lunes, 18 de agosto de 2014

Capítulo 5: Tú ¿Aquí?

-los rayos del sol incidieron en su rostro haciendo que la chica hiciera un pequeño gesto de disgusto y  volteara a espaldas de este, seguía abrasada de su almohada y de su pequeño conejito de peluche. El sueño reparador no le duró mucho porque de repente el sonido de la alarma empezó a sonar de manera estridente, estirando la mano hacia un costado hizo que el pequeño reloj que estaba a un costado de la cama, colocado a lado derecho de la mesita de noche callera en el piso y por fin hubo silencio – Yo… gané -dijo con la voz somnolienta y siguió durmiendo hasta cuando escuchó que detrás de su puerta la voz de su madre la llamaba. –
+ LUUUUUUUUU DESPIERTA –dijo con fuerza su madre-
+Asdfgdfdadgtrgfds ya
+¡DE UNA BUENA VEZ!
+asdfgd aja

-la madre de ésta sabiendo que no se despertaría por las buenas irrumpió en su habitación-
+ TE HE DICHO QUE DESPIERTES
+Yaaaa voy –respondió aun tirada en la cama-
+Eduardo se cansará de esperarte, apúrate.
+¡QUÉ!
-Abrió los ojos de inmediato y se paró de un salto de la cama mirándose en el espejo de su pequeño tocador- ¡estoy horrible! ¡Debo darme un baño! ¡Arreglarme! ¡Qué ropa me pondré!, ¡cielo Santo!, ¡porqué me despiertas tan tarde!
+Eduardo no está aquí, pero ya tengo una nueva técnica para conseguir que te levantes de una sola
-de lo sobresaltada que estaba, se tranquilizó y  volteó a mirar a su madre que yacía a un lado de la cama-
+¡Eres cruel, muuuuuy cruel!
-su omma rió de forma sarcástica y salió de la habitación con una sonrisa victoriosa dejando a Lu tranquila para que pueda cambiarse y alistarse para su primer día de clases en la universidad, estando ya parada se dirigió a su armario buscando algo para ponerse, cerró las puertas porque nada parecía gustarle, entonces se encaminó hasta sus cajones de la cómoda- ¡No! ¡No! ¡No! tal vez ¡no! ¡no! ¡no!  Siiii. No, mejor no. –Veía su ropa con mucho cuidado, siempre tardaba horas en decidir que ponerse cuando se trataba de ir a la universidad, al fin pudo decidirse entre un pantalón jean de color azul intenso y un polo grande de color verde con aplicaciones de brillo y una correa que acentuara su cintura, tomó su cofre de aretes y escogió un par de un color parecido al del polo que llevaría puesto, una pulsera delicada y eso sería todo, al menos en cuestión en su ropa. Se fue hasta el planchador y le dio una pasada a su ropa dejándola allí por un momento, luego sacó todas las cosas de su cama y la tendió, una vez que estaba hecha puso su polo encima de ella junto con la correa en la parte de la cintura, los pantalones abajo, los aretes en la parte superior y el brazalete en la parte inferior, observando con detenimiento por un momento su conjunto- ¡Lindo! –sonrió y fue a tomar una ducha, cogió su toalla e ingresó al cuarto de baño, después de unos minutos salió de allí fresca y renovada con la toalla atada alrededor del busto y una envuelta en la cabeza, tomo entre sus manos sus prendas interiores y se las colocó, lo mismo hizo con el resto de su ropa, una vez cambiada fue a extender ambas toallas al colgador del patio trasero y regresó para peinar su cabello, se peinó hacia un costado y para formar sus ondas se aplicó la crema, se echó un poco de rímel en las pestañas, el delineador, lápiz labial y listo-
+Lu, el desayuno está listo
+Ya voy mamá
-fue hasta la cocina y su plato se encontraba en la mesa, levantó la mirada un poco para ver qué hora era en el reloj de pared y se dio cuenta de que aún tenía tiempo, comió con tranquilidad y lavó su plato, su madre que le daba una barrida a la sala negó sonriendo de manera positiva, dejó el plato dentro del repostero y el cubierto en el cajón de la esquina, regresó a su habitación por sus cosas y dándole un beso a su mamá en la frente se despidió, salió de su casa y sacó su motocicleta, tomó el camino usual pero por algún extraño motivo el tráfico era horrible, y cada vez que estaba a punto de pasar el semáforo se ponía en rojo- Ah genial! Claro