro que sí, pero primero tienes que llamar a tu mamá para que no se preocupe.
+ Y si esta va ser la última noche ¿Podríamos hacer el amor?
+ Mi niña, esta noche voy amarte como ninguna otra.
+ No me abandones por un gringa ¡ eh!
+ Jajajaja, no lo haré, sólo existes tú para mí. Tú no me dejes por otro Perucho sensual ¿vale?(?)
+ Jajajaja, nadie más sensual que tú, mi amor.  Te voy a esperar~
+ Bueno, así quedamos entonces. Vamos de regreso a casa ~ Luego se nos va hacer demasiado tarde.
+ estoy de acuerdo, ¿Te ayudo con eso de los remos?
+ Si quieres dar vueltas en círculos…
+ Yaaah, te dije que no te burlaras. Te voy a tirar al agua, ya verás.
-Al salir de aquella embarcación, Eduardo tomó el camino de regreso a su departamento, Lu por su parte se había encargado de llamar a su madre y anunciarle que no llegaría esa noche, que le explicaría a la mañana siguiente. Su mamá con algo de incomodidad en el tono de voz, accedió con la condición de que se cuidara y que la quería en casa antes de que su persona anduviera de regreso. El resto del camino, el contrario y la menor se la pasaron riendo, quizás para olvidar un tanto el hecho de que a la mañana siguiente las cosas cambiarían. Tras varios minutos de conducir, habían llegado a su destino, subieron hasta su piso e ingresaron
  
+Mh... Sígueme. – Dijo la menor con una sonrisa coqueta apartándose de él para darle la espalda,  muy lentamente se quitó la blusa que vestía, dejándola caer al suelo, y quedando en brasier, el mayor por su parte se dejó guiar a la habitación, deteniéndose en cuanto lo hizo la menor, en sus labios apareció una sonrisa de medio lado, un tanto divertida, se cruzó de brazos apoyándose en el marco de la puerta mientras  ella caminaba; al ver caer esa blusa al suelo, se sorprendió, más admiró la perfecta línea ajena.- Entonces ¿Qué tengo que hacer? como que no miro? –comentó a manera de juego, sabiendo que no lo haría aunque se lo pidiera. La muchacha encogió solo uno de sus hombros y rió suave- Eres un hombre grande, sabes lo que haces. -Susurró nuevamente, y se desabotonó el pantalón del jean para bajárselo y quedar únicamente en ropa interior. Siguió su camino a la habitación y se inclinó sobre la cama, gat por ésta hasta sentarse contra la cabecera, viéndolo fijamente. Por su parte el más alto no dejo de mirar cada uno de los nuevos movimientos de la chica, vio como su pantalón resbalaba lento por sus piernas, dio sólo un paso hacia la cama cuando le vio inclinarse y gatear , fue justo aquella acción lo que hizo despertar en él todos sus sentidos. Su vista se levantó de inmediato para encontrarse con la contraria, sonrió de lado y se acercó hasta ella hasta tomar su rostro del mentón, dejando un beso en sus labios.- ¿Por qué me provocas de esta manera?-Cuestionó de inmediato su persona- ¿Por qué? ¿No es obvio que te deseo? -Susurró contra sus labios, y pasó suavemente los brazos a su cuello, abrazándole con firmeza- ¿He logrado hacer que me desees también? ¿O debo jugar un poco más? -Sonrió sin dejar de verle-  ¿Desearte? -Sonrió algo irónico.- Es de más decir que te deseo cada vez que te veo, que te abrazo. Eres hermosa Lu~ -Se relamió los labios cerca a los ajenos y ladeo su rostro para encajarlo en la curvatura de su cuello, en donde empezó a dejar suaves besos. La pequeña sonrió por sus acciones y con solo escucharle logró estremecerse, lo apretó suave entre sus brazos para pegarle más a su cuerpo, sintiendo aquellos besos que dejaba en su cuello, imitando su actuar, besó el suyo con suavidad un par de veces también- Tienes... Mucha ropa -Susurró de forma suave y baja, acariciando su pecho lentamente- ¿Mh? -Cuestionó sin apartar sus labios de su delgado cuello, retiró sus manos de su cintura sólo para desabotonar su camisa, dejándola abierta para que la menor la retirará. Sacó apenas la punta de su lengua para pasearla desde la base de su cuello hasta su lóbulo derecho, dejo un beso en este, humedeció sus labios y regreso con los besos en cada parte del mismo. La adversa sonrió al verle desprenderse de aquella camisa, por lo que de inmediato la retiró con suavidad, dejándolo con el torso al descubierto. Sus traviesas y hábiles manos recorrieron de inmediato su abdomen, disfrutando de la suavidad que éste mismo poseía más allá de tratarse de la piel de un hombre. Sintió su lengua y aquellos besos por su cuello y su lóbulo, haciendo que jadeara suave, y emitiera un gemidito muy bajo, cerca del oído del mayor. Con delicadeza, el muchacho llevó una de sus manos a sus cabellos, los acarició sin dejar por un momento las atenciones en su cuello, de esa manera podía interiorizar aquel aroma tan embriagador que emanaba la chica a la que solía llamar “Su princesa”. A causa de aquel sutil gemido, ahora sus labios ya no sólo rozaban su cuello con esa especie de castidad, sino que se aventuraron a descender más, besando y succionando su piel con algo de desesperación. Los gemidos suaves de ella comenzaron a escapar con más continuidad por sentir aquellas atenciones en su cuello. Le jaló muy suavemente para poder recostarse, y que éste quedara sobre su persona- Quítate el pantalón, Edu. -Susurró bajo, y se quitó el brasier con agilidad, viéndole fijamente-

