viernes, 22 de agosto de 2014

Capítulo 8 Paseo en el teleférico.

-había amanecido y los pajarillos cantaban, el sol resplandecía desde lo alto, las nubes que lo acompañaban era el complemento perfecto, era una mañana muy cálida, distinta de alguna u otra manera de las que antes había visto, o tal vez era similar sólo que lo sucedido la noche anterior había ocasionado en ella que todo fuera mucho más hermoso y bello de lo habitual, dejó de ver por la ventana de su cuarto y encendió la radio sintonizando en su nuevo dial favorito “Ritmo romántica”, cerró los ojos por unos instantes haciendo que pequeñas imágenes vinieran a su mente en forma de película, sonreía un poco más al recordar momentos específicos de lo que fue el ayer, tendió su cama y organizó su cómoda, dio una pequeña barrida a su habitación mientras cantaba y bailaba con cada canción que sonaba, por algún extraño motivo siempre cada una de las canciones le hacía recordarlo, sabía que él era el amor de su vida, que no era como las otras parejas que había tenido en el pasado, que el sentimiento esta vez era sincero, que era el hombre que desde siempre había buscado, con el que por tanto tiempo había soñado, no había ninguna duda al respecto de ello, con la misma sonrisa de típica chica enamorada salió de su recamara con dirección a la cocina- Te voy amaar y hacerte sentir, que cada día yo te vuelvo a elegir… (8) –cantaba alto y su voz recorría todas las instalaciones de su casa, daba vueltas y vueltas hasta que se halló en la cocina y se ganó la mirada de su mamá que entrecerrando los ojos negó con una cálida sonrisa-

+ De qué buen humor estamos hoy ¿verdad?
+ -se acercó hasta ella y depositó un beso en su mejilla- Es que no hay razones para estar de mal humor omma, mira el cielo… Está más hermoso que nunca. Sonríe sonríe omma, que nunca se sabe quién se pueda enamorar de tu sonrisa.
+ Sí sí. Claaaro. Deja de decir payasadas y dime ¿Qué es lo que vas a tomar de desayuno?
+Quiero una ensalada de frutas nada más, pero no te preocupes que yo me lo preparo
+-su mamá se acercó a ella y puso el dorso de su mano sobre la frente de la menor- No, no tienes fiebre. ¿Hace cuanto hiciste?
+¿Hacer qué ?
+Ya sabes, el dos.
+ ¡MAMAAAAAAAAA!! Estoy bien, ish contigo.
+Ya ya, prepárate tu ensalada de frutas que dejaremos el tema.
+Mejor
+ Regresaré tarde hoy, iré al hospital a avanzar con cierto papeleo y de ahí me paso a la botica
+Está bien. ¿Qué hora es tarde?
+ Como a las 10 más o menos ¿Por qué?
+No, por nada. Es que quiero hacer la cena.
+ mmjm de acuerdo, sólo te advierto que si piensas pedirme algo a cambio… No tengo plata.
+ ¡Ay Dios! No quiero nada. Ve, que se te hará tarde.
+ Nos vemos en la noche.
-su mamá salió y cerró la puerta con delicadeza dejando a Lu sola en la cocina, la misma sacó un cuchillo del pequeño cajón de la esquina y cortó en rodajas el plátano, en cuadrado las manzanas y la papaya depositándolas en un fuente de regular tamaño, abrió el refrigerador y  sacó la leche Nestlé y lo vertió por toda la fuentecilla, limpió todo y cogió su fuente para irse a su cuarto- Que tú eres sol mi estrella, que nunca he sido taaaan feliz (8) –empezó a cantar escuchando la música que salía de su habitación, se sentó en la cama, estaba dispuesta a comer pero había olvidado traer el tenedor así que tuvo que regresar a la cocina por su cubierto, regresó al segundo y tomó su ensalada de frutas entre las manos comiendo de ella mientras saboreaba aquel dulce sabor de la leche condensada, se había metido mucho en la boca cuando su celular comenzó a sonar, era Eduardo–
+ooom
+¿princesa?
+¿mmm?
+¿cómo estás?
+um
+¿eh?
+-se apresuró a tragar lo que tenía en la boca soltando una risita sutil – Lo siento amor, comía
+ Ah, bueno… ¿tienes tiempo hoy?
+Claro , termino mis trabajos y tengo toda la noche para estar contigo ¿por qué? ¿Qué haremos?
+ Mhmhm pensaba mirar la ciudad desde un teleférico
+¿Un teleférico? Emm no lo sé.
+ ¿No quieres?
+No no, sí sí.
+ ¿No o sí?
+ Sí sí amor. ¿a qué hora nos vemos?
+ Voy a pasar por ti como a las 7 ¿está bien princesa?
