-Había
pasado unos cuantas semanas sin verlo, pues lo profesores y las asignaciones
que dejaban no eran tarea fácil, durante
esos días había recibido llamadas de él en las tardes, mientras que en las
mañanas y en las noches habían dado lugar a mensajes ocasionales, Eduardo
comprendía muy bien que ella debía estar centrada en lo que son sus estudios y
sin bien le hubiera gustado verla seguido, darse un espacio para ambos no le haría mal a nadie, en el parámetro de esos
días Lu había estado de un lado para el otro con los trabajos y no había podido
dormir bien a causa de ello, 3 o 4 de la mañana se habían convertido en su
horario habitual de tomar la siesta, hubo días en los cueles se quedaba a
dormir en la casa de Sandra realizando o tipiando algo, o viceversa, que Sandra
se quedara en casa de ella para culminar trabajos que al parecer no tenían
cuando acabar, al culminar esa semana los trabajos cesaron un poco y pues de
todas maneras tendría que buscar la manera de darse un tiempo para poder verlo,
lo extrañaba mucho. El viernes saliendo de la universidad su celular comenzó a
sonar, miró la pantalla y se detuvo un momento para ver quién era, al ver que
en la pantalla decía EduY rápidamente contestó -
+
¿Alo?
+
¿Podré verte hoy mi princesa?
+Sí
mi amor, ya tengo ganas de verte. ¿Dónde nos vemos?
+
¿Te parece en el parque de colores?
+
¿En el parque de colores?
+Sí
¿Sabes dónde queda verdad?
+Claro
que sí. Ahí nos vemos~
+Ok. Te espero ahí. Nos vemos pronto Princesa
+Espera
espera
+
¿Qué pasó?
+No
me dijiste la hora, amor.
+
¡Oh! Cierto… Emh a las 5 si te parece bien
+Claro,
ahí estaré. Cuídate amor, ya nos vemos~
-Al
terminar la llamada Lu se dirigió hasta su casa para adelantar uno que otro
trabajo, felizmente no tendría que presentar ninguno al día siguiente y podría
estar más tiempo que él, tomó su cuaderno y su agenda planificando y anotando
la fecha de entrega de los trabajos más recientes y haciendo un plan de trabajo
como siempre acostumbraba hacer, al mirar el reloj ya eran 4 y 30, entonces se
apresuró a buscar algo lindo para ponerse, escogió un short Jean , un polo descotado
y unos zapatos de tacón número 7, tomó una ducha y se cambió, secó su cabello y
dejo que cayera hacia un costado, se maquilló un poco y salió a su encuentro
con él, encendiendo su motocicleta llegó
al cabo de unos minutos y estacionó la
misma. Se bajó y fue a la entrada pero no pudo
verlo, el parque estaba desierto a pesar de ser viernes por la tarde, se
adentró un poco más, de repente lo encontraría sentado en una de las bancas del
fondo, pero tampoco estaba allí, miró su reloj y eran 5 y 5, quizás aún era
temprano y se le presentó algo de último minuto , se sentó en una de las bancas
mientras jugaba con una u otra aplicación de su celular, después de un rato
volvió a mirar su reloj de pulsera, eran ya las 5 y 30, decidió que quizás debería
llamarlo y así lo hizo, pero el teléfono yacía apagado, se puso a caminar por
el parque para hacer un poco más de tiempo, llegó las 6 y seguía sin venir, un
tanto enfadada salió del parque de diversiones
con dirección hacia su motocicleta, encendió el motor cuando escuchó que
una voz desde atrás le gritaba-
¡ESPERA!-al
girar el rostro, se trataba del mayor que corría hacia ella, se bajó de la moto
en cuanto el ya estuvo cerca, con la respiración entrecortada escuchó un débil-
+Perdón
+
¿Qué ocurrió?