De acuerdo, mi amor.-Separó su rostro de sus hombros, en donde sus labios se encargaban de dejar húmedos besos, le miró, dejo un delicado beso en sus labios y levanto su cuerpo, quedando arrodillado en la cama, desabrochó su pantalón, se lo quitó y lo dejó a un costado; ejecutó cada una de esas acciones mientras sus ojos recorrían cada parte del cuerpo contrario, a su vez, abría las piernas de ésta con suma delicadeza, acariciando sus muslos, situándose en medio para luego inclinarse y beber de sus senos y sus pezones erectos. Sus dientes jugaban amorosamente con ellos, estimulándolos de esta manera.-

viernes, 5 de septiembre de 2014

Capítulo 9: Te amo pero adiós

-Muy temprano por la mañana, Lu fue como siempre a la universidad en su motocicleta, las clases habían empezado con toda normalidad~ el primer curso fue de estadística, el segundo, aviación comercial y el tercero pero aún así no menos importante… Agencia de viajes. Todo parecía estar bien salvo por una sola cosa, Sandra no se había aparecido en toda la mañana y ni si quiera se había reportado a través del celular. ¿Dónde es que podría andar metida la susodicha? No era de las personas que osaran faltar a clases sin un motivo fuerte de por medio, quizás había tenido algún problema familiar o problemas con la niña esta que tenía como enamorada. Apenas salió de clases y con la escusa de que le iba a pasar sus apuntes, fue hasta la casa de la misma y llamó antes de tocar la puerta-
+¿Aloh?
+ ¿Si? ¿Con quién hablo?
+ Cómo que con quien hablas, tonta. Soy yo, Lu.
+ Ah~¿Qué ocurre?
+ Pues no sé, dime tú, no has ido a clases hoy.
+ Bueno, no tengo por qué darte explicaciones
+ ¿De qué estás hablando? ¿Qué sucede?
+ No estoy de humor, es todo.
+ Vale, ¿Quieres hablar?
+ No, no quiero a nadie.
+ Ya para, anda, sal de tu casa, estoy afuera, demos una vuelta ¿Qué no?
+ No ando de ánimos.
+ Ah! ¿Te vino Andrés ?
+ ¿Qué Andrés ?
+ Ya sabes, el que te viene cada mes.
+ Hahaha, estúpida. No, es otra cosa.
+ Pos bueno, vale, pero cuéntame y ya ábreme la puerta ¿No? Aquí tus vecinos me andan echando ojo y no es padre.
+ Dale dale, ya voy.

-Después de unos pocos segundos, aparecía la figura de Sandra en la puerta principal, sus ojos yacían algo hinchados y de entrada supo que algo no iba bien. Aún así, cuando la saludó hizo como si nada pasara, fueron hasta su alcoba y se echaron en la cama como les era muy usual –