+ A esa hora nos vemos. Oye,  te amo~
+ También yo.
+ Ya no te amo.
+¿Eh? ¿Por qué?
+ ¿También yo? Suena a.. “si claro, lo que digas”
+ -el contrario riendo suave a través del celular respondió con dulzura- También te amo mi pequeña hermosa.
+Awww. Yo también te amo y mucho. Nos vemos en la noche ¿vale?
+ Claro, paso por ti, hasta pronto pequeña.
-ambos cortaron y Lu siguió comiendo su ensalada de frutas con más paciencia, en cuanto hubo terminado dejó su fuentecita en la mesita de noche y tomó su agenda y observó lo que tenía pendiente, se puso a trabajar eficazmente evitando cualquier tipo de distracción, la tarde se pasó lenta, terminó de hacer todo antes de lo que tenía pensado, mirando de un lado  al otro las cuatro paredes de su habitación no sabía qué hacer, pues aún faltaba mucho para las 7 de la noche, pensó por un momento más y se decidió tener un pequeño detalle con él, encendió su laptop y empezó a editar una foto de él, le puso efectos, una que otras palabras y lo mandó a imprimir, tomándole aquello varios minutos, una vez terminada la impresión dio reverso a la hoja y cogió un lapicero con brillo de color rosa- ¿Qué le escribo?
+ Te ama, Lu. Naaaah eso es muy seco. Entonces con amor Lu, noo tampoco funciona. Te amito muchito, iu qué cursi.  –después de tener un debate consigo misma decidió escribirle un pequeño verso, no era muy buena en eso pero pensaba que la intención debía valer-
En mi pecho siento que un gran amor está apunto de nacer,
Aunque tal vez tú así no lo puedas ver.
Sé que te estoy llegando a querer más de lo que pude alguna vez pensar,
Pero te juro que este sentimiento no lo puedo evitar.
Mi corazón aun sin conocerte lo suficiente dice que tú eres para mí
¿Qué es lo que dirá el tuyo? Eso ya depende de ti.
En cuanto te vi supe que serías alguien muy especial
No sé cómo explicarlo pero era más rápido mi palpitar.
Ahora que te tengo no te pienso dejar ir
Yo quiero que esta historia tenga un final feliz.
                                                    TE AMA. Lu.
-cerró su lapicera y miró a través de su ventana como ya se había puesto la noche, miró el reloj y eran las 6 de la tarde, se dio una pequeña ducha y se cambió con paciencia, se echó un poco de maquillaje y arregló sus cabellos dejándolo suelto como de costumbre, salió un momento al patio para observar la luna, qué hermosa era aquella noche, el viento corría haciendo tiritar un poco de frío, se metió de nuevo en su casa y sacó un pequeño abrigo. Le daba vueltas vueltas a su cabeza pensando cómo sería pasear en el teleférico, desde que tenía uso de razón esas cosas le habían ocasionado mucho miedo, pues tenía pánico a las alturas, quizás debió decirle eso a Eduardo, pero no quería que por su causa la noche se estropeara, muy aparte que estando en la compañía del mayor se sentía realmente segura, apostaba a que sería una experiencia interesante, mientras divagaba con su mente escuchó el timbre sonar, corrió hasta la puerta y efectivamente era él-
+ ¡Amooor! –Se lanzó a sus brazos y plasmó un tierno beso sobre sus labios-
+ Mi princesa –dijo el más alto tomándola de la cintura con delicadeza- ¿Nos vamos ya?
+ Sí sí, sólo me falta alistar mi cartera. ¿Quieres pasar?
+ ¿Está tu mamá?
+ Nop, estamos solitos.
+ Uy, entonces sí quiero.
+ ¡Bobo! Ya ven –lo jaló del brazo y cerró la puerta detrás de él-
+ Conoceré tu cuarto. Si ya no salimos de el yo no sé.
+ -rió bajito y tomó de su mano llevándoselo hasta su habitación, sacó una cartera del perchero y puso su cosas dentro rápidamente, al voltear observó como el mayor estaba echado sobre su cama con los ojos cerrados, se acercó sigilosamente y se echó a su lado –
+ ¿Amor? ¿Amoor? ¿Amooor? ¿Amoooor? ¡AMOR! ¡AMOR! ¡AMOR! ¡AMOR! AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOR. ¿AMORCITO? –le decía al chico pero sin obtener respuesta de su parte, se subió encima de él aprisionando sus piernas contra las suyas, se agachó un poco más y le dio un beso sobre los labios- Mi principito despierte ¡ya! Que su princesa le quitó el hechizo –pero el contrario seguía sin responder, entonces presionando su cuerpo contra el suyo dijo con una voz sensual- ¡Hazme tuya! –el contrario abrió rápidamente los ojos de par en par-
+ ¿Te hago mía?