semáforo, cámbiate cuando voy a pasar –dijo enfurecida y esperó a que cambiara a verde, una vez que cambió tomó un camino alternativo, debía llegar a tiempo, conocía lo especial que eran los profesores con respecto a la puntualidad, dio vueltas y vueltas y al fin estuvo dentro de la universidad, estacionó la motocicleta, la aseguró previamente y corrió hasta su salón de clases, la puerta ya estaba cerrada- ¡Carajos! –tocó la puerta y uno de sus compañeros le abrió con la típica cara de “ya valiste”, miró de espaldas a su profesor y buscó su asiento, dejó su mochila en la parte trasera de su asiento, sacó su libreta de apuntes y miró hacia la pizarra- ÉL ¿AQUÍ? –Dijo con la voz un poco elevada haciendo que todas las miradas se dirigieran ella, incluida la del profesor, se agachó en su asiento y el profesor volvió a llamar la atención de los alumnos-
+ Bueno, como les iba diciendo antes de que interrumpieran y tocaran la puerta, mi nombre es Eduardo Alemán, les enseñaré todo lo que son circuitos turísticos, mi forma de trabajar es muy simple, les explicaré un determinado tema, dependiendo del tema con diapositivas, les pediré uno que otro trabajo y no soy del tipo de persona que les guste hacer exámenes.
-las mirada de sus compañeras jamás fue tanta ante ningún profesor- Tzzz ¡babosas!-susurró suave y siguió escuchando lo que “el profe” decía, mirando como se les caían la baba al resto  y los chicos miraban con total reserva al nuevo docente- Estar con el profe, ¡suena interesante!, es una idea muy tentadora, ¿Quién diría que pudiera pasar en la vida real? –pensaba interiormente, haciendo un millón de cuentos en su cabeza de las locuras que supuestamente harían, pasaron las 2 horas correspondiente a su curso y les dijo que ya podían irse, escuchó los susurros de sus compañeras comentando lo bueno que estaba el profesor nuevo, rodó los ojos en signo de desapruebo y esperó paciente a que todos salieran para poder hablar con él, la aula a los minutos ya estaba desierta, se acercó hasta el pupitre del mayor-
+Hola Eduardo
-la miró y sonrió de una forma casi imperceptible-
+Dentro del salón soy tu profesor, pido respeto.
-entrecerró los ojos mirándolo-
+¿No te parece interesante que coincidamos aquí?
+No, te dije que era profesor, era alta la probabilidad de vernos.
+ ¿Y a ti que te pasó?
+ A usted -reiteró-
+Ya te lo dije, soy tu profesor. No puedo involucrarme con una alumna, ni que fuera idiota.
-Lu con las manos empuñadas salió del salón, refunfuñando palabras al viento- ¡Jodido idiota! ¡Jodido imbécil! ¡Se puede ir a la misma chingada! –Pateó una de las paredes haciendo que le doliera el pie por la intensidad y la fuerza que había empleado-
+Voy a matarlo
+¿A quién?
+-volteó a mirar a la voz que le había hablado- SANDRA!!!! –la abrazó con fuerza y le dio un beso en la mejilla- Te he extrañado mucho, no sabes cuánto –se colgó de los hombros de su amiga- Y bien. ¿Qué nos toca ahora?
+Creo que estadística
+¡Qué asco!
+Lo sé, es un tormento. ¿Qué te pareció el nuevo profesor? ¿Es lindo verdad?
+¿Quién? ¿Ese? AAAAh está en algo.
-el resto del día fue realmente largo y agotador para Lu, nunca había terminado tan exhausta, no sabía si su cansancio se debía a la discusión de aquella mañana, o a que simplemente se había acostumbrado a estar de vacaciones, pero es que no asimilaba el cambio tan brusco que había tenido aquel tipo con ella- pero qué coño pensaba ese- fue la pregunta que no dejaba de cesar en su cabeza- Había sido tan gentil en la discoteca, en el lago fue encantador y ahora un completo y jodido imbécil- se repetía para sí, salió de sus clases, había tenido suficiente, llamó a su madre y dijo que llegaría por la noche puesto que estaría en la casa de Sandra avanzando un trabajo que les habían dejado. Su madre dijo que estaba bien, pero que llegara antes de las 11, Lu dijo estar de acuerdo y que no se preocupara-