+ Y bien…
+ Me engaña
+ ¿Quién te engaña?
+ Ya sabes, ella, ella me engaña.
+ ¿Keylee?
+ La misma que viste y calza.
+ ¿Cómo sabes? ¿No será de nuevo la cabeza tuya que maquina cosas?
+ No, esta vez estoy segura.
+  Comprendo ¿Cómo te enteraste?
+ Pues…  Keylee me había dado su contraseña de facebook y por supuesto que ella tiene la mía. Nunca había entrado hasta hace unos días donde me di cuenta de que se estaba empezando a comportar bastante distante conmigo, ya no me llamaba,  me decía que estaba ocupada y ya sabes, todas esas típicas señales que te brinda la persona ajena cuando algo no marcha bien. Yendo al punto, al entrar tenía conversaciones con un chica llamada Isabel, no le di demasiada importancia porque pensé que era sólo una amiga así que ni al caso iba seguir viendo lo que hacía, incluso me sentí pésimo por no confiar en ella~ Yo estaba a punto de salirme de línea cuando escribió en el chat “Amor ¿ estás?” Aquello ya me pareció fuera de lugar y decidí ver sus conversaciones pasadas. No tienes idea de cuánto dolió leer toda la mierda que estaba escrita allí.
+ ¿Qué cosas decían básicamente?
+ Que cosas no decían, sería más fácil de explicar. Había una parte de la conversación donde ella le preguntaba lo que sentía hacia su persona y Keylee le decía expresamente que le gustaba pero que estaba en una relación en aquellos momentos.
+ Pero no te negó, quizás sólo sea un simple gusto.
+ No has escuchado el resto. La chica le preguntaba por cuánto es que me quería, que si realmente me amaba se iba hacer un lado porque tampoco era de las personas que le gustara hacer mal tercio~ entonces allí, la que se supone que es mi enamorada… Le dijo que no, que me estimaba pero que no me amaba, que estaba un poco cansada de mi porque constantemente estaba hablándole y preguntándole cosas y sentía que no podía respirar o estar tranquila.
+ ¿ Me estás hablando enserio?
+ Te juro que sí,  después de todo lo que vi… Me encontraba con el corazón desecho, y aún así pretendí estar bien y hablaba con ella como si no supiera nada, le preguntaba cuánto me quería, que si realmente estaba a gusto conmigo y cosas así, a lo que elocuentemente respondía que sí, que estaba feliz, emocionada de estar con una persona tan maravillosa como yo y blah blah blah. No sé que me dio más rabia, el saber lo que verdaderamente pensaba o que por tonta yo siguiera allí cual perro fiel.
+ Sandra, esto no puede seguir así y lo sabes. Osea ¿Qué onda? ¿Vas a dejar que juegue con las dos? Tú no eres cereza de ningún pastel, tú eres el pastel completo o nada, así que ahora mismo vamos a su casa y arreglas las cosas.
+ Pero… ¿Qué es lo que voy a decir? No quiero perderla, Lu. 
+Oh, vamos~ No seas boba, ¿De verdad quieres repetir la historia y que te vean la cara? Sé que no es fácil pero al menos ten un poco de dignidad. No mames, enserio~ Yo no voy a permitir que esto continúe, o vas tú o voy yo, y tú perfectamente conoces cómo soy.
+No hagas esto…
+ ¿No hacer qué? ¿No lo impido y dejo que te siga engañando? ¿Así es como quieres que siga?
+ Ya… Para.
+ No paro nada. Tú eres mi mejor amiga, se mete contigo, se mete conmigo caray.
+ Boba, te quiero.
+ Y yo a ti. ¿Entonces qué?
+ Pues vamos, tienes razón~ Yo soy el pastel completo, no la cereza de adorno.
+Así me gusta. Apura, lávate la cara, te pones regia, y le enseñaremos a la estúpida esa de lo que se ha perdido.
+ ¡Yay!
-Lu se prendió la tele y dejó que la ajena se diera una ducha previa para que luciera como nueva, no pretendía llevarla así como estaba,  con la cara demacrada, con el pijama y con los cabellos alborotados por todos lados-
+¿Ya estás?
+ Ya casi, espera.
+¿Ahora ya?
+ No seas pesada, ya termino.
+ ¿Qué hay de ahora?
+ ¡Caray! Peor que macho impaciente andas.
+ Ya ya, te dejo ser, me avisas.
+ Sip.
-Al no haber nada bueno en la televisión, se puso a jugar con su celular una aplicación de carros de carrera, al tener sensor de movimiento tenía que estar moviendo de un lado para otro las manos para evitar chocar con los obstáculos, ya estaba a punto de coronarse como campeona, le faltaba apenas unas millas. La victoria le fue arrebatada de las manos cuando la contraria le quitaba el celular advirtiendo que ya estaba lista-