-Eduardo
intentó controlar su respiración para poder responder el cuestionamiento de la
chica, tomó de su mano y entraron juntos al parque y se sentaron en una de las
bancas, una vez que él logró recuperar el aliento prosiguió hablar-
+De
verdad que lamento haber llegado tarde, pero es que estaba de camino y la
llanta del auto se me ponchó, el taller más cercano quedaba como a 3 cuadras,
el técnico dijo que no se demoraría, pero demorarse en lo único que hacía, se
me hacía tarde y dejé el auto en el taller, tomé un taxi pero el tráfico era
horrible y avanzábamos media cuadra cada 15 minutos, me bajé y vine corriendo,
realmente lo siento.
-al
término del relato Lu lo rodeó con los brazos
brindándole un abrazo y tierno beso sobre sus labios-
+No
te preocupes, lo entiendo y no sabes lo mucho que significa para mí que a pesar
de eso estés aquí conmigo, pudiste llamar y cancelar, mas aun así te tengo aquí
a mi lado.
-el
chico pasó suavemente su mano por las mejillas de la menor acariciándola con el
pulgar, la atrajo tomándola del cuello hasta sus labios profundizando más aquel
beso y separándose de ella unos segundos después-
+
Todo vale la pena, siempre y cuando sea por ti. Por otro lado, ¿Quieres jugar?
+
¿Jugar?
+
Si, jugar. Después de todo es un parque de diversiones ¿o no?
+
Si. Quiero… Quiero ir allá
-la
niña tomó con sutileza la muñeca del mayor y lo llevó hasta los columpios, se
sentó en uno de ellos rápidamente –
+Yaaaa,
ahora es donde tú debes mecerme. Apúrale apúrale –dijo divertida-
-el
contrario sonrió y tomó la base del columpio jalándolo hacia atrás y soltándolo
luego mientras que la menor mecía sus piernas de delante hacia atrás, con el
ritmo ya establecido el contrario empujaba suavemente desde atrás-
+Ahora
tú, súbete a lado. ¿Si? ¿Si? ¿Siiiiiiiiiii?
+Ok
ok. Ya voy
-haciendo
caso a lo que ella decía se subió en el columpió del costado y dio un pequeño
impulso con la punta de los zapatos, y poco a poco fue adquiriendo el mismo
ritmo que la menor, llegando inclusive un poco más alto, las suaves risillas de
ambos salieron inesperadamente, era algo tan infantil pero tan tierno a la vez
que simplemente ambos se dejaron llevar, estuvieron así unos cuantos minutos,
meciéndose mientras el aire rosaba sus rostros, al cesar ambos bajaron y se
tomaron de las manos, se sentaron bajo un árbol pues era el único lugar que les
ofrecía sombra-
+
¿No te parece raro?
+
¿El qué? –respondió él-
+ El
que no haya gente por aquí un viernes en la tarde
+Es
que abrieron otro parque a dos cuadras de aquí, es más grande y con más juegos.
Y ahora en éste no es muy usual ver gente
+ Ou
ya veo. Qué triste.
+
¿Triste? Es mejor
+
¿Mejor por qué?
+
Por que será un lugar especial para nosotros dos
+
¡Tonto!
-el
chaval estaba apoyado contra el árbol y Lu acomodó su cabeza sobre el hombro
contrario soltado un leve suspiro –
+es
lindo casa instante junto a ti ¿sabes?
+Lo
sé, soy muy bonito.
+
Seeeee –rió suavemente la menor-
-Eduardo
sonrió y le dio un beso en la frente-
+Quiero
hacerlo especial
+
¿Hacerlo especial?
+Sí,
es nuestra primera salida formal como novios. Quiero que la recuerdes siempre
–contestó él-
+ Y
¿cómo harás eso?
-el
chico sacó una pequeña navaja y separó con sutileza a Lu, se volteó para quedar
frente al árbol y se arrodilló frente el mismo, con la navaja fue de a poco
tallando sus iniciales hasta que quedaron bien marcadas, la contraria se le
quedó mirando mientras sonreía dulcemente ante aquel gesto, una vez que él
terminó, puso la fecha y la hora debajo de sus nombres-
+¿Por
qué?
+
Por qué ¿qué?