+ Para eso sí ¿no? Ya no quiero nada. –Se retiró de sus piernas y se sentó al borde de la cama-
+ Amor no te enojes –dijo el contrario con un tono pasivo, pero la niña no respondía, desde atrás la rodeó con los brazos dejando un beso sobre su cuello- Mi vida… Por favor. –Seguía insistiendo sin obtener ninguna señal de respuesta, se paró de la cama hasta que pudo verla de frente,  tomó su manos entre las suyas y poniéndose de cuclillas le robó más de un beso- ¿seguirás así? ¿Quieres que me vaya? –al no obtener respuesta lo tomó como un sí y salió de la habitación de inmediato y se pudo escuchar como cerró la puerta principal. Lu sintiéndose mierda salió de inmediato para alcanzarlo pero ya no pudo verlo, cerró la puerta hecha furia y al voltear hasta el sofá de la sala lo vio sentado, se acercó hasta él y lo abrazó con mucha fuerza  -
+Amor, perdón.
+Perdóname tú a mí.
+Te amo demasiado.
+Yo más, mi niña.
-la menor lo tomó de la mano y llevándoselo de nuevo a la habitación le mostró lo que había hecho para él- Mira, es para ti.
–el muchacho sonrió de forma tierna, al darle vuelta leyó el verso haciendo que su sonrisa se agrandará un poco más, con un brillo especial en el mirar tomó a Lu entre sus brazos sujetándola con firmeza-
+Te amo demasiado mi pequeña princesa.
-la menor le dio un beso en la mejilla y luego posó suave sus manos por aquella zona, acariciándolo sutilmente mientras lo miraba-
+ Amor ¿iremos siempre al teleférico?
+Claro claro. ¿estás lista ya?
+Sip~ Vámonos. ¿iremos en tu carro o en mi motocicleta?
+Caminaremos
+¿caminar?
+Sí mi pequeña flojita. Queda a sólo 4 cuadras de aquí
+Está bien, pero sólo si no sueltas mi mano durante todo el camino.
+Prometido.
+¿Por la garrita?
+¿Por la que?
+ ¡La garrita amor!, ¡la garrita! –alzó su dedo meñique y lo entrelazó con la del contrario apretando suavemente-
+Aaah sí, por la garrita.
-salieron de la casa de Lu y cerraron la puerta con llave, Eduardo tomó de la mano contraria entrelazándola con sus dedos, caminaron dos cuadras hacia arriba mientras iban hablando de las cosas que harían cada vez que tuvieran tiempo, Lu le comentaba que le gustaría salir a pasear a caballo con él, y que también deseaba mucho ver el amanecer a su lado, y además que le emocionaba en demasía la idea de ver la noche estrellada desde algún lugar, Edu asentía a cada cosa que ella decía, definitivamente tendrían que hacerlo alguna vez, o por lo menos eso pensaba la pequeña puesto que tenía planificado que cosas harían cada vez que estuvieran juntos. Mientras platicaban reían de ciertas cosas que les había pasado, compartiendo una que otra anécdota graciosa que cada uno había vivido, dieron vuelta  a la derecha en la esquina y ascendieron una cuadra más llegando a la portería del teleférico. Lastimosamente, había un montón de gente haciendo cola para poder observar la ciudad también, esperaron un buen rato a que la cola avanzara, como iban de 10 en 10 avanzó literalmente rápido, el más alto compró los tickets, le indicó a Lu que subiera y que ya la alcanzaría, pero ésta avanzó 10 pasos en dirección de la cabina y se quedó parada en la puerta sin tener mucho ánimo de ingresar, se volteó a verlo y observó que conversaba con la demás gente que había hecho cola detrás de ellos, todos miraron a Lu con una amplia sonrisa dejándola un poco sorprendida pero devolvió la misma cálidamente, en cuestión de segundos se reincorporó junto a ella y el chabal tomándola del brazo la hizo ingresar y las puertas se cerraron-
+¿Porqué no ingresó más gente? ¿Por qué me miraban así?
+ Les dije que te pediría matrimonio y que quería estar a solas contigo.
+¿eh? ¡Tú estás loco! ¿Y mi anillo? ¿eh? ¿eh? ¿eh? –señaló su anular con la otra mano- No es así no más –soltó una risita tierna que hizo coro con la del muchacho-
+ Ay mi niña. Ven, que vamos a ver la ciudad.-la jaló suavemente para ver por detrás del vidrio pero Lu se volteó rápidamente hacia él y lo abrazó fuertemente al sentir que el teleférico se empezaba a mover hacia adelante y de forma ascendente-
+No, tengo miedo. Le tengo pánico a las alturas, no veré, estoy bien aquí.