+ Ahora la pesada eres tú. Mis carritos, estaba a punto de ganar.
+ Pero que niña, luego juegas.
+ Ah!  Ya que.
-Tomó su casco y las llaves de la moto- Me tienes que indicar el camino –Advirtió Lu-
+ Claro, yo te guío.
-Salieron de la casa y apenas estuvo afuera… Puso las llaves en la moto y encendió el motor, quitó el neutro y puso en el cambio número tres a circular su vehículo. Atenta seguía las direcciones que le daba la ajena, tenía algo de curiosidad por saber dónde es que vivía la tipa esa. –
+ A la siguiente a la izquierda, te detienes en el edificio de 4 pisos.
+¿4 pisos?  ¿Destila dinero?
+ Su papá trabaja en minas. ¿No te lo dije?
+ Pues apenas se su nombre.
-Tras un par de minutos, llegó finalmente a la casa de aquella. Detuvo la moto y la estacionó correctamente. Cuando Sandra se hubo bajado, lo hizo también-
+Buenas noches señito. Soy Sandra ¿Me recuerda?
+Claro que sí, hijita.  Anda, pasa pasa, Keylee está en su habitación.
+Muchas gracias.
-Como Lu estaba en casa ajena, se limitó a saludar educadamente y seguir a su amiga, cuando la adversa irrumpía en el cuarto de la dueña se dio con una escena que realmente hubiera podido evitar si es que hubiera tocado la puerta. La misma yacía besándose con la que suponía era Isabel.-
+ Bueno… Creo que esto es el todo. No hay nada más que decir –Pronunciaba su amiga con el corazón en la mano-
+ Sandra, espera, tengo una explicación para todo esto.
+¿Si? ¿Cuál? ¿Qué se ahogaba y le diste respiración boca boca? Ah! No seas ridícula. Hasta aquí~ Te amo, pero adiós.
+ Sandra, yo…
-Cuando vio que la innombrable iba a pronunciar palabra alguna, se apresuró a intervenir-
+ Sandra nada, mijita. Aquí las cosas claras, tú con ella – dijo tirándole una mirada insignificante a Isabel, que al parecer había quedado petrificada del miedo- Y tú ex enamorada, conmigo. –Como de rayo tomó la mano de Sandra y se la llevó de aquella habitación, cruzó el umbral de la puerta de salida y justo cuando iba a encender la moto… Sintió como alguien tiraba de su cabello.-
+ ¡Auch! –exclamó ante la acción, al darse vuelta se dio cuenta de que Keylee las había seguido y que tenía sujeta de la muñeca a su mejor amiga- Mira mira, yo no estoy para comportarme a tu nivel y si lo que quieres es pelea… Lo lamento, pero ese no es mi estilo.
+ Si tan digna te crees, anda, pelea por Sandra. –Decía Keylee con furia en el tono de voz-
+ No es necesario, yo se que peleando o no peleando… Igual saldrías perdedora. Dejemos que ella elija.
+ Bien. –Dijo la ajena muy confiada de sí misma. A Sandra se le notaba algo pálida, posiblemente por la confusión, las peleas no eran su fuerte, nunca lo había sido. Apenas reaccionó, se encontró con Keylee diciendo un montón de promesas, promesas que antiguamente había hecho y que no cumplió. Armándose de valor… A su amiga le escuchó decir.- “ Mi elección, ya no eres tú” –Y con el mismo ímpetu y vigor, se safó del agarre ajeno y se subió a la moto.- Lu… ¿Nos vamos?
+Como mande. –Asintió con una sonrisa- Te lo dije, querida. –Pronunció mirándola de arriba hacia abajo. Apenas se puso el casco, arrancó motores, dejando a la lejanía a la chica aquella.-
+ Uhm ¿estás bien?
+ Sí, no te preocupes. Oye… ¿Desde cuándo eres lesbiana?
+ Lesbiana mis tetas, Sandra. Lo hice sólo para que sepa que no estarás sola y que hay alguien cuidándote. Felizmente no me conoce y no sabe de mis gustos~
+ Ya me parecía extraño, casi te la creo oh.
+ Calla boba, ya sabes que me da cosa. Respeto tu opción mas no la comparto~
+ Lo sé, siempre hacías muecas cuando te contaba cosas.
+ ¿Las notabas? Dios, yo creí que disimulaba.
+ Disimulo… ¿Conoces esa palabra?
+ Ah! Vale, pero es que enserio.
+ Ay! La hetero plz.
+ Hahahaha, no es eso. Bueno… Si es eso pero… Ya, ya me callo.
+ Mejor.
+ Bueno señorita, dese por servida~ en su casa sano y salvo. ¿Andarás bien?
+ Sí, no te preocupes.
+ ¿Me lo juras?
+ Te lo juro.
+ ¿Por la garrita?
+ Por la garrita
+¿De veras de veritas?
+ De veras de veritas
+ ¿ Por el Tatito?
+ ¡Ya lárgate!
+ ¡Qué amargada la gente! Bueno, va, cualquier cosa me mandas whatsapp. Buenas noches~

+ Claro que sí, buenas noches.