+ ¿Por
qué eres tan perfecto?
+ No
lo soy. Sólo son detalles mi niña.
+
Detalles que enamoran, pero te faltó algo.
+
¿Qué me faltó?
+ El
corazoncito
–respondió con ternura la menor mientras tomó
de las manos del mayor la navaja y encerró sus nombres en un corazón, se demoró
un par de minutos tallándolo bien, pues quería que quedara perfecto –
+Ahora
sí ¿Ves?
+Sí
sí, ya veo. Te quedó hermoso, ahora ya tiene un poco de los dos.
+Sí
mi amor. Como debe ser.
+¿Quieres
ir a mi departamento a comer algo? –preguntó él-
+Claro,
iré a tu departamento y devoraré algo –dijo divertida relamiéndose los labios-
-el
contrario rió suavemente ante la expresión hecha por aquella y se paró de aquel
árbol tendiéndole la mano, caminaron
juntos hasta la salida unidos por un abrazo de medio lado, se aproximaron a la
motocicleta y cuando Lu estuvo a punto de subir, él la retuvo-
+Quiero
conducir yo esta vez
+Pero…
+
¿No quieres?
+
Claro que sí, no hay problema.
-el
mayor subió al mando de la motocicleta y Lu tomó de su cintura aferrándose a él
mientras conducía- Es la primera vez que dejo que alguien diferente a mí, la conduzca.
–comentó mientras recorrían las calles, Lu observó una pequeña sonrisa
esbozarse en los labios de su novio y sonrió también. Cuando llegaron a casa
del mayor dejaron la motocicleta estacionada y subieron hasta su departamento,
abrió la puerta y entró después que la muchacha lo hizo, ambos pasaron hasta el
comedor-
+ ¿Qué
quieres comer?
+ A ti
+ Si
claro… Enserio mi niña ¿Qué es lo que deseas?
+Te
deseo a ti
-la
menor se quitó el polo que llevaba puesto, se agachó sensualmente y se quitó
los zapatos que llevaba , volvió a estar de pie y descendió la mirada hasta su
short para desabotonarlo enseguida y dejar que resbalara sobre sus piernas
junto con su prenda íntima, quedándose sólo con el brasier, dio un brinco
sentándose encima de la mesa y abrió las piernas mientras acariciaba su cuerpo de manera
placentera ante los ojos del mayor, tocaba con insistencia sus senos, el
contrario sonrió de manera ladina y caminando lentamente hacia ella se detuvo
un momento- Bueno, si quieres jugar así... –el chico la miró de pies
a cabeza- No pondré resistencia. Mi amigo quiere hacerse presente –el chaval
rápidamente se desprendió de su ropa, dejándola tirada por toda la cocina
mientras la arrojaba por aquí y por allá, quedándose desnudo antes los ojos de
la menor, la niña sonrió suave al
escucharlo y se apegó un poco más hacia su cuerpo, haciendo que su senos se
apretaran contra el pecho del mayor y su entrepierna rozara apenas- ¿tú crees
que quiera ahora?... -Susurró suavemente, mientras con descaro acariciaba uno
de sus senos, viéndolo fijamente, para el muchacho el tocamiento que ella misma
ejercía sobre sus senos y la fricción contra su pecho le fue excitante,
clavando su mirada en los ojos de la chica se situó entre sus piernas posando
sus manos en los muslos de ella- Ahora ya no podrás detenerlo, jugará hasta que
tú digas GAME OVER –comentó divertido y reemplazó la mano de la contraria y
puso la suya sobre los senos de ella haciendo que su pulgar jugara con su
pezón, esto ocasionó que Lu soltara un
leve jadeo al sentir aquella mano sobre su seno acariciándolo de manera
exorbitante y placentera, reaccionó y con una de sus manos tomo el miembro
contrario y empezó a masajearlo en cuanto sus caderas se aproximaron al borde de la mesa y el glande
del más alto pudo rozar con su intimidad, haciendo que penetrara apenas dentro
de ella. Eduardo, sin dejar de acariciar sus pechos un solo segundo, se concentró
en aquellos juegos que la menor tenía con su miembro y su intimidad - Ves, ya
se puso faltoso-dijo soltando un risa mientras llevó sus labios hasta el pezón
para acariciarlo con sus manos, delineándolo con la punta de su lengua,
succionó de su pechos aplicando leves mordidas con los dientes, buscando quizás
escuchar gemidos por parte de novia, su lengua descendió un poco más, dejando
restos de saliva sobre el abdomen ajeno, Lu sumida en el placer gemía
suavemente sin poder siquiera controlarse, echó la cabeza para atrás
ligeramente y acarició los cabellos del mayor. Edu al llegar a su parte baja
tomó ambas piernas y las separó con brusquedad olvidando todo acto de
caballerosidad, llevó directo su boca
hacia la intimidad de la contraria, su lengua chocó contra la carne de ésta
lamiéndola lentamente mirándola directo a los ojos, chupaba y saboreaba cada
vez con más frenesí el pequeño sexo de ella. La niña observó atenta y sólto un
gemido ronco al sentirle comenzar atender su intimidad de esa forma tan brusca.