Bien, veamos, no puedo dejar que él se quede con la última palabra. ¿Debería ir a buscarlo?. ¡Claro que sí! Me debe explicar, pero después de todo no me debe ninguna explicación, no somos nada. Absolutamente nada. ¿Será eso lo que me molesta? y esas tipas ¿Qué onda? ¿Jamás habían visto un hombre? ¡Porqué mierda estoy sintiendo celos! Esta no soy yo. Y ahora lo veré seguido… ¡qué cojudez! –Hablaba sola mientras conducía a quien sabe dónde, sólo conducía para alejarse de todo, no quería saber nada de nada, ni de nadie- ¡Asco es mi vida! ¡Es asco! –De pronto se vio en los matorrales de aquella noche, su subconsciente la había traído de vuelta a aquel lugar, estacionó su vehículo y se fue a ver el lago, se sentó en la orilla sin hacer nada en especial, sólo quería estar tranquila, tiró piedras y piedras al lago, haciendo que llegaran lejos, luego se enfureció al recordar que eso habían hecho aquellos dos-
Yo debo ir a hablar con él y decirle qué es lo que pienso. No me pienso quedar así –no era de las típicas chicas que se quedaban con la boca cerrada cuando sentía que algo le incomodaba, eso lo había intentado en el pasado, pero ahora sabía perfectamente que lo que debía hacer era enfrentar sus problemas, unas gotas de lluvia comenzaron a caer, salió corriendo de allí y tomó su motocicleta, la noche se iba haciendo presente, se dirigió al departamento de Eduardo, estaba empapada por la lluvia por lo cual no la dejaron entrar. Su día no podía ser mejor, pidió que por favor llamaran a la habitación B 306 y que le dijeran al tipo ese que Lu lo estaba esperando, al cabo de unos cuantos minutos se acercó a ella el portero y le dijo que el Joven no se encontraba-
+Pues no me pienso ir
+Haga lo que desee señorita, pero no puede ingresar
+Sí sí, Como digas.
-se quedó afuera del departamento, mientras la lluvia aumentaba y el frío acrecentaba, pasaban las horas, las 7, las 8, las 9 , las 10, y aquel muchacho seguía sin llegar, tiritaba de frío en la inclemencia de la calle- Si me enfermo será su culpa –se repetía para tratar de aliviar el coraje, de pronto observó que el auto de él se aproximaba a la entrada, el se bajó del auto acompañado de una muchacha alta y no dejaban de reír, al parecer era entretenida la conversación. Lu dudó unos minutos si acercarse o no, estaba empapada, haría un papelón ante aquella mujer, parecería una niña rogando por amor, los observaba, dio un paso hacia adelante decidida, pero luego decidió no interferir y se volteó-
¡Lu!-escuchó la voz de Eduardo llamándola pero ella siguió avanzando, no quería nada ya en esos momentos pero de pronto sintió que la tomaron del brazo casi impulsivamente-
+¿Qué haces aquí?
+¡Qué te importa!, ya no tiene sentido.
-la chica que acompañaba a Eduardo en un principio se acercó hasta la dos y lo abrazó-
+¿Quién es ella?
+No es nada princesa –dijo él-
+Ahora no soy nada ¡vete al carajo!
+¡Contrólate niña!- Repitió aquella mujer-
+Tú no te metas, que el asunto no es contigo.-dijo Lu con rabia en el tono de voz y en la mirada-
+¿Quieres estar tranquila?
+¿A caso te importa?¿te importo siquiera?
-La acompañante del chico un poco harta de la situación que estaba presenciando lo tomó por el brazo- ¿Ella o yo? –dijo ésta-
+¡Te lo dejo! ¡Que lo disfrutes!-se soltó del agarre del muchacho y caminó hacia adelante-
+¡Espera!-gritó Eduardo-
´+Ya decidiste entonces niñato, sabía que perdía mi tiempo contigo –dijo por último la otra mujer-
+Entonces ¿Por qué sigues aquí?
+¡Ah! Lo que me faltaba
-aquella mujer salió echando fuego y tomó un taxi y desapreció del lugar-
+¿Ahora podemos hablar?
+ Ahora que ya se fue ¿Qué te queda no?
+ Enserio, ya. Vamos, te enfermarás, y yo también.
-Aquél la tomó de la mano e ingresaron al departamento juntos, entraron hasta su habitación, le brindó una toalla y un polo suyo-
+No te puedes quedar con la ropa mojada
+ Lo sé, lo siento. No pretendía arruinarte la noche.
+Vaya vaya, al parecer ya te calmaste
+No empieces
+Ya ya mi princesita empapada –dijo con una voz amorosa que aplacó por completo la ira de Lu, ambos se cambiaron y se echaron a la cama-
+¿Desde qué hora estas afuera?