+¿Le tienes miedo? Pero no te preocupes, yo estoy contigo. Vamos, date vuelta. Te estás perdiendo mucho.
 +No, me asustaré. No quiero ver.
+ Hagamos esto,date vuelta, yo te abrazaré y de a pocos vas abriendo tus ojos ¿si?
+Bueno –Dijo no muy segura-
-lu se volteó pero mantuvo los ojos cerrados, el chico la abrazó por detrás pasando sus manos por delante y situándola en su cintura- Ábrelos mi amor –susurró con dulzura sobre su oído, la menor abrió sus ojos de a pocos apreciando la vista que al estar tan alto se le mostraba-
+ WOOOW es hermoso
+ Te lo dije
+ -lu se voltió a mirarlo- Waooo lo que veo ahora es más hermoso
+ -el contrario rió por lo bajo desviando la mirada para un costado, se relamió los labios y en seguida regresó la mirada a ella- ¡Bobita!
+ -la contraria elevó sus brazos hacia él rodeando con ellos su cuello, se puso de puntitas y le dio un beso en los labios, Eduardo la tomó por la nuca y presionó más sus labios contra los suyos, ladeo el rostro y abrió su boca suave para poder profundizar más aquel beso, entrelazó la lengua con la de la menor jugando un poco con ella, la pego contra el vidrio y el beso se hizo más intensó. Sintiendo que el calor recorría su cuerpo, Lu introdujo su mano por debajo del pantalón del más alto, tocando por encima del bóxer el falo contrario, sonrió ladina y mordió suave los labios de él, el chico abrió los ojos rápidamente y sus miradas se encontraron, el se apartó un poco de ella-
+¿Qué pretendes? ¿Qué te haga mía en el teleférico?
+ Nadie nos ve desde tan arriba –sonrió divertida relamiéndose los labios-
-él se acercó a ella y volvió a apoyarla contra el vidrio, subió su mano por debajo del polo de la menor hasta sus senos, los comenzó acariciar de manera posesiva mientras la volvía a besar con lascivia, Lu se movió debajo de su cuerpo pegando sus caderas más con la contraria- Aa-h Te amo –susurró apenas mediante aquel beso, introdujo nuevamente su mano de manera traviesa debajo de los pantalones de aquél pero esta vez de forma directa hasta llegar al miembro contrario. De pronto observó que ya estaban de regreso y tuvo que apartarse de  él-
+Amor, ya parará esta cosa
+¡MIERDA! ¡A MI YA SE PARÓ LA COSA! ¿y ahora?
+-rió divertida y fijó la mirada en sus pantalones- Uy, tenía ganas. Ya después nos desquitamos. –guiñándole el ojo sonrió-
+No lo dudes mi pequeña, me la debes. Yo que estaba tan tranquilo.
+Uy sí.  Y yo soy la loca pervertida.
+Exacto, y yo el niño santo que cae ante tus juegos. ¿Cómo ocultaré esto? –señaló directo a su entrepierna-
+Abrázame por detrás -rió una vez robándole un tierno beso, se acomodó la ropa y el cabello, luego posó las manos sobre la camisa del mayor arreglándosela también, al abrirse las puertas la gente los quedó mirando y aplaudieron, supuso que pensarían que le había dado el sí por la forma en la que él la abrazaba, Lu apretujó las nalgas del contrario por detrás sin que los demás se dieran cuenta y como reacción éste sonrió ampliamente, ambos salieron despidiéndose con una sonrisa y se pusieron a caminar por las calles, al poco rato empezó a llover con fuerza y corrieron en busca de refugio, pero no había ninguna zona seca, se adentraron a un especie de parque, pero tampoco había un lugar donde cubrirse, de la nada escucharon una suave música que no sabían exactamente de donde provenía, Eduardo haciendo una leve venia sonrió-
+ ¿Me aceptarías esta pieza?

+Por su puesto –Lu hizo una pequeña reverencia y posó su mano en el hombro contrario delicadamente mientras que con la otra sujetaba la mano del muchacho, comenzaron a bailar en medio de la lluvia, su cuerpos mojados bailaban al ritmo suave de la música, el ajeno la envolvió entre sus brazos y le sonrió suave volviéndola a soltar, ella dio varias vueltas alejándose de él un poco, al dejar de hacerlo volteó a mirarlo y él abrió los brazos, ella corrió a su encuentro y él sujetándola con firmeza de la cintura la elevó hasta lo alto y la bajó suavemente haciendo que sus cuerpo rozaran poco a poco mientras descendía, sus labios chocaron con los del mayor y se unieron a un beso lujurioso que envolvía cariño, pasión, amor, sentimientos que las palabras ya no podían expresar o que se quedaban cortos al describirlas.-

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