Adoraba seguir descubriendo más facetas de él en la cama, cerró un solo momento
los ojos para poder liberal un gemido profundo en lo que comenzaba a mover sus
caderas con suavidad – Aaaaah ¡Eduardo! –repitió entre jadeos su nombre mientras
la boca del contrario estaba completamente perdida en el sabor del sexo ajeno,
atrapó entre sus labios el clítoris para sorberlo y succionarlo repetidas
veces, introduciendo después su lengua simulando penetraciones. LU levantó sus
pies para apoyar los talones en la mesa y así abrir más sus piernas sintiendo
que el calor dentro de su cuerpo ascendía rápidamente- No... No pares..
-Susurró entre gemidos suaves, jalándole con suavidad del cabello, procurando
sentirle más- A-ah...
-Efectivamente, el chico no paró
en ningún momento, sino que continuó con más experiencia al tener sus piernas
abiertas de aquella forma, remplazó esta vez su lengua por uno de sus dedos que
la penetró suave, comenzando a moverlo con insistencia. La menor sonrió y jadeó
nuevamente- No quiero tu dedo, quiero a tu amigo –rió por lo bajo y el mayor
levantó su mirada hacia ella, apartando sus labios apenas y riendo bajo por sus
palabras, se levantó, se relamió los labios tragando el sabor de los fluidos de
la menor y beso sus labios.- Hermosa~ -
Bajó los talones de la misma que estaban sobre la mesada y acomodándose
entre sus piernas, adentró su falo en ella, primero la punta, torturándola un
poco de esta manera- Quiero sentirte. ¡AHORA! –dijo aquella con un destello
febril en los ojos envuelta por el deseo, sus cuerpos sudaban y sintió como el
miembro contrario penetró profundo en ella de una sola estocada. Ella cerró los
ojos con fuerza mientras acariciaba la espalda de aquel con insistencia, los
gemidos comenzaron a escapar por parte de los dos con mayor fluidez. Él comenzó
a embestirla con más fuerza y lujuria, deseoso por más y por poseer su cuerpo
por completo, entre tanto sus manos se paseaban por el cuerpo ajeno y
dirigiéndola hasta sus nalgas, las cuales acarició con cierta posesividad, sus
labios buscaron los ajenos para besarlos, introduciendo su lengua duramente en
la cavidad contraria. La menor sintió como aquellas manos finalizaron en sus
nalgas, las cuales al apretón ajeno dolieron, haciéndola gemir con más fuerza.