+Las 6 y 30 creo
+Pero es tardísimo. Y ¿tú madre?
+Voy a morir. Se enojará conmigo un montón.
+¿Supuestamente dónde estás?
+¿En la casa de mi amiga Sandra?
+Pequeña pinocha, dile que te quedarás a dormir en su casa porque la lluvia está muy fuerte, y te quedas aquí conmigo.
+¿Me prestas tu teléfono?
+Claro. Está en la sala.
+Ok, ya regreso.
-Lu llamó a su madre y le dijo que se quedaría a dormir con su amiga, a su mamá como siempre le incomodó un poco la idea, pero lo consideró un poco y le dijo que estaría bien, que las pistas estarían mojadas y que era peligroso si regresaba con la motocicleta~ cortó la llamada y regresó a la habitación y se echó de nuevo en la cama a lado del mayor-
+Listo
+Nunca le había mentido tanto a Mamá
+Sii ¿Y yo te debo creer?
+ claro que sí, bobo.
+Bueeeeno, está bien.
+¿Porqué me trataste así en la mañana?
+Porque dentro de la universidad somos profesor y alumna, es algo que debes entender.
+Me comporté como una niña ¿verdad?
+Sí, pero no te culpo.
+¡Qué comprensivo tú!
+Ya, y a ti para pleistista ni quién te gane ¿verdad?
+Es que protejo lo que es mí… -La muchacha guardó silencio, no quería terminar aquella frase, no quería que el contrario se diera cuenta de lo que estaba sintiendo-
+¿Es que proteges lo que es tuyo? ¿Ahora soy tuyo?
+ N-no –dijo con la voz titubeante-
+Tu sí eres mía, desde la primera noche. ¿Recuerdas?
+Cállate bestia
+¿Porqué siempre me insultas cuando digo algo como eso?
+Y-yo… No lo sé.
+Te adoro mi pequeña
+¿Mucho?
-La niña puso sus codos sobre el colchón y se quedó mirándolo en espera de una respuesta, su corazón emocionado esperaba un pequeña señal de aliento, algo que le dijera que todo estaría bien entre los dos, realmente estaba sintiendo un montón de cosas que antes no había logrado sentir, había tenido enamorados antes, eso era muy cierto, pero nadie que significara tan como él, no sabía si comenzar a ilusionarse, no sabía ni siquiera si la forma en la que estaba actuando era la correcta, pero no se arrepentía de haberlo ido a buscar. La escogió a ella y no a aquella mujer, pensaba. Tal vez esa era una buena señal-
+Demasiado –respondió dejando que entusiasmada de la emoción Lu dejara un beso sobre sus labios y luego presa del pánico por no saber cuál sería su forma de reaccionar del contrario se cubrió con la almohada la cara, unas manos quitaron aquello que le cubría el rostro y besó sus labios nuevamente, ella correspondió sin duda alguna. Aquel beso no se prolongó mucho y ambos volvieron a estar echados en la cama mirando el techo-
+¿Quién era ella? –Preguntó sacándolos del silencio-
+Fui a un bar y la conocí
+¿A todas las personas que conoces las traes a tu habitación?
+¿Estás celosa?
+No
+-Eduardo rió suavemente- No traigo a todas hasta mi habitación, aunque así parezca, lo que pasó es que me agradó mucho, me dijo que era la prima de un conocido mío y que venía de visita desde Estados Unidos y que de paso quería hacer un pequeño tour, pero que no se decidía que lugares visitar, entonces la invité a venir para que viera fotografías de los mejores lugares de este país y que con mi empresa podía tener la diversión asegurada ¿se te olvida que estudié turismo?
+ si todo lo que dices es cierto, ¿Porqué se enfureció tanto porque la dejaras?
+Tu hubieras hecho lo mismo si te hubiera dejado por otra ¿o no?
+ Ehhhh sí, perdón de nuevo-dijo Lu y recostó su cabeza sobre el pecho del chico, lo abrazó con un solo brazo y cerró sus ojos-

+Descansa mi princesita- Eduardo acarició sus cabellos y pasó la manta sobre ellos cubriéndolos, de a pocos se quedó dormido abrazando a la menor.-

2 comentarios:

  1. Realmente haz logrado cautivar mi atención continuaré leyendo!! buen relato me encantaaa!

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    1. Muchas gracias, me alegra saber que te haya gustado la historia~ espero que sigas leyendo, las cosas se pondrán un poco intensas. Pronto llegaré con nuevos capítulos~

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