Hundió las uñas en la espalda de su novio, respondiendo ese beso, al igual que
juego de su insistente lengua, enredando la propia de forma constante con la
ajena.. Apretó el agarre de sus piernas en sus caderas un momento, y gimió ronco
contra sus labios- Aaaah- Aaaaah... -Le mordió el labio inferior con fuerza,
deseando que le diera aún más fuerte, más rudo. Aquel ritmo que habían tomado
las embestidas la estaba volviendo loca, llenándola de placer. Sus labios ya no
besaban los ajenos, porque los gemidos no se lo permitían, no dejaban de salir
desaforados, llenos de placer. Su cuerpo se apegó completamente al del chico,
sintiendo como la embestía con fuerza, escuchando ese sonido húmedo y sordo que
generaban sus cuerpos al chocarse insistentemente. Como pudo, corrió las cosas
de la mesa y se recostó lentamente, recargándose en sus codos y antebrazos,
observándole, pero cegada por el placer, con la vista nublada por el mismo.-
Amor... Dios... -Gimió roncamente, arañando la mesa mientras echaba la cabeza
hacia atrás, gimiendo sin poder controlarse. El más alto la vio recostarse,
aquello que le ofrecía la vista de su cuerpo; de su torso y de sus bellos
senos, una mano impaciente se deslizo hasta atrapar uno, el que apretujó en la
palma de su mano; procuraba que en cada embestida su pene se golpeará con
enloquecedora precisión el punto más hondo de su novia, buscando se le escapará
de sus finos labios más de esos gemidos que lo enloquecían; experimentando con
esto sensaciones increíbles y apasionantes que estaban a punto de llevarlo al
límite.-Pronto dejo te atender sus senos, regresando sus manos a sus caderas,
elevándolas sólo un tanto para que las acometidas sean más certeras, no dejaba
de mirarle, sus ojos estaban enturbiados de placer, admirando sólo a su novia,
viéndola tan entregada al placer y a su cuerpo, de sus labios entreabiertos ya
se escapaban jadeos más audibles, la intimidad de su novia le estaba dando un
placer exquisito, sus piernas a causa de las trabajosas embestidas empezaron a
flaquear, sentía su corazón palpitar a un ritmo fuera de lo normal y lo único
que quería era acabar dentro de ella. La contraria comenzó a moverse de forma
circular, muy lenta para juguetear con el miembro del mayor en su interior.
Contrajo suavemente sus músculos para aprisionar su hombría dentro suyo,
haciendo que ambos sintieran más placer por aquella estrechez. Su cuerpo ardía,
estaba sudando, y pronto llegaría al orgasmo. El segundo orgasmo compartido con
aquel muchacho. Sonrió dulce al pensar en ello, y echó la cabeza hacia atrás,
mordiéndose el labio inferior. Sintió su intimidad humedecerse aún más,
llegando con aquello a un delicioso clímax, acompañado por un gemido ronco,
agudo, y femenino, bastante suave, en comparación con los demás- Aaaaah Eduardo!-La
sensación fue celestial cuando la menor movió sus caderas circularmente,
estrechándose y logrando estrangular su miembro entre sus paredes, sintiendo
como humedecía, permitiéndole una mayor lubricación, la cual aprovecho para que
así las últimas embestidas sean más atinadas, lo cual le hizo terminar en su
interior, llenándolo con su blanco y viscoso líquido, a la par que su boca
emitía un sonoro y fuerte gemido. Aquella sintió sus últimas embestidas,
disfrutando la deliciosa sensación que éstas le daban, seguido por la calidez
del semen de su ahora novio, el cual la llenó por completo. Aquel gemido ajeno
la hizo estremecer y volvió a verle, jadeando suavemente- Dios... Te amo.
-Sonrió y lentamente se incorporó para abrazarle por el cuello y besar sus
labios con deseo- Adoro como se siente ser tuya.., que me hagas tuya. Te
amo...-El chico Le ayudó a reincorporarse tomándola de la cintura a la vez que
salía de ella y se apegaba un tanto a su cuerpo correspondiendo a su beso, le
escuchó e intentó calmar su respiración y su corazón que palpitaba a mil.- Yo
amo hacerte mía, saber que todos tus gemidos que salen son para mí, sólo para
que yo pueda oírlos~ -Susurró acariciando sus labios.- Te amo y mucho~ -ambos
quedaron recostados sobre aquella mesilla mientras la noche caía implacable-
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